Reseña de No es tiempo de peros
Título: No es tiempo de peros
Autor: David Jiménez «El Tito»
Editorial: Versátil
Páginas: 416
Género: Novela negra
Calificación:
Sobre el autor
David Jiménez Martínez, alias “El Tito” (Cartagena, 1978), es licenciado en Biología y agente marítimo de Vigilancia Aduanera. Pero sobre es un buen tipo. En El Quinto Libro ya hemos tenido la oportunidad de charlar con él en la estupenda entrevista que nos concedió hace unos meses, e incluso de hablar de Inspector Solo, la segunda novela de la trilogía protagonizada por el atormentado inspector Marcial Lisón. Con esta No es tiempo de peros (buenísimo ojo han tenido a la hora de elegir el título) David echa el cierre a una apasionante y dura historia iniciada allá por 2016 con Muertes de sobremesa y continuada con la citada Inspector Solo.
Reseña de No es tiempo de peros
Marcial está oficialmente fuera (del trabajo, del caso, casi de la vida), pero ahí sigue al pie del cañón. La agente Zoe está dentro, quizá más de lo que debería, transformándose en algo que se supone que no estaba destinada a ser. A ambos les une el dolor de la pérdida, la rabia por un camino plagado de malas decisiones, la impotencia por no encontrar al Cazador, el asesino cuya detención esperan que actúe como un bálsamo para una existencia que se les está poniendo muy cuesta arriba a ambos.
El Tito ha vuelto y, como era de esperar tras la potente Inspector Solo, lo hace con una obra dura y expeditiva que no da tregua, que ya no se guarda nada. El descenso definitivo a los infiernos de Marcial, arrastrando consigo a Zoe y a todo aquel que entre en su radar. Con No es tiempo de peros llega la hora de destapar la caja de Pandora, de dejar que la dolorosa verdad salga a la luz.
Marcial Lisón es como un saco de boxeo que no deja de ser golpeado sin piedad. Le dan y le dan pero la cadena, ya cascada y oxidada, continúa aguantando el peso, sigue uniéndolo al techo, sigue manteniendo la verticalidad. Marcial es un superviviente, quizás el inspector más duro entre los duros que ha dado la novela negra últimamente. Un personaje esquivo y huraño, violento y decidido, que solo parece albergar un atisbo de sentimiento por su galga Sola.
Pero esta vez el inspector (sería más preciso decir exinspector) no está solo. Quizás nunca lo estuvo, pero en No es tiempo de peros menos que nunca puesto que aquí cobra especial relevancia el personaje que se iba postulando como digno sucesor de Marcial, uno cuyo crecimiento y metamorfosis dan hasta miedo. Estoy hablando de Zoe, por supuesto. La agente Ochoa pasa de rookie a veterana cogiendo vicios de Marcial y actuando con una contundencia tan desconocida como impactante.
Marcial y Zoe, Zoe y Marcial, ellos son el alma de esta historia. David Jiménez imprime un ritmo incesante, apretando a sus personajes lo habido y por haber, asfixiándolos, haciéndonos sufrir con ellos un camino colmado de enrevesadas pistas y muerte. Una historia contada de forma cruda y sin contemplaciones, casi sin esperanza, construida sin andamiajes. La trama, los personajes que nos han acompañado desde las anteriores entregas, sus secretos y sus tormentos, confluyen aquí de una forma magistralmente demoledora.
Nunca Cartagena había sido tan negra como lo es en las páginas de No es tiempo de peros. Una ciudad en la que se respira el peligro, en la que el mal puede surgir de cada esquina, desde la barriada más marginal a la zona residencial más exclusiva. Nadie está libre de pecado, (casi) todo el mundo oculta algo, y ahí la ciudad portuaria brilla posicionándose como un escenario brutal del género en nuestro país.
No es tiempo de peros es una novela contundente y despiadada sustentada en la personalidad, evolución y relación de sus dos personajes principales, unos inolvidables Zoe y Marcial. Una novela oscura y exigente con el lector, que es mejor acoger habiendo leído antes sus dos entregas anteriores para un disfrute máximo. Una novela, una saga, que el aficionado a la novela negra devorará.
No hay excusas que valgan… No es tiempo de peros.