Malaherba de Manuel Jabois

Sinopsis de Malaherba

Un día Mr. Tamburino, Tambu, un niño de diez años, se encuentra a su padre tirado en la habitación y conoce a Elvis, un nuevo compañero de su clase. Descubrirá por primera vez el amor y la muerte, pero no de la forma que él cree. Y los dos, Tambu y Elvis, vivirán juntos los últimos días de la niñez, esos en los que aún pasan cosas que no se pueden explicar y sentimientos a los que todavía no se sabe poner nombre.

Recordando la infancia

Malaherba es el típico maleante del barrio cuyas desventuras se tornan en leyendas capaces de atemorizar a cualquier niño. El hombre del saco, el boogeyman que ha protagonizado los relatos más oscuros de cualquier sociedad.

Resulta complejo reflexionar sobre las emociones y pulsiones que sufrimos durante la niñez. Si alguien te pregunta sobre ella, basta con rebuscar en tu cerebro una respuesta que ya está construida: «mi niñez fue bien, normal, como la de cualquier niño».

Un examen más profundo nos puede llevar a descubrir sentimientos que creíamos olvidados: esos pasajes en los que alguien nos robó el balón, o el día que toda la clase se río a carcajada limpia de ti, ¿cómo se explican las ausencias afectivas de nuestros padres que todos hemos sufrido?

Malaherba de Manuel Jabois supone un interesante viaje por la mente del niño que un día fue. Sin ser autobiográfico, pero con un gusto por los detalles que confirma que todos, en cierto modo, hablamos de nuestra niñez cuando hablamos de temas relacionados con sentimientos muy profundos, casi olvidados.

También puedes leer la reseña de Miss Marte que realicé hace unas semanas en este enlace: Reseña de Miss Marte de Manuel Jabois.

De hecho, en Malaherba, el narrador es un niño que, como todos, puede llegar a alterar el relato, confundiendo por tanto al lector. Al pequeño Tambu le falta conocimient y, por supuesto, experiencia; malinterpretando algunos sucesos. Por eso, la narración se encuentra colmada de vacíos que tendremos que tratar de rellenar con nuestras propias capacidades y vivencias.

Lo destacable de la novela: la reflexión que el lector hace al ir desgranando la historia de Tambu y Elvis, recordando hitos que creíamos abandonados en nuestra propia memoria y que podrán hacer que se nos escape una sonrisa o una lágrima.

«La primera vez que papá murió todos pensamos que estaba fingiendo.»

Todo ello lo hace sin más ínfulas que las de querer acercarnos una historia conmovedora. La de la amistad de dos niños que experimentan con un mundo que no entienden, como introducción a sus primeros deseos sexuales. Se reivindica el debate sobre la educación sexual y, especialmente, sobre la diversidad de sexo.

La falta de información y capacidades provocan desconciertos que pueden marcar toda una vida. No, no es malo sentirte atraído por alguien del mismo sexo. No, no eres el único niño del planeta al que le ha pasado eso. La novela se convierte en un grito ahogado hacia el mundo, una llamada de auxilio en la que muchas personas se sentirán identificadas. Porque todos nos hemos sentido desamparados en algún momento y no hemos sabido encontrar ayuda ni el camino que nos devuelva a la casa.

En el caso de Tambu, exiliado de su hogar (aunque solo sea a unos escasos metros de su casa), viviendo —o mejor dicho: descubriendo— una vida que puede llegar a ser aterradora.

Manuel Jabois no trata de aleccionar ni soltar la moralina que impregna este tipo de género, resulta ser una autoficción sanadora de ciertas heridas que él mismo podría creer olvidadas. Una lectura interesante y amena, que ayuda a romper los estigmas que sufrimos todos, también los niños, los cuales deberían estar más presentes en el interesante debate sexual que está llegando a nuestra sociedad.

Puedes leer otras de mis reseñas en: Sección Cristóbal Terrer.