Entrevista a la psicóloga y escritora Lola López Mondéjar
«Desde que gobierna el PP en la región la cultura ha ido en retroceso, y ha ocupado su lugar el folklore y la fiesta».
Hay muchos escritores o escritoras que necesitan un buen psicólogo. No es fácil convivir con uno mismo viendo pasar por tu cabeza tantas historias, personajes, lugares y tramas sin despegarte de un sofá, unos folios o un ordenador. Uno acaba volviéndose loco o loca. Por suerte, Lola López Mondéjar tiene en su propia casa quien psicoanalice toda esa marabunta de ideas hilvanadas y por hilvanar. Y es ella misma.
Psicóloga, psicoanalista, docente en las universidades de Murcia y Sevilla, profesora y miembro didacta del Centro Psicoanalítico de Madrid, coordinadora (1998-2009) del programa literario La Mar de letras, creadora de los Talleres de Escritura Creativa de la Biblioteca Regional de Murcia desde 2005, ensayista, columnista de prensa, novelista, ganadora del Libro Murciano del Año en 2000 y finalista del XXI Premio de Narrativa Torrente Ballester. Da vértigo solo leer el currículum de esta escritora nacida en Molina de Segura en 1958.
Además de todo eso, tiene una voz evocadora y un maravilloso pelo rizado rojizo inconfundible. Pero mejor que nos cuente ella como puede sobrevivir a sí misma.
- Lola, si me permites referirme así a ti. ¿Eres una psicóloga en la mente de una escritora o una escritora en la mente de una psicóloga?
Creo que con el tiempo he ido integrando en una sola esas dos identidades, que al principio vivían por separado. La literatura y el psicoanálisis son dos herramientas que contribuyen al conocimiento de la complejidad de lo humano, se alimentan mutuamente.
2. Tus inicios como novelista llegan relativamente tardíos, y en poco tiempo te conviertes en un referente literario de la Región de Murcia ¿a qué crees que se debe tal situación?
Publiqué mi primera novela en 1997, y antes había escrito artículos desde el periodismo literario para el periódico La Opinión. Quizás sea la continuidad que he mantenido en las publicaciones y el hecho de que me publiquen editoriales nacionales (Siruela las novelas y Páginas de Espuma los relatos), lo que haya contribuido a que muchos lectores me conozcan. También la labor de los clubes de lectura de la región ha facilitado que los lectores se acerquen a mi obra.
3. Casi con cada obra publicada has cambiado de editorial ¿No estabas conforme con lo que te encontrabas o te gusta vivir nuevas experiencias literarias?
No es así. Publiqué mis dos primeras novelas en Fundamentos, luego una en la Editora Regional y pasé a Siruela y a Páginas de Espuma, donde he publicado el resto y donde seguiré publicando, si todo va como hasta ahora. Solo en el ensayo he ido cambiando de editorial con cada uno de mis tres libros, buscando aquella cuyo catálogo podía incluir mejor mi propuesta (Cendeac, Psimática y Grupo5).
4. En tu dilatada trayectoria te habrás encontrado de todo, pero, ¿qué borrarías de todo ese camino?
No borraría nada, conocer la realidad del mundo literario es positivo, como lo es conocer la realidad de la propia vida, si bien esta no es siempre agradable. He tenido alguna decepción, un mal encuentro, poca cosa, si pensamos en las dificultades que tienen otros para vivir. Me siento una privilegiada.
5. ¿Es la literatura un negocio en peligro de extinción?
La literatura no es un negocio para los escritores que escribimos libros que nos son necesarios, aunque el mercado literario sí busque el rendimiento económico. Creo que de una forma u otra, la literatura pervivirá, y el hecho es que cada vez hay más personas interesadas por la escritura, más necesidad de expresarse y también, y esto sí que lo veo críticamente, de publicar, a veces de forma prematura. No se extinguirá de momento, aunque hay menos riesgo en la edición y, quizás, demasiada producción y dificultades para que el lector pueda orientarse.
