Entrevista a Toni Hill escritor y traductor

8 febrero, 2018 Víctor M. Mirete Ramallo

Entrevista al escritor Toni Hill

Las novelas, como las historias de amor intensas, te dejan un poco exhausto

TONI HILL GUMBAO. Traductor y escritor español de la firma Random House Mondadori, ha hipotecado toda su vida a las letras, pero se ha asegurado de tener un sustancioso aval de talento que le garantiza el éxito. Lleva más de diez años dedicado por completo a la literatura, ha traducido a escritores de la talla de David Sedaris, Glenway Wescott, Peter May o Rabbih Aamedidine; y sus propias novelas están siendo traducidas a muchos idiomas (francés, griego, alemán, holandés, polaco, finlandés, Italia).

Nacido en Barcelona, en 1966, es también licenciado en psicología, lo cual le dota de un sesudo y profundo conocimiento de la mente humana. No en vano, según lo vemos en ‘El quinto libro’, Toni es de esas personas que dicen lo que piensan y que piensan todo lo que dicen.

Sus obras, tanto la saga del inspector Salgado (El verano de los juguetes muertos, Los buenos suicidas y Los amantes de Hiroshima) como su última obra ‘Los ángeles de hielo’ ya son un referente en el panorama literario nacional. Miles de personas conocen su obra, pero nosotros queremos también conocer a la persona. Veremos si Toni es capaz de levantar un poco su piel con nuestras preguntas.

1. La primera pregunta nos vas a permitir que sea algo indiscreta: ¿Has matado ya todos tus juguetes o aún sigues siendo un niño?

Más bien los vas guardando, ¿no? De hecho eso ya sucedía cuando aún eras niño: los nuevos juguetes desplazaban a los viejos, pero de repente te entraban ganas de volver a sacar ese con el que creías que ya no ibas a jugar más. Yo creo que debemos asumir la edad adulta, los Peter Pans me resultan un poco cansinos, sin abandonar del todo esa sensación de sorpresa o de ingenuidad ante momentos especiales.

2. ¿Qué añoras más de tu época infante, y qué te gustaría olvidar?

No he sido muy nostálgico, la verdad, aunque ahora, por temas profesionales he revisitado un poco esos años y francamente fueron bastante singulares. Piensa que yo nací en el 66, en el 75 tenía nueve años, y ya pasé la adolescencia en los ochenta… Por olvidar, olvidaría el colegio, que era bastante aburrido y alguna que otra bronca, jaja. Como todos, supongo.

3. Hay quién asegura que un traductor, en ocasiones se convierte en la persona que reescribe la novela traducida y que con ello se evapora parte de la esencia del autor original ¿Es difícil, llevando un escritor dentro, apartar tu estilo en beneficio de la obra traducida?

Son trabajos distintos que comparten una materia prima común que es el lenguaje. Como traductor tu deber es adaptar una obra a un idioma diferente, manteniendo el estilo del autor original. Claro que uno al final acaba escogiendo y tomando decisiones, y ahí siempre entra tu gusto personal, pero nunca “traicionando” el espíritu del autor.

4. ¿Cuándo y por qué acabó el Toni traductor para dar paso el Toni autor?

No sé si acabó, o se está tomando unas largas vacaciones… Hubo un momento en que tuve la oportunidad, por tiempo y dinero, de dedicar unos meses a un proyecto que llevaba mucho tiempo dándome vueltas en la cabeza. De ahí salió El verano de los juguetes muertos y a partir de entonces ya no he parado. Pero, ¿quién sabe?

5. Cuando un escritor crea un personaje para una saga, sin duda se convierte de alguna forma en parte de su vida literaria y personal. En tu caso, durante tres novelas, por ahora, Héctor Salgado te ha acompañado en ese camino, pero ¿Qué es lo que tiene Héctor que no tenga Toni y quisiese tener, y viceversa?

Héctor es mucho más listo que yo. Y liga muchísimo más, con ese aire medio melancólico y ese acento argentino que no se ha borrado del todo. Por otro lado, para vengarme, le mandé dos o tres reveses bien fuertes a lo largo de las tres novelas, jaja. Si Héctor pudiese responderte te diría que la vida de Toni Hill es mucho más tranquila que la suya, sin niñas flotando en piscinas ni jóvenes desaparecidos, pero estoy seguro de que me envidiaría poco… Compartimos la afición al cine, eso sí, y una manera de ver la vida que no es pesimista aunque tampoco de un optimismo exagerado. La realidad es la que es, y no da para engañarse demasiado.

