Revolución, la nueva novela de Arturo Pérez Reverte
El indeleble sello de Reverte
La narrativa ‘revertiana’ o ‘revertina’ (a gusto del consumidor) tiene sello propio. Identidad. Eso que todo artista o creador quiere imprimir a su legado para que sea suya y de nadie más, o tal vez de todos y para todos. Quién sabe lo que este autor, ya un indeleble de la literatura española, pretende con su vida y obra.
Un novelista que debería tener una sección propia en cualquier estantería de cualquier Casa del libro.
Revolución es Arturo Pérez Reverte en lo que se refiere al estilo de la prosa, al estilo estético, al estilo argumental y a esa forma tan suya y particular de utilizar la historia para construir historias.
Arturo es un autor que sabe modelar la palabra
Sin ser rebuscado en su léxico, sin duda recorre toda la lingüística castellana con pulcritud exacta. Arturo es con los años, si cabe, más poético, más metafórico y más dúctil. Es un escritor que se hace a sí mismo a través de sí mismo y de todo aquello que vive y consume. Un autor experto con la pluma y con la vida.
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La característica primera y más llamativa de esta novela es que no puedes evitar escuchar en todo momento el sonido del acento mexicano. Reverte ha conseguido meter en nuestro cerebro ese sonido y ese ‘idioma’ tan peculiar con unos diálogos realistas y sentidos.
‘Arturo Jones’ y la literatura de guerra
Reverte es algo así como el Indiana Jones del reporterismo, de la guerra periodística y de las anectodas que cuentan las grandes historias de la civilización, y con las que él crea las suyas propias, las cuales, reales o no, siempre son de verdad.
El escritor cartagenero es el rescatador de esos pequeños tesoros de la historia
Muchos de ellos vividos en primera persona, batidos en cobre, sudor, sangre y tinta. Moldeados por la vida y reposado por el paso del tiempo. Y cuando uno llega a cierta edad no puede sino basarse en sí mismo para contarlo todo, porque casi todo lo que cuentas lo has vivido.
La realidad siempre supera a la ficción. Quizá por ese preciso y precioso motivo Martín Garret tiene a un joven Arturo Pérez Reverte dentro de él. O viceversa. Quizá no en cuerpo pero sí en mirada. Pero también está en ese joven ingeniero de minas y el resto de personajes y lugares el alma esculpida de un autor que ha leído, ha escuchado música, ha viajado y se documentado como pocos.
Y es que, como él mismo afirma, esa novela llevaba muchos años, casi una vida entera, fraguándonse. Ya no tiene edad para correr delante ni detrás de balas, pero sabe narrar un disparo y una escena bélica como nadie. Con una naturalidad, verosimilitud y certeza a prueba de todo chaleco antibalas.
En tiempos de Emiliano Zapata y Francisco Villa
Hay guerras que no se pueden ganar, pero no por ello debemos evitar su lucha. El mundo avanza a base de cañonazos, revoluciones. Sin revolucionarios las cosas nunca cambian. Esta novela nos habla de esa lucha, que lleva inherente un fracaso, pero también un aprendizaje y una esperanza de cambio.
«Quince mil monedas de oro de a veinte pesos, de las denominadas maximilianos, robadas en un banco de Ciudad Juárez el 8 de mayo de 1911. El hombre se llama Martín Garret Ortiz y era un joven ingeniero de minas español. Todo empezó para él ese mismo día, cuando desde su hotel oyó un primer disparo lejano. Salió a la calle para ver qué ocurría y a partir de ese momento su vida cambió para siempre… «
Es, por tanto, una novela que nos habla de violencia, pero también de cómo esa violencia transita por cada uno de nosotros, de cómo nos convierte, cómo nos relacionamos con ella y cómo nos induce a nuestros actos y decisiones.
En revolución hay un proceso de catarsis, pero también de madurez, de recorrido y de aprendizaje en donde para el hombre y para la violencia la mujer es imprescindible.
Por eso, y como casi siempre, la mujer juega un papel fundamental en las novelas de Pérez Reverte.
En este caso veremos entre otras y otros personajes a Diana Palmer, una periodista enjuta y desteñida que nunca finge lo que no es; o Maclovia Ángeles, una soldadera con las mejillas curtida por el sol y el alma abatida por los combates.
Pero, lo más importante que encontraremos en Revolución es una novela. Una de esas novelas que cautivan, que cuentan cosas, que enseñan otras y que nos arropa mientras pensamos en nuestra propia revolución interior.
