Análisis de Leviatán de Paul Auster

30 septiembre, 2018
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30 septiembre, 2018 Cristóbal Terrer Mota

Reseña de la novela Leviatán

Título: Leviatán

Autor: Paul Auster

Editorial: Anagrama

Año: 2006

Páginas: 304 páginas de casualidades

Género: novela

Calificación: 

Nuestra puntuación

Sinopsis Leviatán de Paul Auster

Todo empieza a partir de una sospecha: ha fallecido un hombre en una explosión y, por el momento, el FBI no ha logrado identificarlo. Para el narrador de la historia, Peter Aaron, todo apunta a que se trata de su viejo amigo Benjamin Sachs, desaparecido desde hace algún tiempo. Para averiguar los motivos que pueden haberlo llevado al desenlace fatal, reconstruirá las vivencias del malogrado Sachs con quien Aaron comparte algo más que un pasado común.

Puedes leer más reseñas en nuestra sección: Reseñas literarias.

El universo casual de Paul Auster

Leviatán es una novela tan buena como cualquiera de las escritas por Paul Auster para adentrarte en el imaginario creativo de este escritor que emana neoyorquismo por los cuatro costados. Los que somos amantes de la cultura americana, y que soñamos despiertos con transitar por las calles de casas bajas de Brooklyn o de vivir una vida allí, desde las primeras páginas nos veremos transportados a una atmósfera única, y en cierto modo estaremos viviendo ese sueño americano que tan bién nos han sabido vender.

Pero sin duda lo mejor de la literatura de Paul Auster son esas historias cruzadas que se entremezclan por casualidades, para algunos detractores tildadas de inverosímiles, pero para mí reales como la vida misma. ¿Acaso no es la propia existencia del ser humano un milagro? ¿una casualidad?

Me declaro amante incondicional de las historias en las que la vida de personajes circundantes se mezclan por unas fuerzas intangibles del cosmos, o de la naturaleza, el karma que siempre vuelve. Descubrí esta pasión en el cine, como no, con mi peli de cabecera Pulp Fiction, y profundizé sobre ello descubriendo cintas como la mítica «Vidas Cruzadas» de Robert Altman o la obra maestra «Magnolia» de Paul Thomas Anderson.

Todo perfecto hasta aquí. Pero las primeras líneas de la novela rompieron una de las reglas básicas que tengo en todo el arte que consumo, y es que no me gusta que comiencen una historia contándome la muerte de uno de los protagonistas. Esto me llevó a una reticencia inicial que solo se mantuvo durante unos minutos, después Auster nos relata unas vidas complejas y el maravilloso viaje de un personaje inolvidable, su Benjamin Sachs. Y la muerte del arranque de la novela se va diluyendo en nuestro cerebro hasta que poco a poco vamos despojando las capas de un personaje muy profundo e interesante, hasta el punto que yo mismo dudaba si la muerte de este personaje sería real.

El viaje del héroe

Y esto sí que me apasiona, conocer las motivaciones de unos personajes que toman unas decisiones radicales. El viaje interior del héroe que solo es posible narrar en una novela o en una serie de televisión, ya que en el cine, con menos dos horas de metraje, es técnicamente imposible conseguirlo.

El por qué un profesor de química se convierte en Heisenberg, uno de los narcotraficantes más atroces de la televisión, es un tema que me llama muchísimo la atención, me consume, me fascina. Es la única opción que tengo de asomarme al abismo oscuro que esconde el alma de algunos personajes inolvidables. Y no hace falta ponernos metafísicos, el viaje de Anakin hasta convertirse en Darth Vader, me parece igual de intrigante o más.

Y es que Auster, en sus novelas, propone una premisa básica: empujar a sus personajes hacia unas situaciones límite y ver cómo reaccionan. Las novelas se convierten para mí en obra maestras cuando estas circunstancias vienen dadas por casualidades de la vida, por decisiones tomadas o caminos que hemos desechado. Quizá será por eso que me cuesta tanto tomar una decisión en la vida real. Quizá al igual que Auster, me abruma en gran medida el poder del cosmos, de las cosas y el influjo que marcan en el ser humano.

Cruce de caminos

El hombre, es él y sus circunstancias, y yo añadiría también, y las decisiones que tomamos o los caminos que dejamos de tomar. La pastilla roja y azul con las que tentó Morfeo al elegido Neo. El cruce de caminos al que nos enfrentamos a diario en nuestra vida. Se me oprime el pecho al pensar que la decisión de coger o no un paraguas, de coger o no un autobús, puede cambiar el resto de tu vida.

Paul Auster contruye en Leviatán (título que proviene del nombre de la novela ficticia que escribe el personaje de Benjamin Sachs) unos personajes formidables, complejos, peros sin fisuras narrativas, aunque sí sentimentales. La vida siempre es complicada, pero quizás lo es más cuando estás dentro de un círculo artístico dentro de esas calles y casas con escaleras de incendios de Nueva York. Desengaños, romances cruzados, complejidades en los que descubres que la realidad siempre supera a la ficción, incluso si se trata del imaginario creativo de un maestro como Auster.

La novela es perfecta porque además introduce el mundo de la metaliteratura y el complejo y duro camino del proceso creativo de una obra literaria, solo el que se ha enfrentado a escribir 30.000 palabras, sabe de lo que estoy hablando.

Y es que Leviatán, aparte de las grandes dosis de intriga que tienen su culmen con un tramo final cargado de adrenalina, nos habla de eso, de la soledad del escritor, de su tormento vital, de la catarsis creativa y de la vida. La maldita vida que a veces es tan complicada, en la que a veces nos vienen mal dadas y en las que debemos saber desenvolvernos aunque sea con malas cartas. Una historia preciosa y trágica, una historia de segundas oportunidades y de los trenes que pasan tan solo una vez en la vida.

Además, se encuadrada dentro de un tema que está de rabiosa actualidad últimamente, tanto en el cine y en la televisión. Se trata de los extremismos o la justificación del fin sobre los medios. Reminiscencias a Unabomber, Elephant o cualquier otra obra que reflexione sobre la dualidad de la sociedad nortemericana, son evidentes para mí. El mundo se desmorona bajo nuestros pies, los líderes políticos parecen una parodia de algún guionista en horas bajas, y nadie parece tener las herramientas para ponerles freno. Quizá Benjamin sí las tuviera, pero no supo como emplearlas.

Leviatán es una novela que todos deberíamos leer, al menos, una vez en la vida. Como el «Guardián entrel el centeno» de Salinger. Un libro de cabecera que nos habla de las malas decisiones, y de las buenas, del regalo que es la vida.

Decía una canción de Nacho Vegas que hacer siempre lo incorrecto, también es una forma de acertar. Amén a eso compañero.

El Leviatán es una bestia marina del Antiguo Testamento, que aunque fue creada por Dios, se convierte en una herramienta del diablo.

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Cristóbal Terrer Mota

Autor de la novela "Cameron" (Malbec Ediciones) y del ensayo seriéfilo "De Los Soprano a Juego de tronos". Responsable del blog sobre series Seriemaniac.com. Diseñador web, locutor de radio y creador de contenido. Apasionado de la fotografía, la playa y la lectura.

Comments (6)

  1. Alicia

    Me encanta Paul Auster! Es una paranoia total… me leí «la música del azar» y hasta soñé con el libro!!

    Tengo pendiente 4,3,2,1 pero esta tiene muy buena pinta…

    • Gracias por comentar Alicia, la verdad es que cualquier novela de Auster es digna de leer y roza a un gran nivel, te recomendamos Leviatán ¿La has leído?

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