Reseña de El buen padre

Finalistas del Premio Mejor Novela Cartagena Negra 2022: El buen padre, de Santiago Díaz Cortés

Sinopsis de la obra

Tras recibir una llamada de alarma, la policía localiza en un chalé de una urbanización madrileña a un hombre manchado de sangre y un cuchillo con sus huellas junto al cadáver de su mujer.

¡Ay!, lo que hacemos los padres por los hijos…

Esta frase es, sin duda alguna, el adagio de la novela que reseñamos hoy. El buen padre cuenta la historia de un asesinato que, al estar tan claro, no deja de ser sospechoso. Y claro, aparece la figura de un padre coraje que cree de forma ciega en la inocencia de su hijo y pone en funcionamiento un macabro sistema de presión para que la policía tenga en cuenta sus peticiones y reabra el caso de su hijo. Desde el primer momento el autor plantea un escenario claro, con un padre entregado a la causa y un hijo que intenta mostrar toda su inocencia en cada movimiento que realiza.

Por otro lado, encontramos a Indira Ramos, una peculiar inspectora de Homicidios diagnosticada con un trastorno obsesivo-compulsivo con todo lo referente a la pulcritud y el orden, que lidera el departamento policial con mano de hierro. Viene de un caso en el que tiene que tomar una decisión impopular y que lastra su imagen como compañera de trabajo.

Con estos mimbres fabrica Santiago Díaz una trama que goza de una velocidad endiablada, con una literatura muy visual, acorde a la que hoy solemos encontrar entre los superventas, que sería muy sencilla de llevar a la gran pantalla por su forma y estructura. Se percibe el peso específico como guionista que el autor atesora. Más de veinticinco años en la faena se notan. Y la historia lo agradece, pues, como si de un espeleólogo que penetra en una sima se tratase, el lector se irá adentrando en la trama, que a su vez va dando paso a nuevas cavidades en forma de subtramas, una tras otra, internándose más y más abajo, entreverando unas historias con otras, bajando al fondo para, en un impecable arreón final, cerrar el círculo de cada una de ellas y salir victorioso de la expedición.

En cada final de capítulo encontrarás la técnica narrativa utilizada, sobre todo, en las series para generar el suspense y provocar que el lector quiera leer un poquito más. Y así, irás viendo que no es oro todo lo que reluce, que la verdad o la mentira depende del prisma con el que se mire y de que el dinero, el poder y la corrupción pasean por todas y cada una de las capas de nuestra sociedad.

Particularmente importante y atractivo es el arco de personaje de Indira Ramos. Su evolución personal cosida con la historia es un alarde preciosista que me ha conquistado por lo sutil y, a la vez, solidario y consecuente, por lo que adquiere una verosimilitud digna de elogio.

En resumen, una pluma ágil que dota a la novela de un ritmo vertiginoso donde puede embutir diferentes conflictos, revolverlos, aliñarlos con un poco de todo, incluyendo unas pizcas de humor por la extravagancia de Indira y cocinar una gran novela.

Por las reseñas que vamos colgando en El quinto libro no me gustaría estar en el pellejo del equipo «irresponsable» de Cartagena Negra. El nivel este año está siendo brutal (que otros años también lo ha habido), y la igualdad es patente.

No te pierdas nuestra entrevista a Santiago Díaz Cortés.