6. Nacido en Barcelona explica en parte que hayas elegido el cuerpo de los Mozos de Escuadra para tu personaje, pero ¿por qué decides escribir novela policiaca o negra para lanzarte al gran público?

Eso siempre lo tuve claro. No para toda mi carrera, pero sí para mi debut. A mí siempre me ha parecido muy divertido leer y escribir novela negra, jugar con la información, diseñar personajes más o menos turbios, analizar la violencia y, por extensión, a la sociedad que la ejecuta. Fíjate que los crímenes y los motivos que los provocan son bastante universales (se mata por codicia o por frustración, básicamente), pero los modos y maneras ya varían mucho según el tipo de país. Aquí hay relativamente pocos serial killers, al contrario que en USA, por poner sólo un ejemplo.

7. En los Ángeles de hielo, aterrizas con más fuerza en tu vertiente psicóloga, aunque también se percibe en tus otras obras un tinte reflexivo y crítico muy marcado. ¿Qué parte del ser humano tratas de mostrar en tus obras?

Eso va en función de la obra. Yo intento que cada una de ellas tenga un tema de fondo, más amplio, que supone un marco conceptual. No es que las novelas tengan una tesis ni nada de eso, pero sí de escoger un tema más global. Por ejemplo, en El verano de los juguetes muertos, se hablaba de la familia del siglo XXI, en cómo ha cambiado y, sin embargo, sigue generando conflictos (celos, abandonos, expectativas frustradas…). En Los ángeles de hielo me apetecía hablar sobre la represión y el engaño, y cómo ambos desembocan en algo que llamaban “locura”. Lo que está claro es que me interesan más los aspectos oscuros de los personajes, esos que no distingues a primera vista.

8. Es casi como preguntarle a un padre, a cuál de sus hijos quiere más, pero si fueses lector de ti mismo, y únicamente lector, ¿con cuál de tus novelas te casarías, literariamente hablando?

¡Sería un marido muy infiel! Me va un poco a días, la verdad. Hay momentos en que aprecio mucho la frescura de la primera, o la trama de Los buenos suicidas o la recreación de una mente perturbada en Los ángeles de hielo. Pero siempre tendré un lugar especial para la tercera de la trilogía, Los amantes de Hiroshima, porque casi acaba conmigo. Es una novela muy compleja y estoy bastante satisfecho de cómo quedó ese final para Héctor y Leire.

9. Es ya muy manida la pregunta de quiénes son tus referentes literarios, qué escritores de cabecera tienes o cuál son tus obras preferidas, pero nosotros queremos ir un paso más allá con estas preguntas típicas, aprovechando que eres un gran lector, y convertirnos en vaticinadores del futuro literario ¿Qué escritores actuales crees que serán los grandes referentes y clásicos del futuro?

Eso es dificilísimo, porque ahí interviene también el factor suerte, el factor oportunidad… Hay gente joven que está haciendo cosas muy interesantes (pienso en autores como Juan Gómez Bárcena o Cristina Morales, que presentan una madurez literaria alucinante), pero el camino es largo y, tampoco seamos ingenuos, el éxito no depende únicamente de la calidad: hay muchos elementos que juegan (la oportunidad de escoger un tema, la capacidad de algunas editoriales de crear verdaderos fenónemos…). Un caso bastante obvio es el de Aramburu y Patria, un autor que llevaba una carrera sólida pero que ha sido ahora, con ese novelón maravilloso, cuando ha logrado el éxito y el reconocimiento popular.

10. ¿Qué haces cuando acabas una novela? Y no nos referimos a registrarla, enviarla a la editorial o corregirla, sino a ti. ¿Qué sucede cuando pones punto y final a una novela?

Lo escribí el otro día en redes sociales. Una novela te absorbe tanto, ocupa tu vida de una manera tan abrumadora, que cuando la terminas te quedas un poco “hueco”, como si te hubieran jubilado de repente y ahora dispusieras de mucho tiempo libre. Yo decía que te sentías como los perrillos abandonados en la carretera: un poco perdido y con ganas de ladrarle a los coches (¡ya tengo novela!), pero claro, al mundo así en general le da lo mismo que hayas terminado eso que para ti es tan importante, así que te hacen luces y siguen su camino, jeje.

11. Sabemos que eres un escritor muy meticuloso. Llevas al extremo de forma personal la corrección de tus obras ¿Disfrutas con ese aspecto de tu trabajo o llega a convertirse en un martirio?

