Entrevista a Lorena Franco

Entrevista a Lorena Franco actriz y escritora

“Lo mejor siempre está por llegar”

Escritora, actriz, modelo publicitaria y presentadora de TV. Y en todo ello forjado con mucho trabajo y desempeñado con gran éxito. No en vano ha sido finalista del concurso Indie de Amazon con su obra ‘La viajera del tiempo’, convirtiéndose en un fenómeno de ventas a nivel internacional.

Nacida en Barcelona, Lorena Franco es una de esas creadoras insaciables, voraces y apasionadas. Ama lo que hace, y hace lo que ama. Este, es sin duda el secreto para triunfar en la difícil apuesta del arte y la cultura. Así vemos en “EL QUINTO LIBRO” a Lorena. Pero ¿cómo ve Lorena el mundo, su mundo?

Esta vez queremos conocer su trayectoria artística y su obra literaria, pero también queremos saber cómo y quién es ella. La persona que está detrás. Porque al final, todo lo que proyectamos al mundo desde nuestras creaciones, no es otra cosa que la punta del iceberg de todo cuanto tenemos detrás, y algo nos dice que hay mucho hielo por descubrir.

Si quieres visitar la web de Lorena, entra en el enlace: Web oficial de Lorena Franco.

1. La primera pregunta nos vas a permitir que sea algo indiscreta: ¿Desayunas con diamantes?

Ni desayuno, ni como, ni meriendo, ni ceno con diamantes (risas). Eso se lo dejamos a la inimitable Audrey Hepburn y por cuya película deseé convertirme en actriz. Desayuno con una buena taza de café, como todo el mundo, y eso, a las seis de la mañana, que es la hora a la que suelo levantarme, me hace más feliz que cualquier diamante.

2. En “El quinto libro” hacemos un pequeño guiño al cine con el propio nombre (El quinto elemento). Sabemos que el cine es una de tus pasiones junto a la literatura, de modo que nos gustaría ahondar en esa dualidad tuya. ¿Podrías abandonar alguna de esas pasiones tuyas en sacrificio de la otra?

No, no podría. Ambas profesiones me hacen muy feliz y gracias a ellas he vivido y estoy viviendo momentos fantásticos. Viajes y experiencias que bien valen todo el sacrificio que implica ser pluriempleada. Habrá épocas en las que dedicaré más tiempo a una cosa o a la otra pero, mientras me dejen, seguiré al pie del cañón escribiendo y trabajando en cine, Tv, publicidad… lo que me echen. De momento llevo dos años compaginando ambas profesiones estupendamente y centrada en cada trabajo. Cine, Tv y literatura van muy de la mano y se llevan bien.

3. Has hecho multitud de cortometrajes y has participado ya en algún largometraje de cine y en conocidas series de TV ¿Dónde te sientes más cómoda?

La verdad es que me siento muy cómoda en todo, en series y en cine. Me encanta la inmediatez, la rapidez con la que se trabaja y lo mucho que aprendes rodando una serie de televisión diaria y también la calma, la intensidad y una mejor preparación de tu personaje que te permite el cine. Aunque sean medios distintos, el trabajo es el mismo y los vínculos que creas con compañeros, equipo directivo y técnico son extraordinarios y se viven con intensidad. Al fin y al cabo, la finalidad es la misma. Siempre estamos contando historias metiéndonos en la piel de personajes distintos a nosotros y tener la suerte de poder estar ahí, haciéndolo, ya hace que te sientas cómoda y completa profesionalmente en un medio o en otro.

4. Desde Latidos -en 2007- hasta ‘Paharganj’ -en 2017-, hay diez años de aprendizaje en cine ¿Podrías compartir con nosotros alguna experiencia personal que te haya marcado?

Sin duda alguna, el rodaje que más me ha marcado a nivel personal ha sido Paharganj, película en la que he trabajado como protagonista en la India y cuyo estreno está previsto en 2018. Estar cinco semanas fuera de casa y además en una zona muy complicada y diferente a lo que estás acostumbrada a vivir en tu día a día, marca a cualquiera. Dicen que quien regresa de un viaje no será nunca la misma persona y es cierto. Destaco especialmente un día en el que estuvimos toda la mañana rodando debajo de uno de los puentes más antiguos de Nueva Delhi. La pobreza era extrema; hombres, mujeres y niños descalzos, con ropas rotas y sucias… estaban hambrientos. Hicimos nuestro trabajo y luego me llevaron a comer con todo tipo de lujos al hotel de principios del siglo XX Oberoi Maidens, con una arquitectura impresionante y unas estancias que de tan imponentes como eran te dejan frío después de que tus ojos vieran de cerca el sufrimiento y la injusticia. Esos contrastes en la India me descolocaron, me dolieron y como experiencia profesional/personal es de las que nunca voy a olvidar.

5. Te has convertido en la imagen de muchas firmas destacadas, pero ¿Qué imagen tuya nunca deja de aparecer en esos spots de TV en los que te vemos?

