Análisis de la novela de Rafael Turrón, Un viaje de vida y vuelta
Título: Un viaje de vida y vuelta
Autor: Rafael Turrón
Editorial: Caligrama
Páginas: 423
Año: 2019
Género: Emocional
Calificación:
El autor
Rafael Turrón. Escritor extremeño, publica su primer libro, Un viaje de vida y vuelta, donde narra una historia de crecimiento personal, superación y autoconocimiento, en un entorno disruptivo, como es Taiwán para un español.
Sinopsis
Tras conocer una noticia que hace tambalear tanto su pasado como el presente, pues no tiene futuro, Francisco decide narrar desde su celda la maravillosa experiencia que le aportó Taiwán. Viajes que le hicieron descubrir un mundo que, después, mientras combatía en la guerra, intentó olvidar. Hoy quiere recordar y luchar con palabras para explicar quién es y quién no quiso ser, pero fue.
Reseña
Ese retruécano o juego de palabras que el autor ha introducido en el título fue la clave para adentrarme es este viaje literario. Quien decida hacer lo mismo debe tomarse este libro como una travesía íntima y confesionaria en donde la narración sin diálogos inunda casi el 99 por ciento del libro. A modo diario o monólogo, desde la cárcel, Francisco se debate entre la nostalgia, el arrepentimiento y la soledad para abrirse a su pasado y así narrar su viaje de vida y vuelta a Taiwán.
«El pasado vuelve. Cuando se actualiza es para recordarte cómo lo perdiste».
Rafael juega hábilmente con la fuerza vital que tienen los viajes y las experiencias que vivimos en ellos para trasladarlo al papel con un sutil lirismo evocador. Aunque estamos ante una novela de ficción, es innegable la carga personal que el autor ha volcado en su redacción, en su historia, la cual cabalga a lomos de Francisco.
Desde el mismo prefacio a modo de flashforward, Rafael y Francisco nos avanzan ese MacGuffin (hablando en términos cinematográficos) sobre el que va a asentarse el motivo de la historia. Una noticia que tambalea el mundo de un hombre postrado en la rutina y desidia carcelaria.
De ese modo comienza ese viaje interno en donde el personaje debe evolucionar hasta lograr alcanzar una identidad, hasta conocerse y reconocerse a través de su pasado. Pero también cómo debe rebasar nuevos horizontes para evolucionar, para avanzar, para luchar contra esos miedos que nos auto infundimos o que nos va sembrando el paso de los días.
En esa línea, la obra propone una lucha entre lo desconocido y la rutina; además de abordar temas tan universales como el amor, la familia y la amistad. Gracias a todo ello, Rafael convierte su texto en algo reconocible, algo con lo que empatizaríamos en mayor o menor medida cada uno de nosotros con nuestra vida y vivencias.
A nivel narrativo, y siguiendo con la línea de satisfacción de los últimos libros que nos han enviado a EL quinto libro diversos autores ‘desconocidos’, encontramos una prosa pulida y efectiva, pero también llena de pasión e inocencia. Los dos adjetivos típicos y necesarios para la mayoría de óperas primas literarias. Pecando de aquello que pecamos todos, querer decir mucho en cada frase o cada párrafo, y en consecuencia cayendo en una abultada redacción que puede llegar a confundir o saturar al lector en algunos momentos. Sin embargo, todo cabe cuando te desangras; porque a veces, los libros son como los bares: se deben abrir para curar las heridas.
La carga poética y los recursos líricos de los que se nutre el autor son muchos, y dan buena cuenta de la emoción y entrega que Rafael ha depositado en esta obra que parece un gran poema narrativo. Hay frases que se clavan en el alma y que pienso solas cuentan una gran historia:
«Tú odio, me temo, jamás será la mitad del que en tuve yo mismo».
Entre tanto, en todo este viaje literario también se percibe el gran y profundo conocimiento del autor sobre la realidad taiwanesa, ya que las descripciones de lugares y tradiciones locales están impresas con tanta viveza y naturalidad que permiten al lector viajar sin ningún tipo de problema hasta la isla de Formosa.
Por lo que sea, me gustaría acabar con unos versos de una canción de Enrique Bunbury:
Si ya no puede ir peor
Haz un último esfuerzo
Espera que sople el viento a favor
Si sólo puede ir mejor
Y está cerca el momento
Espera que sople el viento a favor
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