6. Ahondando en tu conocimiento de la psique humana y desde tu prisma de mujer, nos gustaría consultarte cómo ves, vives y tratas en tus escritos ciertos temas tan de actualidad hoy día como la violencia de género o la lucha feminista.
Toda mi obra parte de una necesidad de dar la palabra a las mujeres. En Mi amor desgraciado (Siruela, 2010) abordo a través de dos voces la relación de mis protagonistas con la maternidad, rompiendo el mito del amor maternal. En La primera vez que no te quiero (Siruela, 2013), la protagonista es una joven de la transición que sufre las consecuencias de una revolución en la que las mujeres volvimos a ser ignoradas en nuestra sexualidad y nuestros deseos. En Cada noche, cada noche (Siruela 2016), retomo la novela Lolita, de Vladimir Nabokov para romper con una lectura donde la niña ha sido demonizada, lo que contribuyó a crear el mito de las Lolitas (palabra que adoptó la RAE), para reivindicar que se trata de una historia de rapto y violación reiterada de un adulto a una púber. Aunque todo esto es así, creo que mis propuestas son estrictamente literarias. No hago novelas de tesis, la idea que me nutre está expresada en formas y estructuras de la ficción. Pero, desde luego, mi literatura muestra una voz que ha estado silenciada, mis protagonistas son mujeres y mis preocupaciones feministas.
7. Otro tema que has tratado mucho, y de ahí, supones, la creación de los Talleres de Escritura Creativa en Murcia, es el de la creatividad y sus por qué. ¿Qué significa la creatividad para ti y en qué influye en una sociedad?
Llevo muchos años investigando los procesos creativos y, de momento, mi conclusión es que creamos desde una herida, desde una falta que nos impulsa a sublimar el dolor y a ordenar el mundo creando una ficción, una realidad paralela que nos protege. No se trata de una creatividad “mercantil”, como la que tanto cunde en los eslóganes de las empresas: Sé creativo. No se puede imponer la creatividad. O al menos no la que a mí me interesa, que surge de una necesidad profunda del creador.
8. De alguna manera, has coincidió en tiempo y espacio con una generación de literatos de la región de Murcia inolvidable como lo son, entre otros, Paco López Mengual, Manuel Moyano, Luís Leante, Antonio Parra, Pérez Reverte, Jerónimo Tristante e incluso podríamos encajar también a María Dueñas. ¿te ves como parte de un movimiento generacional que ha marcado una época?
En absoluto, creo que no tenemos nada en común que no sea nacer o vivir en la región. Nuestras poéticas e intenciones literarias son muy diferentes. No siento nexo alguno, literariamente hablando, con mis contemporáneos. Las generaciones literarias surgen por los vínculos entre escritores/ras amigos/as que influyen en sus obras, en sus propuestas creativas, yo no mantengo ningún nexo con los escritores de la región que afecte de algún modo a mi obra. Aunque conozco personalmente a todos los que citas me siento más cerca de otras autoras con quienes dialogo sobre nuestros libros.
9. Y el nuevo Boom literario de hoy día. Esta nueva prole de escritores emergente. ¿Se está saturando el mercado o la literatura no ocupa lugar?
No creo que el mercado se sature sino todo lo contrario. La pluralidad y la riqueza de voces en un don de la literatura. Animo siempre a leer buscando itinerarios muy personales, y solo si hay variedad de propuestas estos son posibles. Lo malo sería que ocupase todo el espacio un mismo libro, un mismo autor, y se acabase con la biodiversidad en la ficción.
10. Hablando de actualidad y casi ‘desactualidad’ literaria. ¿Cómo ves el hecho de que una ciudad y capital como Murcia no tenga una feria del libro de autores desde 2009 y de repente, durante la semana del libro de abril 2018, asome en la propaganda del plan de fomento un cartel titulado ‘Me leo encima’?
