Reseña de Mamíferos que escriben de Manuel Moyano
Título: Mamíferos que escriben
Autor: Manuel Moyano
Editorial: Micromegas (Newcastle Ediciones)
Año: 2018
Páginas: 101 páginas instrospectivas
Género: ensayo
Calificación:
Sinopsis Mamíferos que escriben
Decidir si la literatura puede considerarse un don o una enfermedad es el dilema que aletea en estas páginas. En cualquier caso, resulta fatalmente irrenunciable para quienes le son adictos, del mismo modo en que no se puede dimitir de ser bajo ni desistir de tener los ojos marrones. .Moyano recorre con ánimo proselitista, pero a la vez iconoclasta, la vida y la obra de autores que un día se instalaron en su mente sin propósito de marcharse. En otras ocasiones, transfigurado en una suerte de fetichista literario, visita sus casas o sus tumbas armado de una libreta.
Este libro propone un acercamiento distinto y personal a escritores muy diversos: Auster, Lovecraft, Cioran, Bukowski, Bioy Casares, Dylan Thomas, Lorca, Kipling, Cunqueiro, Cortázar y Borges. También figuran en él creadores próximos al fenómeno literario como Bob Dylan y Kubrick. .El arte en general y la literatura en particular son inservibles pero -la pregunta es de Truman Capote- «si la civilización se desmorona, ¿es dinero lo que sus herederos encontrarán entre las ruinas? ¿O una estatua, un poema, una obra de teatro?».
Dulces casualidades
Pocas veces cae en mis manos un libro tan interesante. Y lo hace de forma casual, como las cosas buenas de la vida. Me hallaba yo a principios de julio, a caballo entre mi residencia de Murcia y mi casa de la playa. Un buen día, cuando ya estaba instalado y disfrutando del mar, me cruzo con el presidente de la comunidad de vecinos y me pregunta si estoy esperando un paquete. Le contesto que sí, porque estaba a la espera de recibir un nuevo cargador para mi portatil.
Por lo visto, la empresa de reparto había intentado contactar conmigo sin éxito, así que optó por dejarle el paquete a un vecino, que casualmente era el más indicado de todos, pues se trataba como ya he dicho, del presidente. El paquete no venía a mi nombre, así que era complicado saber a que vecino pertenecía.
Acompaño al amable vecino hasta su piso, mientras mantenemos una manida conversación de ascensor: que si el buen tiempo, que si el comienzo de las vacaciones. Cuando el ascensor se detiene y nos acercamos hacia su puerta, mi ilusión se derrumbó al comprobar que no era el cargador que necesitaba y que esperaba con tanta ansia, se trataba de un misterioso paquete a nombre de El Quinto Libro.
Ni que decir tiene que cuando subí hasta mi piso y descubrí que había recibido un libro de Manuel Moyano, sentí una gran curiosidad, son los privilegios que mitigan la soledad del bloguero de fondo. A los pocos segundos, se me olvidó por completo el dichoso cargador de marras y comencé a sumergirme entre las páginas de este faro de almas perdidas que es Mamíferos que escriben.
Esta situación, que podría estar sacada de una novela de Paul Auster, es la forma que Manuel Moyano tiene de acercar los que han sido sus autores de cabecera a sus propios lectores. Hasta ese día, no había reunido fuerzas de leer nada de Paul Auster, fue Manuel Moyano (y mi resolutivo vecino) el que hizo que me asomara a la lectura de «Leviatán», una de las mejores novelas del escritor de Nueva Jersey. Y a partir de ahora, una de mis novelas favoritas. Gracias.
Caminante no hay camino
Y es que «Mamíferos que escriben«, es precisamente eso, un ensayo en el que Manuel Moyano enumera sus autores favoritos, compartiéndolo todo con el lector con una confianza intimista, abriendo su corazón. ¿Acaso podría ser de otra manera?
Que nadie espere una tibia letanía de datos biográficos, para eso ya tenemos Wikipedia. Este ensayo profundiza en el carácter de los autores mientras nos confia anécdotas y curiosidades que no hacen más que ayudarnos a entender mejor, las circunstancias de esos escritores. Algo fundamental si se quiere ahondar en las motivaciones de cualquier artista.
¿De dónde surgen las ideas de algunos de los grandes maestros de la literatura? Obviamente, de sus adentros, de sus preocupaciones y en ocasiones de sus tormentos. Vidas rotas al servicio del alcohol, la incompresión o el fracaso con el sexo opuesto. La familia, el amor y la nostalgia de lo perdido, como motor para contar algunas de las más bellas historias de la literatura universal. ¿Cómo si no se puede escribir algo tan grande? ¿Acaso se puede escribir si no se hace desde el corazón, desde el interior de uno mismo?
El arte, y la literatura, como vehículo para transmitir los sentimientos más intimos, como ejercicio de redención en algunos casos o de catársis en otros. El verdadero artista siente una necesidad imperiosa de plasmar en algo, ya sea un libro, una película o una imagen; aquello que siente en lo más profundo de su ser. De lo contrario, quedaría incompleto, ardiendo en sus entrañas aquello que pudo ser y no fue.
Newcastle Ediciones acostumbra a publicar ensayos o libros de viaje, «Mamíferos que escriben» está a medio camino de ambos géneros. Pues en realidad es un viaje iniciático que Moyano realiza para encontrarse con sus admirados autores, para encontrarse con sí mismo.
Y como todo viaje interior, arranca con un viaje real en el que Manuel persigue buscar respuestas a través del conocimiento más cercano de estos maestros de la literatura. Sus hogares, sus lápidas, sus seres queridos. Y lo consigue. Nos acerca a la vida íntima de unos artistas para poder, ahora sí, entender su obra al completo.
En este grupo de escritores, introduce también a Kubrick y Bob Dylan, pues al fin y al cabo también escriben desde lo más profundo de su ser, a través de sus películas o sus canciones.
«Mamíferos que escriben» es una oportunidad única para poder revisitar viejos relatos que tenía ya por olvidados en mi infancia, relatos de Lovecraft o Cortazar, de Bukowski o de Borges. Una obra ésta, que todos deberíamos tener como libro de cabecera, como faro de almas.
