Bilogía Viento y agua
Volumen I: Al filo del agua
Volumen II: El agua que mece el viento
Sinopsis
Hermana Menor nació en el momento exacto en que un rayo rompió la tierra en dos al norte del río, por eso no se molestaron en darle un nombre, «quién querría una mujer que mira al oeste y solo tendrá pájaros en la cabeza».
La llegada al mundo de Uther Byrne fue un secreto, su madre tuvo que huir y recaló en una ladea del sur de China, aunque le aseguraron que nacer a la hora del tigre solo auguraba buenas nuevas para el recién nacido.
Y una mañana cualquiera, el niño que había nacido en el año del dragón conoció a la niña que no tenía nombre.
En una China, que vive a caballo entre costumbres milenarias y los temibles avances que imponen a golpe de tratados con los diablos extranjeros, nace una historia de amor prohibida y secreta.
Un amor épico en tiempo convulso
Estos dos libros, según la velocidad de la literatura de hoy en día, no son una novedad, pero sí creo que son unos grandes desconocidos. Los leí al poquito de salir, en digital, porque no existía la posibilidad de poder hacerlo de otra manera, hasta este verano cuando, por fin, la editorial nos dio el gustazo de hacerlos tangibles. Y yo me hice con ellos, y los volví a leer. La gran cantidad de libros que se publican a diario hace que se pierdan demasiadas obras que merecen la pena, obras que no cuentan con el apoyo de una gran campaña de publicidad o cuyo autor no es conocido, y que no llegan a oídos de la mayoría. Esta historia es una de esas pequeñas maravillas y por eso quiero presentárosla.
Mia ha escrito una historia de amor inmensa, una de esas grandes historias que traspasan el tiempo, de las que te aprietan el corazón y se quedan contigo. Y la envuelve en un periodo histórico convulso y un contexto social desconocido para muchos, la china de principios del siglo XIX, un momento en el que las tradiciones milenarias chocan con un mundo que avanza y que ha traspasado sus fronteras.
Los dos grandes protagonistas son Yu Cao y Uther Byrne, es su gran historia la que hilvana todo lo demás. Para ello, Mía Martín utiliza tres líneas narrativas. Cao, la Condesa de Carmarthen, en el presente narrando su historia al periodista Harold Hans, unas cartas escritas por ella, que nos permiten conocer la controvertida y apabullante personalidad de Cao, y los viajes al pasado de lo que la condesa va narrando.
«Mis memorias se convierten estos días oscuros en barro, pero sin agua se enquista. El abandono erosiona y luego resquebraja esa masa informe que soy hasta que solo queda polvo, polvo que se disipa con el viento, viento cruel»
La forma de narrar de Mía Martín está llena de musicalidad y de mil matices y colores, su pluma hace prosa la poesía. Tiene un lenguaje rico y un vocabulario específico de la época y del lugar, por lo que, al final, ha añadido una guía de términos, para que sepas, por ejemplo, que un chico de boca amarilla es un cobarde.
El primer volumen de la bilogía tiene un ritmo narrativo más lento, que no aburrido, el que corresponde con la presentación de todos los personajes, del espacio oriental en el que sitúa la historia y de la edad de los protagonistas, que van creciendo ante nuestros ojos. Y, por mucho que lo parezca cuando estás en ello, uno no crece deprisa.
El segundo libro sigue la estela del primero en cuanto a forma narrativa y ese ritmo único y especial, pero nuestros protagonistas son adultos y les ocurren cosas, por lo que podría parecer que es más dinámico. Además, en este tomo, nos movemos no solo por China, sino por Irlanda, Perú o Escocia.
Todas las tramas se van engarzando como en un viejo baile, uno que no pierde nunca el ritmo y en el que todos los bailarines fluyen con sutileza para hacer encajar toda la pieza como la autora quería. Es la historia de un amor maravilloso, tortuoso y destinado a fracasar desde el principio, pero no es solo eso.
Es la historia de una sociedad que estaba cambiando, de su resistencia a esos cambios y a los que los traían. La familia era el pilar de la sociedad china, con unas normas muy claras de funcionamiento que nadie cuestionaba, y en la que la mujer, siempre supeditada a una figura masculina, tenía su propia escala de valor.
Esa dualidad de lo tradicional y las costumbres más modernas que llegaban del exterior están representadas, sobre todo, en Cao, a quien desde el principio la conocemos fascinada por lo que viene, la vemos pelear entre lo que desea y lo que debe hacer. Su personaje está construido de una manera magistral, la conocemos desde su propia voz y sin ningún tipo de subterfugio y, a pesar de saber en profundidad cómo era la sociedad china de principios del XIX, empatizas con ella desde el principio.
Uther para ella representa todo lo desconocido y, en él, Mía ha descrito a un verdadero dragón. Un hombre duro, fuerte, cabezota y con un fuego que puede llegar a quemar, a todos, incluido él mismo. El resto de personajes están construidos con el mismo realismo, se desarrollan y crecen al mismo ritmo que los principales, llenos de claroscuros y como un complemento perfecto a la pareja protagonista. No puedo dejar de hablaros de la abuela de Cao, una mujer dura, firme, tras el que esconde el miedo y el cariño por su nieta.
«Desde que pudiera recordar, los ojos de su nainai jamás la había contemplado con tanto odio y resentimiento, como si nunca hubieran compartido juegos y risas, besos y caricias. Parecían los de una extraña que no reconoce su propia sangre».
Mía ha dejado patente que ha hecho una inmensa labor de investigación y documentación, y que ha sabido utilizarla, pues no es un libro lleno de datos y de las mil cosas que ha debido encontrar en su camino, sino que todo ello sirve para hilar la historia, para hacerte conocer y disfrutar, o no, de las costumbres y tradiciones chinas sin que te des cuenta. Del mismo modo, la autora nos muestra el gran amor que siente por la cultura china, por su literatura, con varias menciones y trozos de poemas y textos, por su cine y su música.
Como dije al principio, la enorme producción literaria y la variedad de canales para acceder a ella, hace imposible llegar a todo y, por eso, tengo claro que nos perdemos montones de historias que deberían ser leídas. Y por ello, hoy quiero abriros los ojos a esta pequeña joya escondida, ojalá le deis una oportunidad.
«Olvidé que pertenezco a la ribera fangosa y a las flores marchitas, olvidé que estoy abajo, al filo del agua, a punto de ahogarme».
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Sobre la autora
Mía Martín nació en Santa Cruz de Tenerife, aunque vive en la vecina Gran Canaria. Es licenciada en Derecho, madre de una pequeña y una gran lectora. Escribe en su tiempo libre sobre el amor y otros misterios.
La puedes encontrar en redes sociales como en Twitter: @MiamartinR o Instagram: @miamartin.2013
Ficha técnica
- TITULO: Al filo del agua – El agua que mece el viento
- AUTOR: Mía Martín
- AÑO DE PUBLICACIÓN: 2020 – 2021
- GÉNERO: Romántica histórica
- EDITORIAL: Selecta
- PÁGINAS: 377 -500