Es un poco todo. Yo creo que lo disfruto hasta que ya llega el momento en que no doy más de sí, y es ahí cuando tienen que entrar opiniones y sugerencias externas. De todos modos, yo nunca lo llamaría “martirio” (hay trabajos muchísimo peores), sino más bien agotamiento. Las novelas, como las historias de amor intensas, te dejan un poco exhausto.

12. ¿Qué ingredientes, según Toni, debe tener una novela para llegar al gran público?

¡Ojalá lo supiera! La gente habla de los ingredientes del best-seller, como si existiera una receta secreta, la famosa fórmula de la Coca-Cola, y nada más lejos de la realidad. ¿Qué tienen en común El código da Vinci, Los hombres que no amaban a las mujeres, Harry Potter y Cincuenta sombras de Grey? Pero sí me parece obvio que, si hablamos de éxito comercial a gran escala, la novela tiene que llenar un hueco que estaba vacío. No había un héroe juvenil con el atractivo temático de Harry; la novela negra se revolcaba en sus propios elementos hasta que apareció Larsson con una protagonista muy fuerte y muy rompedora, y la literatura romántica pedía a gritos que apareciera una relación turbia con toques de SM light… Pero eso lo sabemos a posteriori, cuando algo se convierte en un éxito y dices, ¡ostras, sí!

13. No vamos a hablar de política, pero… Hace unos años, un escritor comentó en una entrevista que la literatura es peor que la política ¿compartes esa opinión?

No acabo de entender en qué sentido se usa ese “peor”, pero la verdad es que no lo creo. Mirad los escándalos políticos de corrupción, las luchas de poder dentro de los partidos (incluso de los “nuevos”). Los autores no tenemos esas historias, al menos que yo sepa. Hay cotilleo, sí, y una cierta desconfianza ante los que obtienen el éxito muy rápido, pero en general somos un gremio bastante pacífico y cordial.

14. El mercado literario actual, las listas de ventas, la eclosión literaria, el logarítmico mundo digital ¿Cómo ves el mundo al que le has empeñado tu vida desde tu fuero más interno?

Es un mundo muy atractivo, que al mismo tiempo puede ser muy frustrante. Yo no tengo grandes motivos de queja, pero me consta que hay mucha gente luchando por abrirse paso y con la impresión de que esas horas de trabajo no llegan luego a ninguna parte. Hay mucho ruido, mucho libro del año, mucha queja porque se lee poco, mucho análisis de la influencia de las redes, etc, etc,. Y luego, al final, a pesar de algoritmos y de fajas promocionales, esta historia se reduce a un momento que es bastante mágico: alguien se sienta en su casa, en su sofá, o en un tren, y empieza a leer ese libro que has escrito, a veces muchos años antes. Ese lector ni siquiera te conoce en persona, y tienes que seducirlo a través de tu texto, de tus palabras, de tu historia, de tus personajes. Si lo logras, ya has cumplido tu misión. Si lo consigues con muchos, ya es la bomba.

15. Antes de acabar, cuéntanos que proyectos futuros tienes en ciernes.

Tengo una novela recién terminada, que se publicará a lo largo de este año… Pero no puedo deciros mucho más de momento, aparte de que, ahora mismo, aún sigo viviendo en ella y me encanta.

16. Y ahora sí, acabamos con nuestra pregunta fija: ¿Qué te hace reír y qué te hace llorar cada día?

Yo me río bastante y lloro poquísimo, gracias a Dios. En realidad me río y me cabreo más que llorar, pero sí me entristece la sensación de impotencia a veces con temas que deberían estar resueltos… ¿De verdad que después de trabajar toda su vida alguien merece vivir a los 70 años con una pensión que no da ni para comer, y encima tener que oír que “el problema es que vive muchos años”? Es para llorar un poco y luego salir a soltar cuatro gritos (y alguna cosa más).

La encuesta rápida de ‘EL QUINTO LIBRO

Película preferida: Dos… El Padrino y Eva al desnudo

Libro preferido: Desgracia, de Coetzee

Comida preferida: Paella de marisco

Color preferido: (depende de para qué, jaja)

Lugar preferido: Hay días que el sofá de casa. Otros, Roma.

¿Nos cuentas un chiste? : Mejor no pierdo los pocos lectores que pueda tener, jaja.

 

Datos de contacto de Toni Hill

@tonih_hill (Twitter)

@toni.hill.autor (Página de Facebook)

tonihillgumbao (Instagram)

www.tonihill.es

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Víctor M. Mirete Ramallo

Escritor murciano nacido en 1982, Autor de la “Saga de Ficción Histórica de Frédéric Poison” y cuyo lema es: «La vida no consiste en vivir de ilusiones, sino en vivir ilusionado.

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