La Princesa de hielo: primera novela de Camilla Läckberg
Título: La princesa de hielo
Autor: Camila Läckberg
Edición: Maeva (Embolsillo)
Año: 2007
Páginas: 416 páginas de frío y crimen
Calificación:
Sinopsis de La princesa de hielo
Cuando la joven escritora Erica vuelve a su pueblo natal tras el fallecimiento de sus padres, no se puede ni imaginar que se verá envuelta en la truculenta historia de un crimen cuyos protagonistas no son otros que sus propios amigos de la infancia. Cuando su amiga Alex es encontrada muerta, aparentemente suicidada, se descubre que no sólo fue asesinada sino que además estaba embarazada, lo que multiplica así las conjeturas de Erica y de la policía.
Las novelas que llegaron del frío
Cuando la novela negra parecía denostada y considerada como un género menor, apareció la denominada novela negra nórdica: las novelas que llegaron del frío. Este nuevo género, aunó a un buen puñado de escritores que supieron imprimir a sus obras una mayor carga emocional. Parecía que ya no interesaba tanto el proceso policial, sino más bien, la vida personal de sus protagonistas: sus anhelos, tormentos o deseos.
De este modo, el lector se identifica mucho más con los personajes, empatiza con ellos. Los entiende o los detesta. Camilla Läckberg, junto con Stieg Larsson, es una de los grandes referentes de esta nueva novela negra. Sobre todo, porque su protagonista Erica no es una policía, sino una escritora. Así que ella hace de hilo conductor de todos los casos y asesinatos. El lector los va descubriendo de su mano, nos introduce en el trabajo de investigación con la mirada de alguien ajeno, equilibrando un tanto la carga dramática que conllevan unos crímenes desgarradores.
Leí hace tiempo que la autora ya escribía pequeños cuentos para sus amigos, cuando solo contaba con cuatro o cinco años de edad. Lo llamativo, es que estos cuentos tenían un trasfondo bastante oscuro, y se hallaban más próximos a relatos de terror, que a lo que se supone debería salir de la mente de un niño tan pequeño. Algo oscuro y macabro parece haberse instalado en las sociedades escandinavas.
La sociedad feliz y perfecta que nos venden con cada informe publicado en tal universidad, de pronunciación imposible, parece contradecir la visión que los autores nórdicos de novela negra realizan de sus ciudades y pueblos. El clima, puede llegar a ser un condicionante en lo que al crimen se refiere. Y en estos países, sobre todo en algunas zonas más aisladas, puede resultar extremo.
No es que cualquier sueco esconda un cadáver en el armario, ni mucho menos, pero sí es cierto que los largos inviernos pasan factura. Y un pueblo aislado del resto, por toneladas de nieve, parece ser un buen lugar para esconder tus crímenes.
La sociedad nórdica ha sido preparada para crear individuos independientes, solitarios, adaptados a las condiciones climatológicas. Pero el ser humano necesita relacionarse con otros, y esto, puede crear la ruptura de un vínculo social que conlleve a comportamientos agresivos o desviaciones de la mente.
Lo sorprendente es cómo ese tipo de literatura ha podido conectar de forma tan directa con otro tipo de sociedad -como puede ser la española, o la norteamericana-, en las que este tipo de novelas se convierten en best-sellers y sus autores en ídolos de masas.
Lo cierto, es que parece que el ser humano tiene esa necesidd de conectar con sus sentimientos más oscuros. Asomarse a la maldad del hombre siempre ha sido algo que nos ha llamado mucho la atención. Por eso, las novelas nórdicas, con esa pátina de aire costumbrista y personajes carismáticos nos gustan tanto.
La princesa de hielo es la primera novela de Camilla Läckberg -sin contar algunos de sus cuentos arriba mencionados-. Sienta las bases para una saga literaria que mantiene atrapados a millones de lectores en todo el mundo. Su protagonista, Erica, tiene fuerza. Es alguien normal y corriente, que se enfrenta a investigaciones a las que todos nos gustaría tener acceso. Pero sobre todo, se enfrenta a problemas familiares y personales a los que todos nos enfrentamos en nuestra vida.
