Novela Mr. Vértigo de Paul Auster
Título: Mr. Vertigo
Autor: Paul Auster
Editorial: Anagrama
Año: 1994
Páginas: 320 páginas para soñadores empedernidos
Calificación:
Sinopsis de Mr. Vértigo
En las calles de Saint Louis, a principios del siglo XX, el Maestro Yehudi propone un trato a Walt, un joven huérfano que posee «el don»: si se marcha con él, le enseñará a volar; y, si no lo consigue, el niño puede vengarse del engaño cortándole la cabeza. Así comienza una fábula, un viaje, un aprendizaje y una vida. Junto a la anciana madre Sue y al bondadoso chico etíope Aesop Walt experimentará, no sin sufrimiento, la poderosa fuerza de la voluntad y del deseo.
Sobre Paul Auster
Es escritor, traductor y cineasta. Es autor de los libros Jugada de presión (1982), escrito bajo el pseudónimo Paul Benjamin; La invención de la soledad (1982); La trilogía de Nueva York (1987), compuesta por las novelas Ciudad de cristal (1985), Fantasmas (1986) y La habitación cerrada (1986); El país de las últimas cosas (1987); El Palacio de la Luna (1989); La música del azar (1990); Pista de despegue (1990); Cuento de Navidad (1990); Leviatán (1992); El cuaderno rojo (1992); Mr. Vértigo (1994); A salto de mata (1997); Tombuctú (1999); Experimentos con la verdad (2000); El libro de las ilusiones (2002); Historia de mi máquina de escribir (2002); La noche del oráculo (2003); Brooklyn Follies (2005); Viajes por el Scriptorium (2006); Un hombre en la oscuridad (2008); Invisible (2009); Sunset Park (2010); Diario de invierno (2012) y 4 3 2 1 (2017); y de los guiones de las películas Smoke (1995); Blue in the Face (1995), en cuya dirección colaboró con Wayne Wang; Lulu on the Bridge (1998) y La vida interior de Martin Frost (2007), que dirigió en solitario. Vive en Brooklyn, Nueva York.
Aprendiendo a volar
«Tenía doce años cuando caminé por primera vez sobre el agua». Este es el atractivo comienzo de una novela arriesgada, muy diferente de las típicas novelas neoyorquinas de Paul Auster. Una primera frase que consigue entregarte por completo a su lectura, realizando un acto de fe, muy similar al que emprende el protagonista de esta historia: el joven Walt.
La novela escapa de los escritos de Auster por la inclusión de un componente fantástico, el cual, aunque tratado de forma muy realista, acompañará al lector por un viaje alrededor de Estados Unidos, enfatizando ese cambio de la niñez a la madurez que tanto preocupa y marca al ser humano. Todo ello, bajo el contexto de la terrible depresión de los años treinta, que supuso el fin de la acomodada sociedad norteamericana, la cual había vivido sumida en una irreal sensación de seguridad durante los felices años veinte.
¿Quién no ha soñado alguna vez con volar? Descubrir en sueños como nuestros pies se distancian del suelo emprendiendo un vuelo sutil y amedrentado —al menos mis vuelos nocturnos suelen resultar de esta forma— es algo que todo ser humano ha experimentado alguna vez. Tal es la atractiva e impactante proposición que el Maestro Yehudi traslada a Walt, un niño que vive en la calle repudiado por sus propios familiares.
Las primeras hojas de la novela, así como esa expectativa por conocer si realmente el misterioso maestro cumplirá su promesa de conseguir que el niño pueda volar, resulta en un atractivo demasiado interesante para querer devorar esta maravilla del ya de por sí atractivo Paul Auster.
Yehudi se convertirá en el protector del joven, algo así como su guía espiritual (en nuestro tiempo sería una especie de gurú de las actuales vertientes del mindfullness, tan manidas como cansinas): no hay victoria, ni la habrá sin sacrificio. Así que esa figura paterna que el niño encuentra en Yehudi hará las veces de entrenador personal, el cual exigirá lo máximo a su pupilo. Walt quedará sometido a unas pruebas durísimas, empujándolo hacia el borde de los límites de su cuerpo y mente.
Yehudi quiere mostrar toda la fiereza de la condición humana. Sin tapujos ni subterfugios. Abordar la realidad tal y como es como único proceso para conseguir el autoconocimiento pleno. No dudará en provocar que el joven se enfrente al mundo real, para evitar esa sensación de falsa seguridad que muchos padres, movidos por el amor incondicional, quieren trasladar a sus hijos. Si quieres volar, tendrás que aprender a hacerlo sin red desde el principio.
Aunque en algunos momentos de ese tortuoso entrenamiento nos puede recordar a obras de realismo fantástico como el Nombre del viento (Patrick Rothfuss), Mr. Vértigo encierra un marcado carácter realista, en el cual, la fantasía se muestra ante el lector como los ecos de una ensoñación reciente de la que acabamos de despertar.
La novela es un precioso viaje iniciático en busca de la verdad y de la confirmación de la edad adulta. Con ese regusto amargo que desprenden todas las novelas de Auster, en las cuales nos confronta con la dura realidad de la sociedad y la condición humana, vamos descubriendo que con el tránsito hacia la madurez, los niños que fuimos una vez van se desprenden de esos sueños y promesas por cumplir, de esas ansias de volar.
Si te gusta Paul Auster, puedes leer la reseña anterior sobre otra de sus obras: Reseña de Leviatán.