Reseña de Macbeth

4 julio, 2022 Víctor M. Mirete Ramallo

El mes de los clásicos: Macbeth

Nuestra puntuación

Shakespeare, el rey de la tragedia

La dramaturgia es la representación artística y teatral de la sociedad en todas sus formas. Es el espejo de los tiempos, de las gentes, del lugar. Es el escenario en donde el dramaturgo ofrece a su pueblo un espacio en donde refugiarse de la realidad sin salir de ella.

Hablar de Shakespeare es hablar de la quinta esencia del teatro de la tragedia, de la literatura inglesa y de la universal. Sus obras no escapan al conocimiento de casi nadie, y eso es mucha gente. Hayas leído o no (cosa que me parece muy mal) al autor británico, estás rodeado de su legado y su influjo.

Puede que no lo sepáis, pero hay más de una y más de mil historias que no ha escrito el autor pero que están inspiradas en la obra o el sello que el dramaturgo dejó en futuros creadores.

10 películas que no sabías que están basadas en obras de Shakespeare

  • El Rey León (1994)
  • Ella es el chico (2006)
  • Ran (1985)
  • Planeta prohibido (1956)
  • West Side Story (1961)
  • 10 razones para odiarte (1999)
  • Trono de sangre (1957)
  • Mi idaho privado (1991)
  • Laberinto envenenado (2001)
  • Memorias de un zombie adolescente (2013)

Macbeth, sea quizás una de sus tragedias más memorables y representativas y, sobre todo, la que más reflexiona sobre la relación entre el Rey Jacobo I de Inglaterra y IV de Escocia, su soberano, y él mismo. Representada, se cree, por primera vez en 1606, es sin lugar a dudas una dramatización de la ambición política del momento, algo que siempre está de actualidad.

Si algo permanece intacto en la literatura medieval del autor inglés, es su capacidad atemporal.

La historia nos lo explica todo, y la historia está siempre escrita. Textos como los de Shakespeare, pese a ser ficción, son el retrato más fiel de todos nuestros defectos y virtudes como seres humanos, y por ende, la razón de nuestra existencia.

Su obra es inmensa en cantidad y calidad, paradigma de muchas facetas, referencia de muchos autores venideros e icono de la literatura universal. El conjunto de ella es muy heterogéneo pero sin duda es el autor, para mí, de la moral y de los pecados humanos.

No hay, que yo recuerde o haya leído, obra de Shakespeare que no trate con intensidad y profundidad los recovecos de la condición humana. Ya fuese en comedia, romance o tragedia el estilo de Shakespeare es inconfundible.

Y lo cierto es que lo hace sin adoctrinar, si predicar o darnos lecciones éticas. Tan solo propone, como en un fresco renacentista, las debilidades, defectos y virtudes humanas. Expone nuestros actos y los conduce por sus consecuencias, dejando que el lector elabore su propia reflexión y juicio.

La vida no es más que una tragedia Shakesperiana

No en vano, el día 23 de abril se celebra el día mundial del libro, y la razón, según la Unesco, es que en este día del año 1616 murieron los escritores Cervantes y Shakespeare.

Macbeth, el Rey ambicioso

La ambición, la traición y el sentimiento de culpa recorren cada poro de esta tragedia. Adornado con la típica característica alegórica y misteriosa que visten las tragedias del autor, en donde la desdicha y la muerte son los vehículos que transportan el devenir de unos personajes que se debaten entre el bien y el mal, Macbeth es tan ecléctica y reconocible a la vez, que puede ser re-adaptada de mil formas.

las obras más importantes de Shakespeare

Es difícil discernir cuál es la obra por excelencia de Shakespeare, la más famosa. Muchas podrían serlo (Hamlet, Otelo, El Rey Lear, Romeo y Julieta, El mercader de Venecia, La tempestad, Mucho ruido y pocas nueces, Noche de Reyes…) Sin embargo, nadie diría que Macbeth no lo es, o al menos, su tragedia más conocida, y probablemente la más adaptada.

Versiones cinematográficas
Versiones literarias
Adaptaciones musicales

Y si hablamos de representaciones teatrales, la lista sería infinita, en todo el mundo, desde el siglo XVII hasta nuestros días, siendo además la primera obra de William Shakespeare que se representó sobre los escenarios españoles en traducción directa del inglés, concretamente en el Teatro de Madrid el 13 de diciembre de 1838, en versión de José García de Villalta y con interpretación del murciano Julián Romea.

Como comentaba más arriba, su carácter universal y atemporal la convierte en una obra eterna, adaptable a todas las épocas y cuyos personajes siguen representándonos como especie. Una especie que por genética se debate entre la maldad y la culpa, entre el egoísmo y el tormento, entre la vida y la muerte.

Ese es a mi juicio el ingrediente más primario de esta obra y el que la convierte en un abrupto e intenso texto. Es difícil escapar al embrujo de Macbeth, a su capacidad para turbarnos y para recordarnos que somos nuestros propios fantasmas, nuestros sueños y pesadillas.

Somos dueños de nuestros deseos y presos de nuestras ambiciones

Muerte, brujas, guerra, asesinatos, traición, poder, sufrimiento, alucinaciones… Macbeth es una obra teatral tremendamente disfrutable. Es la pieza perfecta para aquellos que aún no se hayan introducido en el género, para aquellos que aún no hayan sucumbido al encanto de los teatros.

Buscad el libro y buscad la ciudad donde se represente, porque Macbeth siempre se representa. Puede que incluso en tu propia casa.

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Víctor M. Mirete Ramallo

Escritor murciano nacido en 1982, Autor de la “Saga de Ficción Histórica de Frédéric Poison” y cuyo lema es: «La vida no consiste en vivir de ilusiones, sino en vivir ilusionado.

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