Así pues, tendrá que enfrentarse a la persecución de un criminal, pero también -y quizás más importante- al marido maltratador de su hermana, o a las habladurías de un pueblo excesivamente pequeño, en el que nada es lo que parece, y en el que los años de aislamiento han tejido una maraña de tensiones y viejas rencillas sin resolver.
Se dice que en las sociedades que viven en condiciones climáticas extremas, existe una amabilidad tan exagerada como impostada. Siempre andan pidiendo perdón, permiso o saludando de forma muy educada y pomposa. La razón: nunca se sabe si un pequeño empujón en la cola de la librería, puede ser el detonante que haga saltar la chispa de la violencia.
Del entorno del personaje de Erica, nos enamoramos muy pronto. La hermana desvalida que luchará por salir airosa de su situación sentimental. El exnovio del instituto que se ha convertido en el mejor amigo de Erica, los sobrinos, y por supuesto, el noviete de pueblo, que tras toda la vida sintiendo un amor no confesado, consigue que la prota -la chica de ciudad- caiga rendida a sus brazos, a sus encantos inocentes y bondadosos.
El punto fuerte del libro lo encontramos en esa capacidad para atraparte tras leer las primeras páginas, sin ser una literatura excepcional, te encuentras a ti mismo devorando páginas y más páginas, pese a que la madrugada hace tiempo que se instaló en tu reloj. Ese es el acierto. No hay nada mejor que una novela que te atrape. Que nadie espere disquisiciones intelectuales o disertaciones reflexivas. Aquí la historia y los personajes son los que mandan y los que imponen el ritmo.
Quizá hecho en falta un personaje más complejo, solo Larsson -en su saga Millenium- consiguió crear un protagonista diferente y rompedor, de esos que te vuelan la cabeza: Lisbeth Salander. La mayoría del resto de autores, lo consiguen usando la técnica contraria: desarrollando personajes tan parecidos a nosotros que terminan por encantarnos.
Para terminar, hay que mencionar a Fjällbacka el pueblo natal de la Läckberg, que aparece como leitmotiv de todas sus novelas y aventuras. No sé si sus vecinos estarán contentos con que su vecina haya imaginado tantos crímenes macabros en su localidad y alrededores, aunque seguro que el incremento del turismo y la fama mundial que han logrado, sirve para perdonarle cualquier cosa.
Fjällbacka tiene todos los ingredientes para que ejerza un magetismo en el lector. Un pequeño pueblo perdido, que refleja la idiosincrasia de la Suecia más profunda y rural. Alejado de las convicciones y estándares de la gran ciudad. Un lugar en el que el lector cree a pie juntillas, que allí, tras la amabilidad impostada de sus vecinos, pueden suceder cosas. Cosas oscuras. Cosas que conectan con nuestro lado más oscuro, ese que todo ocultamos bajo una máscara. ¿Te atreves?
Puedes leer más reseñas de Cristóbal Terrer haciendo clic en el enlace.
Literatura para adolescentes
Es curioso, hace días llegó a mis manos la novela gráfica basada en este libro y la verdad es que me gustó mucho, porque desde la primera página no pude despegar mis ojos de la historia hasta llegar al final. Eso me hizo querer leer este y otros libros de la autora, me encantan los thrillers.
Buscando información sobre Camilla Läckbergh llegué a su blog, y he de decir que me parece muy interesante todo lo que os publicáis; yo soy muy bibliófila pero no siempre puedo hablar de estos temas con mis amigos, porque no leen tanto como yo.
Quería preguntar, ¿conocéis algún libro aparte de los ya famosillos (Harry Potter, After, etc.), que sea actual y bueno para adolescentes? ¿Cuál recomendarían?
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Cristóbal Terrer Mota
Muchas gracias, nos alegra que te haya gustado el blog. Aquí nos tienes para hablar de literatura. Respecto a recomendaciones para adolescentes, sin ser nuestro fuerte, te puedo recomendar la Herencia del Profesor. Novela escrita por nuestro compañero Víctor Mirete, que es una buena forma de adentrarse en la novela de aventuras histórica 😉
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