La mujer de verde saga del inspector Erlendur Sveinsson

Sinopsis de La mujer de verde

Unos obreros de la construcción descubren un esqueleto humano mientras trabajan en una urbanización de Reykiavik. Años antes, esa parte de la ciudad era todo colinas, y Erlendur y su equipo esperan que se trate de un caso típico de desaparición; quizá alguien una vez se perdió en la nieve y ha permanecido enterrado durante décadas. Pero las colinas tienen más de una trágica historia que contar: relaciones fallidas y angustias, la ira, la violencia doméstica y el miedo, la lealtad familiar y la vergüenza de la familia.

La verdad os hará libres

Arnaldur Indridason es un representante solvente en lo que se conoce como el género nordic noir, ese oxímoron que refleja la complejidad de una sociedad, la de los países escandinavos, llena de luces y sombras.

Erigirse como la sociedad más avanzada y feliz del mundo tiene sus problemas, una cara B que no siempre se escucha mediáticamente: conocidos los episodios de violencia doméstica, alta tasa de suicidios, crímenes horrendos y problemas psicológicos derivados de una soledad absoluta. El individualismo mal entendido que la sociedad inculca a los ciudadanos desde pequeños y que, en ocasiones, puede degenerar en problemas sociales.

El auge del género negro en esos países, no ha hecho más que recoger esas problemáticas reales de las que no siempre se habla, el vehículo para cerrar ciertas heridas y poner de manifiesto problemas sociales graves.

No es que los hogares escandinavos solo sufran penurias, pero sí los destellos de los avances sociales, educativos, económicos o medioambientales esconden ciertas sombras que también existen.

De puertas para adentro, los hogares escandinavos en ocasiones también esconden cosas: son infelices como en cualquier otra parte del mundo, sangran, sufren.

Hasta tal punto que en la novela La mujer de verde, se esconden esas miserias durante más de cincuenta años. El dolor de una familia emparedado —de forma literal—, con el horror de la Guerra Mundial de fondo.

Indridason vuelve a mostrar querencia por cerrar ciertas cicatrices en su obra, revolviendo tiempos pasados y echando la vista atrás como única vía para seguir adelante. Con magistral fluidez alterna entre dos tramas: un posible asesinato ocurrido muchos años atrás y la situación emocional de sus protagonistas actuales, policías caminando en el limbo de los equilibristas, con familias fragmentadas y desestructuradas.

Un drama que ahonda en las miserias del hombre, devolviendo una mirada crítica a los comportamientos actuales de la que se dice como la mejor sociedad del mundo.

Una historia original por aquello de tratar de resolver un caso acaecido mucho tiempo atrás, y por ello, carente de justicia. Además ubicado en Islandia, un país tan magnético como agresivo por sus condiciones climáticas y geográficas.

Violencia doméstica. Una palabra muy neutra para el asesinato de almas. Una palabra suave para quienes no saben lo que se esconde detrás de ella.

Además, la violencia machista, silenciada por el peso indeleble de los años, sepultada bajo la nieve, tratando de salir a la luz en una sociedad en la que no se debería tolerar ni un atisbo de ella. ¡Basta! Parece querer gritar el autor en esta novela. No habrá descanso para los maltratadores ni aunque pasen cien años. Porque este tipo de delitos no son menos por haber sucedido hace mucho tiempo, porque no, no es que fueran otros tiempos, es que para luchar en el presente debemos restaurar el daño que se produjo en el pasado.

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