Lo veo como lo que es: un endémico descuido institucional de la cultura. Desde que gobierna el PP en la región la cultura ha ido en retroceso, y ha ocupado su lugar el folklore y la fiesta, que se han promocionado sin cesar. La cultura de calidad crea ciudadanos críticos e informados y esto no es precisamente el interés de un partido que se perpetúa en el poder promocionando la ignorancia. Lo lamento muchísimo. “Me leo encima” es un eslogan que me avergüenza, y que no comprendo cómo ha contado con el favor del responsable político que lo ha seleccionado. La ocurrencia es muy desafortunada.
11. Hablemos ahora algo más de tu obra. Tus letras rezuman drama, intensidad, pasión y crítica. ¿Te consideras una autora transgresora o conservadora?
Creo que tanto formalmente como en el contenido de los temas que trato soy una autora, si no transgresora –a poco que conozcas la historia de la literatura te das cuenta de lo difícil que es la originalidad, ese valor que Harold Bloom consideraba como necesario para ingresar en el canon–, sí que busca una singularidad que se va construyendo en cada uno de mis proyectos. Pretendo que mi narrativa sea intensa, minimalista, busco huir de lo anecdótico para subrayar con profundidad cognitiva lo que considero esencial. Mis novelas rara vez pasan de las 230 páginas, y en cada una de ellas intento dar al lector algo que lo golpee, que le haga pensar o sentir, que lo transforme. Mi ambición literaria es mucha, aunque no siempre alcance mis objetivos.
12. Tu última publicación, ‘Cada noche, cada Noche’, publicada en 2016 sigue su carrera promocional con fluidez. ¿Cuántas noches quedan por contar de Lolita?
Cada noche alcanzó la segunda edición a los dos meses de publicarse, se recibió muy bien, y ahora, con la polémica que ha suscitado el movimiento #Metoo respecto a la necesaria revisión crítica de la obra de autores que han tratado a la mujer de forma degradante (he dedicado un artículo que ha sido muy difundido al respecto en Tribuna Feminista (ver artículo) y en el diario El País (ver artículo el País), ha vuelto a tener vigencia, lo que agradezco como autora. El hecho de que Cada noche haya contribuido a esta polémica tan necesaria ha sido para mí una satisfacción.
13. Con esta novela tratas un tema duro desde una perspectiva aún más dura. Sirve casi como homenaje a ‘Lolita’ de Vladimir Nabokov, pero, ¿es también un grito sobre una situación cruda de nuestra sociedad?
La novela tiene muchas lecturas. Se vertebra alrededor de la hipersexualizació de las niñas como efecto de un deseo sexual masculino que necesita de la pasividad de la mujer, de la construcción de esta como objeto del hombre y la negación de la culpabilidad al poner el acento en la “seducción” de las niñas, lo que no puede estar más de actualidad. Introduzco también la eutanasia, y hacia el final, en el Epílogo, una declaración de principios de lo que para mí es la literatura: una vía de conocimiento, así como la difícil relación entre biografía y ficción, que se confunden y articulan de forma indiscernible. Mi juego es muchas veces metaliterario, deudor de la historia y de la obra de otros (Eurípides y su Medea, Nabokov, Alice Munro, Lucia Berlin, los autores y las autoras que admiro), y por supuesto aspiro a interrogar la realidad social en la que vivo, a cuestionar imaginarios demasiado complacientes y simplistas.
14. Si cada lectura que leyéramos, la releyéramos veinte o treinta años después, cambiaría mucho nuestra percepción de la misma ¿Hasta qué punto te sucedió esto con Lolita y por qué crees que esa obra literaria fue adulterada con su lectura por casi todos?
