Mes de los clásicos: Cinco semanas en globo
Sinopsis de Cinco semanas en globo
El doctor Samuel Ferguson, sabio y explorador inglés, acompañado por su criado Joe y por su amigo Dick Kennedy, decide atravesar el continente africano, que hasta ese momento solo era conocido de modo fragmentario, usando un Globo aerostático hinchado con hidrógeno. Un dispositivo de su invención, que permite subir o bajar a voluntad sin perder gas o echar lastre en busca de corrientes favorables, convierte al globo en un aparato dirigido.
Recordando aquellos veranos interminables
Uno de los primeros libros de los que tengo recuerdo es Cinco semanas en globo. Una de esas lecturas que descubres como los tesoros que los propios personajes de Verne se empeñan en descubrir.
La lectura siempre ha estado presente en mi vida. Mis padres fueron capaces de inculcarme el hábito de la lectura de la forma más orgánica y natural posible: por imitación. No en vano, otro de los recuerdos vívidos de mi infancia —y que se ha seguido perpetuando hasta estos días— es el descubrir a mis padres leyendo a todas horas. Ya fuera en un sillón, en la terraza o en la cama antes de dormir. Las colecciones de libros —tanto adultas como juveniles— inundaban continuamente mi casa, así como las enciclopedias del momento, las cuales ahora dormitan en alguna estantería como auténticas reliquias. Así que, por simple curiosidad o en algunas ocasiones por obligación, encontraba en los libros momentos de tranquilidad en los que echar a volar la imaginación.
Quizás antes de leer los libros juveniles que arrasan en las librerías hoy en día, los más jóvenes deberían asomarse a las páginas de los clásicos. Siempre hay que volver a ellos. Por ejemplo, a uno de los grandes maestros de la literatura de aventuras y la ciencia ficción.
Julio Verne es el padre literario de muchos de nosotros. Cabe resaltar su académica forma de escribir y la precisión al armar una buena historia: estructuras clásicas, construcción de personajes, viaje del héroe. Estructuras al servicio del escritor, el cual, una vez entrenado podrá estirar hasta los límites más creativos.
Todavía, a día de hoy, me maravilla la capacidad que Julio Verne tuvo para adelantarse al futuro y a los cambios tecnológicos que iban a suceder a lo largo de todo el siglo XX. Una especie de Da Vinci cuya imaginación parecía no tener límites. Injustamente, muchos de los grandes inventos de la humanidad nunca han sido agradecidos a la imaginación sin igual de Julio Verne: el submarino, el globo aerostático.
Para viajar y descubrir la fantasía del autor bastaba con indagar y profundizar en las zonas oscuras del mundo que le rodeaba. En este caso, en Cinco semanas en globo, las tierras inexploradas de África en pleno colonialismo. Es decir, no hace falta crear una ciencia ficción compleja y pasada de vueltas, Julio Verne nos ha enseñado que basta con tratar de ir un paso más allá de lo que conocemos con certeza, de dudar de aquello que nos rodea; en definitiva: de dejar volar nuestra imaginación.
El libro lleva a cabo un buen resumen de las exploraciones del continente africano, que en aquella época no era totalmente conocido por los europeos y al que acudían muchos exploradores en busca de sus secretos. En poco tiempo el libro fue un éxito absoluto, lo cual aporta a Julio Verne la tranquilidad económica y un contrato con la editorial de Pierre-Jules Hetzel, que publicará varias decenas de sus obras durante más de cuarenta años.
Cinco semanas en globo fue la primera novela publicada de julio Verne. Sin duda, encontramos muchos de los «ingredientes» que conformarán su estilo tan reconocible. Las aventuras y hazañas de este trío protagonista a bordo del globo Victoria, nos llevarán por paisajes indómitos y maravillosos del siempre atractivo continente africano. La descripción de los lugares, la biología de la zona y del diseño de los propios artefactos resultan precisas. Sin menosprecio de otra de las señas de identidad del autor: los giros argumentales y la acción trepidante.
Así pues, en Cinco semanas en globo encontramos también esa construcción de personajes que tanto éxito le reportó: el científico audaz con personalidad histriónica (Doctor Samuel Ferguson), el criado Joe (solo espero que la fiebre por reescribir los clásicos no acabe con estos compañeros de andanzas tan típicos en la obra de Julio Verne, solo entendibles, por las circunstancias propias de la época) y el amigo que cumple el arquetipo de «pez fuera del agua», Dick Kennedy, el cual sirve al lector para posicionarse dentro de la historia y conocer el mundo por descubrir que propone el autor a través de sus ojos. Parece claro que a Verne lo podemos encontrar en el personaje del Doctor, como será habitual en muchas de sus obras.
No se me ocurre un verano que no esté ligado a la lectura. Cinco semanas en globo es el nombre de uno de esos veranos de adolescencia. Uno de esos veranos que no se olvidan con facilidad.
Puedes disfrutar de más reseñas como esta en nuestra sección: Los clásicos de El quinto libro.
Sobre julio Verne
Julio Verne (1828 –1905), es considerado junto a H. G. Wells uno de los padres de la ciencia ficción. Es el segundo autor más traducido de todos los tiempos, después de Agatha Christie. Algunas de sus obras han sido adaptadas al cine. Predijo con gran exactitud en sus relatos fantásticos la aparición de algunos de los productos generados por el avance tecnológico del siglo XX, como la televisión, los helicópteros, los submarinos o las naves espaciales. Fue condecorado con la Legión de Honor por sus aportes a la educación y a la ciencia.
Ficha técnica de Cinco semanas en globo
Título: Cinco semanas en globo
Autor: Julio Verne
Año: 1863
Calificación: