Reseña de la novela La mala hija
Sinopsis de La mala hija
A sus dieciséis años, Belén Villalba es una chica perfecta: carismática, inteligente y, por supuesto, buena hija. Pero una fría noche de enero desaparece en Almansa, una apacible localidad manchega en la que nunca pasa nada. La capitán de la UCO Alma Ortega, una mujer reservada y meticulosa que está pasando por uno de los momentos más adversos de su vida, se ve obligada a abandonar Madrid y regresar a su pueblo natal para coger las riendas de la investigación. No será fácil, ya que tendrá que trabajar codo a codo con la teniente al cargo del caso hasta ahora: su hermana mayor, con quien guarda una relación de rivalidad, llena de heridas sin cicatrizar. Ahí conocerá a Irene, la mejor amiga de Belén, una hacker adolescente con serios problemas sociales; y a Diego, un ácido periodista en paro decidido a sacar tajada de la situación.
En Almansa, todo el mundo parece esconder algo y, mientras la verdad se disipa entre sus frías calles y los retorcidos viñedos del pueblo, Alma tendrá que enfrentarse a los demonios de un pasado que creía enterrado, en un lugar en el que nadie dice la verdad y donde el silencio puede ser letal.
Una historia desgarradora sobre la complejidad de las relaciones familiares y las distintas caras del poder, que afianzan a Pedro Martí como uno de los más destacados relevos generacionales de la novela negra.
Crítica de la novela La mala hija
Una herida abierta que nadie quiere mirar
Ocho años después de Donde lloran los demonios (Pedro, te has relajado un poco…), llega la deseada nueva novela de Pedro Martí. La mala hija es una novela que no se lee: se encaja como un puñetazo en el estómago. El autor centra la escena en Almansa, de donde es originario y al que le hace un enorme homenaje. Es un pueblo en medio de muchos caminos, que aparenta ser tranquilo, pero que esconde un hervidero de miserias estructurales. Allí, la desaparición de una joven desencadena una investigación policial que es, en realidad, una autopsia emocional de toda una comunidad. Alma Ortega, la capitán (no se dice capitana) de la Guardia Civil, se enfrenta no solo al caso, sino a un pasado que le arde dentro. Y a ti, como lector, te va a ser complicado apartar la mirada.
Con una prosa ágil y sin concesiones, el autor construye un thriller social donde la tensión no se mide solo en persecuciones ni tiroteos, sino también en miradas que esquivan el contacto, en puertas que se cierran y en heridas que no cicatrizan. La mala hija es, desde su propio título, una provocación: ¿quién decide qué es ser una buena o una mala hija?
Alma Ortega: capitán, madre, víctima
Si algo define esta novela es su capacidad para entrar y ahondar en las grietas. Alma Ortega no es una heroína convencional. Es fuerte, sí, pero también frágil, y ese desequilibrio la hace real. A lo largo de la trama, lidia con el dolor ajeno mientras evita mirar al propio, con la certeza de que resolver crímenes puede redimirla de sus propias culpas.
El contraste entre su entereza profesional y su desmoronamiento íntimo marca el ritmo de la narración. Emma, una maravillosa secundaria, se convierte en su espejo más crudo. La relación entre ambas, teñida de protección, incomodidad y ternura, es uno de los mayores aciertos del libro. Porque La mala hija no trata solo de víctimas y verdugos, sino de la compleja red de vínculos y traiciones que teje la familia.
Y, hablando de personajes, cabe destacar que estoy escribiendo sobre una novela coral, con muchos personajes que entran y salen de la escena y que el bueno de Martí maneja con maestría, como un tramoyista que va marcando los ritmos en una función teatral. Algunos de esos personajes dan para un spin off, que dirían los amantes del cine.
El pueblo que mira hacia otro lado
La ambientación no es solo un decorado. Es un personaje. Almansa habla. Y lo que dice es incómodo. Porque en La mala hija, el mal no reside en un psicópata solitario, sino en una cultura del silencio que protege a los depredadores y castiga a las víctimas. El juicio social es más implacable que cualquier tribunal.
Además, impregna al lugar de un frío que traspasa las páginas para llegar a las manos del lector, que sentirá en determinados momentos cómo le trepa por ellas hasta llegar a enfriar el resto del cuerpo.
Martí utiliza con precisión la estructura típica del género para denunciar realidades mucho más amplias: la violencia de género, la revictimización o la hipocresía institucional, entre otras. Y lo hace sin caer en el morbo, sin usar el dolor como espectáculo. Cada escena tiene una razón ética y narrativa. No hay concesiones al lector cómodo. En este libro se viene llorado de casa. Aquí se viene a incomodarse.
Una escritura que corta como el frío
El estilo de Pedro Martí combina la crudeza del noir con la sensibilidad del drama psicológico. Los diálogos son afilados y muy trabajados. Es un punto a destacar, pues se enfrenta al durísimo trabajo de poner voz a varios personajes de distintas generaciones. El resultado en este apartado es magnífico. Las descripciones son certeras y sin sobrecargar demasiado la historia para no detenerla. No hay artificios. Solo una historia que duele porque se parece demasiado a la realidad.
A nivel narrativo, alterna con soltura distintos puntos de vista y tiempos verbales, lo que genera una polifonía muy eficaz. El ritmo nunca decae, pero tampoco se precipita. Las piezas del puzle encajan cuando es el momento de hacerlo, mientras el lector desciende, junto a Alma, a lo más oscuro…
Conclusión: cuando la familia es la herida
La mala hija es una novela negra de las que dejan marca. No por su brutalidad, sino por su honestidad. No busca epatar, sino hacer pensar. Su título resume a la perfección su núcleo temático: la familia como refugio, pero también como trampa. El amor como cadena. La lealtad como condena.
En resumen, ha merecido la pena la espera, porque Pedro Martí ha escrito una obra necesaria. Un espejo deforme pero fiel.
Y tú, lector, cuando termines el libro, no podrás evitar preguntarte : ¿qué herencias envenenadas arrastro sin saberlo?
Puedes leer todas mis reseñas en esta sección: Reseñas literarias de Jesús Boluda del Toro.
Datos de La mala hija
- Título: La mala hija
- Autor: Pedro Martí
- Editorial: Destino
- Año: 2025
- Género: Rural noir
- Páginas: 656 páginas