Como he explicado en otras ocasiones, Lolita se publica en plena revolución sexual de los 60 en Estados Unidos, y en Europa bajo los efectos de la revolución de Mayo del 68. Una revolución sexual androcéntrica, que impone el deseo masculino y lo hace universal. Entonces la intelligentzia francesa defendía incluso la pedofilia, si era consentida, como si un niño pudiese consentir o no libremente frente a un adulto que dice “cuidarlo”. Lolita se interpretó como historia de amor para desculpabilizar a los pedófilos. Aunque es una historia de rapto y violación donde de la niña apenas sabemos nada. Mi novela pretende devolver la voz a esa niña abusada, que no pudo ser tomada en cuenta en un clima de libertad sexual e intelectual como el que exitió durante aquellas décadas.
15. ¿Crees que fue arriesgado para ti escribir y publicar esta novela?
Cuando lo hice tuve cierto miedo, que coloqué en boca de su protagonista, Dolores Schiller, a quien Humbert le dice: Su discurso incomodará a los hombres, Dolores, a los hombres. Y me lo estaba diciendo a mí misma. Luego pensé que en España es muy difícil que haya una auténtica polémica intelectual, seria, con argumentos y debates mantenidos. Lo que ahora sí ha sucedido para bien de todos, si bien no se entró en los matices necesarios para comprender mejor el fenómeno. La novela me ha dado y me sigue dando satisfacciones.
16. Sin que parezca una pregunta comprometida, y aludiendo a algunos aspectos de la novela, ¿se puede ser feliz sin tener sexo?
Completamente. Hay un porcentaje de personas que carecen de deseo sexual sin que eso interfiera en su vida, ni en su necesidad de afecto y de relaciones fraternales. Cuando publiqué la novela algunos lectores asexuales se sintieron muy contentos de que diera visibilidad a través de mi protagonista a esta experiencia humana. Yo ni siquiera sabía que estuvieran organizados; si opté por hacer a Dolores Schiller asexual fue por motivos intrínsecos a mi historia: como antítesis a la hipersexualización que la sociedad había impuesto a su madre, Lolita. Luego me documenté sobre los asexuales y me di cuenta de la dificultad que tenemos de concebir esta opción sin patologizarla o sin sospechar de ellos. Me alegré haber hecho a Dolores Schiller asexual. Otras protagonistas mías son mujeres muy sexuales.
17. Cambiemos de tercio y háblanos de cómo fue tu experiencia en La Mar de Letras.
Extraordinaria. Durante diez años leí sobre la literatura de los distintos países invitados, me puse en contacto con especialistas que me recomendaban escritores y escritoras, los conocí personalmente en noches de música y charlas interminables. Tengo cientos de hermosas anécdotas. Luego vino la censura de la embajada de Marruecos y tuve que dimitir, pero hasta ese momento mi libertad fue enorme y agradeceré siempre esa experiencia a su director, Paco Martín, que me la proporcionó cuando todavía era una autora poco conocida.
18. ¿Hay nuevos lanzamientos literarios a la vista?
Acabo de sacar un libro de ensayo, Literatura y Psicoanálisis. Si digo agua ¿beberé?, que continúa mi trabajo sobre la creatividad que ya publiqué en otros dos libros de ensayo, y donde articulo mis dos disciplinas: la literatura y el psicoanálisis. Y en otoño sacaré un nuevo libro de relatos en Páginas de Espuma.
19. Acabamos como siempre, con nuestra pregunta fija ¿Qué te hace reír y qué te hace llorar cada día?
Me río de muchas cosas, sobre todo de mi. Lloro por el mundo cuando muestra su cara más hostil pero, sobre todo, me hace llorar la belleza allí donde la encuentro.
LA ENCUESTA RÁPIDA DE ‘EL QUINTO LIBRO’
Película preferida: El león en invierno, Anthony Harvey, 1968.
Libro preferido: Ada o el ardor, Vladimir Nabokov
Comida preferida: Berenjenas parmesana.
Color preferido: todos
Lugar preferido: la orilla del mar.
¿Nos cuentas un chiste?: Madre mía, soy una calamidad contando chistes.
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