La verdad es que tengo poco que ocultar y la publicidad, a veces, te permite ser tú misma aunque siempre derrochando simpatía, claro. Pero sí es cierto que, como todo el mundo, tengo días malos y jamás permitiría que la cámara captase esas “malas vibraciones”. Así que siempre, pase lo que pase, sonrisa sincera y hacia delante. El espectáculo debe continuar.

6. Has reconocido alguna vez que amas tu trabajo y que te encantan los platós, pero cuando sales de esos sets o platós, ¿en qué personaje se convierte Lorena?

Afortunadamente no me convierto en ningún personaje, solo en mí misma con mis virtudes y mis defectos, esos defectos perfectos que he aprendido a valorar e incluso a apreciar con el tiempo. Soy una persona que, aunque me encante viajar y no estar quieta ni un segundo; aprender de todo y de todos; reírme hasta de mí misma; crear… luego también tengo esa parte sencilla y hasta diría que aburrida: hogareña, de quedarme en casa, ver pelis, leer… pero siempre, en cada situación, con muy buen sentido del humor que falta hace en esta vida. Y luego, tengo que decirlo, hay dos rincones en el mundo en los que se me cambia la cara (para bien) y que no los cambio por ningún plató: Extremadura y Galicia.

7. ¿Hay algo de ti que jamás enseñarás en una serie de Tv, en una película de cine o en un spot publicitario?

Nunca digas nunca, aprendí hace tiempo la lección. Me gusta mucho trabajar en base a la verdad y darle mis gestos y hasta mis recuerdos, si es preciso, a los personajes que me regalan (porque son un regalo) para que la escena quede creíble y que luego el espectador la viva como si fuese algo real. Así que no puedo decir que no enseñaré algo de mí en un proyecto porque siempre trato de dar lo mejor en todos y para eso tienes que enfrentarte mucho a ti misma y a tus miedos o vergüenzas; hacer o decir cosas que tú jamás harías o dirías, pero que son necesarias para la serie, película o spot.

8. ¿Lorena Franco fue siempre escritora o se hizo escritora a sí misma?

Es como cuando preguntan «¿Un actor nace o se hace?». No sé, siempre me encantó sumergirme en otros mundos y en otras mentes a través de la lectura, por lo que cuando leí “La sombra del viento” de Carlos Ruíz Zafón, novela muy protagonista en mi thriller “Ella lo sabe”, me hizo plantearme la pregunta: «¿Por qué no?». Siempre he tenido muchísima imaginación, me encanta crear tramas y personajes, darles voz a través de la escritura y supongo que lo he hecho desde siempre. Lo disfruto y creo que eso se nota. Un día alguien me llegó a decir: «¿Te acuerdas de cuando escribiste “tal historia” y me la leíste?». ¡No me acordaba! Eso sí, para auto publicar mi primera novela “Historia de dos almas” y continuar mostrando el resto (le siguieron once títulos), tuve que armarme de valor y desprenderme del miedo al exponerme a todo tipo de opiniones dejando entrever mucho de mí misma en cada historia y personajes aunque “solo” se trate de ficción.

9. Estás alcanzando cotas muy altas con la literatura, algo muy complicado hoy día en una disciplina como esta en el mundo cultural. Sin ir más lejos te han etiquetado como la nueva reina del Domestic Noir, pero… ¿Ella lo sabe?

Ni “Ella” ni nadie, en realidad, sabe nada. La auto publicación en Amazon, de una rapidez inmediata y con la posibilidad de que personas de todo el mundo te lean en digital y en papel, fue mi primera opción sin presentar ninguno de mis títulos a ninguna editorial. Me gusta la libertad de la auto publicación y el poder que tienes sobre tus obras, pero lo hacía por hobbie y no creía que esta aventura fuera a darme tanto. “Ella” no sabía que con su novena novela “La viajera del tiempo” llegaría a ser finalista del Concurso Indie de Amazon 2016, que la publicaría Amazon Publishing (editorial que me encanta) un año más tarde y de ahí surgiría la oportunidad de publicar “Ella lo sabe” en junio de 2017 con una gran editorial como lo es Penguin Random House bajo el sello PLAN B de Ediciones B. Experimenté, con esa libertad de la que hablo sobre la auto publicación, con diversos géneros para llegar a todo tipo de lectores de todos los gustos y me dejé conquistar por el género del Thriller con el que continuaré compaginándolo con alguna que otra sorpresa que os tengo preparada para 2018. Agradezco esa “etiqueta” y me halaga mucho, pero no me considero reina de nada. Lo mejor siempre está por llegar.

10. ¿Dónde escribes, a qué hora y qué necesitas para escribir?

El dónde y el qué necesito viene siendo lo mismo. Mi Mac de mesa (me es imposible escribir en ordenador portátil), el caos en el escritorio, mi pizarra magnética para encontrarme cuando me pierdo, la ventana de frente y el ruido de la ciudad de fondo que sustituiría muy alegremente con el murmullo del mar. Sobre el horario soy más flexible, escribo a todas horas salvo de madrugada y es por la mañana cuando tengo las ideas más claras.

