Análisis de la novela de Sergio Vera, Quién pilló al Bobo Feroz
Título: Quién pilló al Bobo Feroz
Autor: Sergio Vera
Editorial: Libros que no muerden
Páginas: 150
Año: 2019
Calificación:
Autor
SERGIO VERA, nacido en Cuenca en 1986, ha completado los estudios de Magisterio de Lenguas Extranjeras y Psicopedagogía en la Universidad de Castilla- La Mancha (UCLM), consiguiendo en ambas ocasiones el Premio Extraordinario de la UCLM y el Premio Nacional de la ONCE. Doctor en Comprensión Lectora por la UCLM, desde 2018 ejerce como orientador educativo, cuyo centro actual es el IES Pedro Mercedes.
Fundó en 2010 Las Casas Ahorcadas, elegido mejor club de lectura de Castilla-La Mancha en 2016 y desde 2013 organiza el festival de novela criminal del mismo nombre. En estos momentos, compagina su labor docente con la literatura, ya que está desarrollando el proyecto educativo ‘Con sangre entra’, en el que pretende emplear el género negro para animar a la lectura a alumnos de Educación Primaria y Secundaria.
Sinopsis de la obra
¿Quién se traga eso de que los cabritillos salieran vivitos y coleando de la tripa del lobo? ¿Y que Caperucita no le viera las orejas a primera vista? ¿Y si todo lo que sabes de los cuentos que conoces no fuese más que eso, puro cuento? Porque en Cuentown, la pequeña ciudad donde conviven los personajes de los clásicos de la literatura infantil, mucha gente vive del cuento. Y si no, que se lo digan al pobre Quentin Pulp, un lobo tierno y vacilón que se muere de hambre como narrador por negarse a publicar historias con moraleja y final feliz. Pero cuando un día los matones de su casero, los tres cerditos, echen su puerta abajo para saldar deudas, nuestro simpático protagonista no tendrá más remedio que convertirse en las dos cosas que más había odiado una vez: un cuentista y un lobo feroz. Una original y gamberra novela negra llena de guiños y juegos de palabras que hará que mayores y medianos se lo pasen como enanos.
Reseña
Sembrad, sembrad, malditos.
Eso diría cualquiera de los clásicos de la novela negra si hubiera tenido la fortuna de leer esta delicia que se acaba de sacar de la manga Sergio Vera, maestro, psicopedagogo y apasionado “negrote” (como diría Charo González, la seguidora más importante de los festivales negros), responsable del certamen conquense Las casas ahorcadas. Toda esa pasión la ha trasladado Sergio a este texto, en el que un lobo, cansado de ser feroz en el injusto y supuestamente idílico entorno de Cuentown, se declara en rebeldía y se niega a escribir finales felices.
Algún malpensado podrá argumentar que, claro, tomando los cuentos clásicos es muy fácil hacer revisitaciones y versiones, ojalá el soplido lobuno le tire la casa, porque lo que ha hecho Sergio va mucho más allá, construye con esos personajes una novela negra para jóvenes, en la que nuestro lobo (Quentin Pulp, atentos a la onomástica) tiene deudas y es perseguido por tres cerdos ávidos de cobrar, una novela en la que este especialista en cuentos tiene que ver cómo un tal Calleja le roba los argumentos, y en la que los personajes más reconocibles de la cuentística, abuelas, niñas y muñecos de madera incluidos, aparecen y desaparecen de manera esporádica y escurridiza.
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¿Y entonces por qué? Pues primero por diversión, por mero disfrute literario y genérico, pero también para ir sembrando en los más jóvenes el veneno del género negro, al tiempo que el humor y la capacidad de reírnos hasta de nuestros mitos infantiles (ahí están Heidi y Pedro, que el lector se prepare y luego juzgue). Y también, cómo no, para rendir homenaje a autores negros, a películas y cineastas, incluso a compañeros literarios de la actualidad.
Quien dude de que la literatura pueda divertir a los más jóvenes sin tratarlos como a lerdos, que se acerque a esta obra, ellos, los jóvenes, la van a disfrutar, pero los adultos nos lo vamos a pasar todavía mejor.
Salva
Si consigue arrancar durante un rato a algún niño de las garras de las pantallitas electrónicas ya estará bien. ¡Suerte!
https://imagoestinaqua.blogspot.com/
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Cristóbal Terrer Mota
Tal cual… totalmente conforme con lo que dices. Gracias por comentar
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Juanma
me parece increible que los libros como este se lo tomen como una separacion de aparatos electronicos y no como arte. Solo quiero decir que es lamentable que por gente como vosotros la vida en la literatura se esta convirtiendo en una simple raya hacia videojuegos. Lamentable los videojuegos tambien son arte y si no piensas eso y piensas que son una «chorrada» o simplemente son una tonteria estas muy equivocado. Solo quiero decir que cualquier cosa con esfuerzo abierta para el publico se deberia considerar arte. Que conste tengo 12 años
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