Reseña de ¿Dónde está nuestro pan?
La novela que protagoniza el hambre
Título: ¿Dónde está nuestro pan?
Autor: Abel Aparicio
Editorial: Marciano Sonora Ediciones
Año: 2020
Páginas: 245
Género: Narrativa histórica
Calificación:
Sobre el autor
Abel Aparicio González: Poeta y novelista leonés nacido en 1980. Puedes conocerlo mejor accediendo a la entrevista que le realizamos en este mismo blog. Entrevista a Abel Aparicio
Sinopsis
¿Dónde está nuestro pan? es un libro de tres relatos en los que Abel Aparicio se sumerge, desdibujando la frontera entre realidad y ficción, en la crudeza de la guerra civil y en el desolador ritmo marcado por el franquismo en la posguerra. Tres historias que se adentran, en parajes ensombrecidos por la soberbia de los vencedores pero iluminados por el valor, la tenacidad y la perseverancia de los derrotados.
El autor construye su territorio literario sobre la realidad de unas comarcas en las que ubica un amplio abanico de personajes que le sirven como altavoz de la memoria. Seres que han dejado un legado de dignidad que ahora, en la más rabiosa actualidad, es recogido por jóvenes que continúan la lucha por el mantenimiento de una sociedad más justa y libre.
Dos nexos conectan los tres relatos: por un lado la mina, motor económico de la tierra leonesa y caldo de cultivo de un vínculo obrero que trascendía más allá del tajo, y por otro la incuestionable importancia de la mujer en contextos como el medio rural, las políticas de cercanía o la preservación de los ideales que el régimen aplastó salvajemente. Mujeres que plantan cara a la hostilidad, que se dejan la piel en trabajos de extrema dureza, que son capaces de unirse, ayer y hoy, para crecer y para vencer.
Mi opinión
Pulcra, pulcrísima prosa la que Abel Aparicio gasta en ¿Dónde está nuestro pan?, aderezada con harina de poesía y la levadura de la memoria. El autor sabe emplear con exactitud los recursos lingüísticos de que dispone el castellano y encajan a la perfección en este tipo de historias que apelan a la nostalgia, dándole voz a tantos y tantas, como Libertad Ángeles (nombre en la ficción) que han forjado la historia de nuestro país desde su pequeño mundo.
La historia de nuestro pasado, a veces, se cuenta desde la subjetividad de las causas; y otras, desde la objetividad de las consecuencias. En esa línea de comunión histórica se encuentra el equilibrio de los recuerdos que acaban convirtiéndose en novelas con una carga emocional y costumbrista tan brillante como la de esta opera prima narrativa del autor leonés. Este libro es un pan de masa madre, de cocción en horno de leña y mañanas bañadas en nieve.
‘El domingo recibió a los vecinos de Torre con las nubes columpiándose en los robles de las laderas más altas, descendiendo tan poco a poco que animaban a acompañarlas hasta el pueblo e invitarla a pasar a las cocinas de carbón, verdaderas artesanas del café de puchero’.
Historia, memoria, lírica, costumbrismo. Todo en un mismo párrafo que sirve de parangón para, a mi juicio, una interesante novela que aúna 80 por ciento realidad y 20 inventiva, siendo esta un vehículo casi imperceptible capaz de transportarte a más veracidad y profundidad narrativa. Con una cuidad edición en tapa dura (Marciano Sonoro Ediciones), para soportar el paso de los años, pues estas historias, aún siendo locales, son imperecederas y universales. Nos rescatan el por qué y los motivos de lo que somos, y por ende, de lo que seremos.
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¿Dónde está nuestro pan? No solo rescata una parte de la memoria local de nuestro país, sino que la hace universal, la extiende a todo el territorio nacional a través de una lucha social en plena posguerra. Una lucha que alarga sus brazos en el tiempo hasta nuestros días, pues las heridas siguen abiertas, los problemas siguen existiendo y los ecos del olvido siguen estando presentes en las injusticias y diferencias que siguen habitando en nuestro pequeño pueblo que es España. Subliminal y palpable, Abel sabe vincular pasado y presente de una forma orgánica y obvia que nos obliga a recordar nuestra historia a través de nuestros errores y sufrimiento.
‘Cuando vuestras hijas os pregunten sobre el pasado, podréis estar orgullosas de este capítulo’.
Lejos de centrar la atención de personajes protagonistas, hay que situar el foco en la mujer. En las minas, en la memoria y en la mujer, como reza el maravilloso prólogo escrito por Ana Gaitero. Son esas tres emes las que abanderan los tres relatos de este libro. Tan independientes como dependientes, pues entre ellos tejen un alfombra en la que vemos dibujada la lucha obrera, el antifranquismo, el heroicismo femenino y el fatigoso martirio del silencio.
‘Algo intangible pero que está muy presente: el hambre. Las consecuencias de una guerra dibujadas en decenas de niños y niñas. Ojos tristes que transmitían una vida sin esperanza. Caras sucias y ropas desgastadas. El recuerdo del sonido de las bombas que todo lo cubría de pánico y desencanto’.
Y es que cual cronista del lugar, Abel ha sabido ser narrador de un tiempo, ha administrado su cartilla de racionamiento para hablarnos del hambre, de un país sometido a un régimen y de un ferviente deseo de prosperidad laboral. Esas tres luchas están presentes continuamente en la voz en off del narrador, que cede el testigo de la pasión y la visceralidad a los diálogos que caminan de boca en boca por los distintos personajes… personas.
Yo que vosotros trataría de averiguar ¿Dónde está nuestro pan?, me subiría a ese Tren 485 y cruzaría La línea que separa la historia de nuestro pasado con la realidad de nuestro presente. Tan sencillo como abrir las páginas de este libro, el cual podéis conseguir haciendo clic en este enlace: Comprar ¿Dónde está nuestro pan?
El detalle
- Lo mejor: Su legado y reconocimiento a un pueblo y unas gentes.
- Lo peor: Puede que esté aún por llegar
- Si has leído este libro te gustará ver la serie: Pioneras (Movistar+)
- Si has leído este libro te gustará leer el libro: Las lentejas de la guerra (Fernando da Casa)
- Si has leído este libro te gustará ver la película: los Santos inocentes (Mario Camus)
- Canción: ¿Dónde está nuestro pan? (Javi Morán)