11. ¿Qué ingredientes, según Lorena, debe tener una novela para llegar al gran público?

Depende del género, pero hasta las más románticas tienen que tener ese punto de misterio o de “no saber qué pasa” para que te enganche de principio a fin. Personajes con los que, de alguna manera, empatices o te transmitan todo tipo de sentimientos. Tan fantástico es que ames a un personaje como que lo odies, porque es la manera en la que el escritor consigue que te metas en una trama que, bajo mi punto de vista y en la medida de lo posible, no debe dejar cabos sueltos, tener ese toque ficticio de que ocurra algo que a ti te encantaría que te ocurriera, una atmósfera adecuada según el género, sensibilidad, aprendizaje, hechos que te desconcierten para volverte adicto a sus páginas y a mí, como escritora y como lectora, me gusta mucho que el personaje hable. Lo prefiero a la tercera persona. Resumiendo: «Un buen libro es un libro que uno se arrepiente de terminar», tal y como dice el epílogo de “La verdad sobre el caso Harry Quebert” de Joel Dicker.

12. El mundo de la literatura está lleno de estigmas y de tópicos ¿Es el escritor una persona huraña, solitaria, seria?

Como en todas las profesiones hay de todo, pero esto no es más que un tópico o un mito. No se puede generalizar, aunque sí es una profesión que requiere de una seriedad, concentración y soledad mientras estás creando, como si estuvieras con tu mundo, tus personajes y sus vivencias dentro de una burbuja intocable. Luego, al salir de tu estudio, es un mundo aparte, el real, en el que no creo que beneficie ser un huraño. Conozco a muchos escritores y de huraños, solitarios y serios tienen más bien poco, por suerte.

13. ¿Qué haces cuando acabas una novela? Y no nos referimos a registrarla, enviarla a editorial, sino a ti. ¿Qué sucede cuando pones punto y final a una novela?

Puedo estar veinte minutos con la mirada perdida en la última página Word de la novela. Creo que si me viera desde fuera me asustaría un poco. Según el final o si la historia y los personajes me han marcado de una manera especial como me ha ocurrido con la última que he escrito, no me da vergüenza admitir que lloro y es una forma de desahogarme debido a la despedida. Es eso, una despedida. Respiras hondo, la dejas reposar y ya llegará el temido momento de la corrección. Pero mírala, ahí está, con la palabra FIN escrita y tú diciéndote a ti misma: «¿Ves? ¿Ves cómo podías hacerlo?».

14. La viajera del tiempo, Las horas perdidas, Feliz vida, El fantasma de Marilyn, Historia de dos Almas, Palabras, Sucedió en la Toscana, Ella lo sabe, etc… Después del sin fin de títulos que firmas, ¿qué tiene tu literatura ahora, que no tenía al principio de los tiempos?

Madurez, calma, aprendizaje y la importancia de los detalles. Sin embargo, hay que ser respetuosos con el calendario y las primeras obras tienen el encanto de la ilusión del comienzo. Son producto de una cabeza anterior que poco tiene que ver con la de hoy y es algo que seguiré diciendo dentro de veinte años, cuando las últimas de ahora, sean las primeras

15. Y ahora pasemos a cosas serias. ¿Dónde está la felicidad de Lorena?

En los momentos sencillos que cuentan, que suman y no restan, con las personas que más queremos y nos quieren. En no hacernos tantas preguntas; en no estar de vuelta de todo y dejar que la vida te dé sorpresas; en no arrepentirse de las decisiones que tomas y asumir las consecuencias; en no juzgar ni envidiar ni criticar y, sobre todo, la felicidad reside en la libertad y en comernos menos el coco.

16. Antes de acabar, cuéntanos que proyectos futuros tienes en ciernes.

Por lo pronto, 2018 viene movidito. Cine, un videoclip, publicidad, el estreno de la película Paharganj… Es un trabajo que te sorprende día a día, así que seguiré dejando que fluya disfrutando del momento. Respecto a novedades editoriales, además de seguir trabajando porque tengo hasta cinco novelas en la cabeza y hay que teclear mucho para sacarlas adelante, tengo dos títulos terminados: un thriller psicológico muy potente y un viaje en el tiempo con el que en más de una ocasión se me han saltado las lágrimas, que espero que disfrutéis en 2018 tanto como yo lo he hecho creándolos. “Ella lo sabe”, por su parte, seguirá dándome muchas satisfacciones: se publicará en Polonia con la editorial Albatros, en Italia con Piemme Edizioni y esperando que la descubran más lectores en España.

17. Y ahora sí, acabamos con nuestra pregunta fija: ¿Qué te hace reír y qué te hace llorar cada día?

Mis hijos me hacen reír cada día. De hecho, sus risas son contagiosas y nunca antes me había reído tanto como lo hago ahora.

Lo que me hace llorar es ver a alguien sufrir. Las injusticias y la impotencia que siento al no poder hacer prácticamente nada por las millones de personas que sufren día a día.