Reseña de Alicia en el País de las Maravillas, de Lewis Carroll

Alicia acaba de ver a un conejo blanco con chaleco consultar su reloj de bolsillo mientras exclama: ”¡Ay, madre! ¡Ay, madre! ¡Voy a llegar tarde!”. Quizás cualquier otra persona se habría quedado de piedra y frotándose los ojos tras semejante visión, pero a Alicia le pica la curiosidad, así que decide seguir al nervoso conejo a través de su madriguera. Lo que Alicia no puede imaginar es el mundo de fantasía que se desplegará ante ella al final de la madriguera, ni los personajes que conocerá ni las grandes (y pequeñas) aventuras que vivirá.

Reseña de Alicia en el País de las Maravillas

Dicen que Lewis Carroll se encontraba una ociosa tarde con las hijas de un amigo y les relató un cuento protagonizada por Alice, una de esas niñas. Encantada con la historia, la niña le pidió a Lewis que escribiese aquella fantástica aventura, la cual le regaló un par de años después por Navidad.

Alicia en el País de las Maravillas es, junto a El principito, el culmen de la fantasía clásica infantil. Animales parlantes, pócimas que aumentan o disminuyen tu cuerpo, una oruga que fuma en pipa, jardineros con cuerpos en forma de naipes… Un mundo más allá del nuestro, quizás debajo o encima, un mundo donde todo es posible, donde lo absurdo reina y la mente del niño manda. Cuando todo está del revés es cuando te das cuenta de las limitaciones de nuestro mundo y del valor de lo extraordinario.

“Alicia se había acostumbrado a que ocurrieran cosas fuera de lo común, por lo que le pareció absurdo y aburrido que la vida continuara con normalidad”.

Tras aterrizar en el País de las Maravillas, Alicia deberá hacer frente a una serie de circunstancias, auténticos retos, que pondrán a prueba la valía (o no) de sus conocimientos sobre el funcionamiento del mundo. Un viaje por un lugar en el que casi nada es lo que parece, y en el que tendrá que dejar de lado la lógica para seguir adelante.

“¡Qué extraño resulta esto de hacerle recados a un conejo!”

La mítica obra de Carroll es un canto a la imaginación lleno de metáforas y surrealismo que invita a soltarse los corsés de la realidad y dejarse llevar por el niño interior. De la mano de la curiosona Alicia, el autor despliega un universo despegado de la razón que bien podría nacer de un sueño de lo más vívido. Una bendita locura que guarda tantas diferencias como paralelismos con el mundo en el que vivimos: cambiante y sorprendente, a veces difícil de comprender. El fascinante viaje de la vida.

“Estás majareta, loca, chiflada… pero te diré un secreto: las mejores personas lo están”.

Sobre el autor

Lewis Carroll (1832-1898) fue un alma inquieta. Diácono anglicano, matemático, fotógrafo y escritor, pasó a la historia de la literatura universal gracias a su inmortal Alicia en el país de las maravillas. Años después escribió su continuación: A través del espejo y lo que Alicia encontró allí.