Éramos unos niños de Patti Smith
TITULO: Éramos unos niños
AUTOR: Patti Smith
TRADUCCIÓN: Rosa Pérez
EDITORIAL: Lumen60
PÁGINAS: 304
AÑO: 2020 (esta Edición) 2010 (Primera Edición)
GÉNERO: Biográfico
Sobre el autor
Patricia Lee «Patti» Smith (Chicago, 30 de diciembre de 1946) es una cantante y poetisa estadounidense. Smith saltó a la fama durante el movimiento punk con su álbum de debut Horses (1975). Apodada «la madrina del punk», trajo un punto de vista feminista e intelectual a la música punk y se convirtió en una de las artistas más influyentes de la música rock, integrándola con un estilo de poesía beat. Sus letras introdujeron la poesía francesa del siglo XIX a la juventud norteamericana, mientras que su imagen andrógina y poco femenina desafió a la era de la música disco. Su canción más conocida, «Because the Night», la coescribió con Bruce Springsteen.
En 2005, fue nombrada Comendadora de la Orden de las Artes y las Letras de Francia, y en 2007 entró en el Salón de la Fama del Rock. En 2011 recibió el Premio de Música Polar. En 2014 la cantante colaboró en la banda sonora de Noé (dirigida por Darren Aronofsky) con la canción «Mercy Is» que le valió una nominación a los Globo de Oro como Mejor canción original.
Puedes seguirla en su cuenta oficial de Instagram: @thisispattismith.
Sinopsis Éramos unos niños
El libro icónico de Patti Smith, en el que cuenta su relación con Robert Mapplethorpe: un homenaje a la amistad cuyas páginas cargadas de vitalidad y humor nos devuelven el sabor de un Nueva York donde casi todo era posible.
Fue el verano en que murió Coltrane… Los hippies alzaron sus brazos vacíos y China detonó la bomba de hidrógeno. Jimi Hendrix prendió fuego a su guitarra en Monterey… Fue el verano del amor. Y en aquel clima cambiante e inhóspito, un encuentro casual cambió el curso de mi vida: fue el verano en que conocí a Robert Mapplethorpe.
HAN DICHO DE ÉRAMOS UNOS NIÑOS
- «Un relato conmovedor del afán de unos seres dispuestos a poner sus almas al servicio del arte, inspirados por Rimbaud, Dylan, Genet y otros nombres idolatrados.» (Rafa Cervera, Babelia, El País )
- «Patti Smith no solo es una gran artista , es una hechicera, es decir, alguien en contacto con otros niveles de la realidad.» (William S. Burroughs)
- «Patti Smith nos ha honrado con una obra maestra, una espléndida invitación a abrir un cofre de los tesoros que nunca antes se había abierto.» (Johnny Depp)
- «Este libro es tan íntegro y puro que supone un auténtico éxtasis.» (Joan Didion)
- «Patti Smith fue hace tiempo el heraldo salvaje de Rimbaud, pero el dolor la convirtió en un San Juan de la Cruz, una persona mística llena de misericordia.» (Edmund White)
MI
OPINIÓN
Hace algún tiempo que me propuse leer más biografías, a lo largo de mis extensos años lectores no es un género que haya transitado mucho, así que decidí ponerle remedio. Y, desde entonces, he ido haciendo acopio de algún que otro ejemplar de este género, libros que estoy aprendiendo a disfrutar y que voy leyendo con calma. Uno de esos primeros ejemplares, fue esta obra de Patti Smith. Reconozco que no soy una gran conocedora de su música, pero me llamaba mucho la atención ella como mujer, como personaje.
«Yo estaba durmiendo cuando él murió».
«Yo estaba durmiendo cuando él murió». Esa primera frase nos golpea en el corazón nada más empezar la lectura, y es que estas páginas no son solo un trocito de historia de la cantante americana, sino es un homenaje a su gran amigo Robert Mapplethorpe, el conocido fotógrafo neoyorquino. Es una carta de despedida para el que fue su compañero, su amante, su acicate y su gran amigo, hasta la muerte del artista en 1989.
Patti nos lleva con ella en un viaje por su memoria, pues a pesar de que eran unos niños, ella no lo era cuando escribió este libro. La acompañamos por el inicio de todo, de su carrera y de esta gran amistad que comenzó por casualidad en las calles de Nueva York. Ese paseo por sus comienzos, por sus penurias y sus descubrimientos, está narrado de forma vívida y con una inmensa sensibilidad y honestidad.
Es gracias a ella que nos adentramos por ese apasionante mundo artístico del ambiente neoyorquino de los años sesenta y setenta, caminamos junto a ella por los pasillos del mítico Hotel Chelsea, y compartimos los momentos que tuvo junto a muchos de los grandes como Janis Joplin, Salvador Dalí, Jimmy Hendrick o William S. Burroughs.
Vemos como desde el comienzo de su relación con Robert, está va creciendo, transformándose, pero jamás perdiéndose. Fueron cómplices en el desarrollo de su arte, Patti animaba al fotógrafo, lo instigaba, compartía sus momentos de oscuridad y él, la animaba a escribir, a buscar su voz y, durante mucho tiempo, fue el único en leer sus escritos.
«Todo me distraía, pero sobre todo yo misma. Robert venía a mi parte del loft y me regañaba. Sin él para ordenar mis cosas, yo vivía en un cos extremo».
El libro narra sin cortapisas las vicisitudes y todos los problemas por los que pasaron estos dos artistas. Conocemos de primera mano la evolución de ambos y la relación que mantuvieron hasta que Robert se permitió reconocer su verdadera sexualidad.
«El muchacho que yo había conocido era tímido y tenía dificultad para expresarse. Le gustaba dejarse llevar, que lo cogieran de la mano para entrar sin reservas en un mundo distinto. Era masculino y protector, pese a ser femenino y sumiso».
En definitiva, una gran historia que abruma mucho más porque sabes que es real, y una manera única de conocer el ambiente artístico de esa época en la gran manzana de la mano de una rebelde.
Si os apetece saber cuál fue la última lectura sobre la que opine en el blog, os dejo por aquí el enlace: reseña de La piel de Sergio del Molino. Otra gran lectura que me sorprendió gratamente. No vemos entre letras.
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