Mes de los clásicos: Reseña de Sandokán, de Emilio Salgari
Sinopsis de la obra
Sandokán es el dueño y señor de la isla de Mompracem. Movido por la venganza hacia los ingleses que le arrebataron su familia y su reino, se dedica a recorrer las costas de Malasia con sus hombres, ejerciendo cruelmente la piratería contra el enemigo británico. Por ello, es conocido por el sobrenombre de El Tigre de Malasia. Una noche en que la isla es sacudida por un fuerte huracán, Sandokan recibe la visita de Yánez, su más leal y fiel amigo, que le informa sobre Lady Mariana, sobrina del gobernador de la colonia inglesa de Labuán, joven dama que por su extraordinaria belleza es conocida como La Perla de Labuán. Impresionado por los comentarios de su amigo, Sandokán emprenderá una expedición al mando de dos praos con destino a Labuán, con objeto de conocer a tan hermosa mujer, pero al llegar a las cercanías de la isla, las naves son interceptadas por un crucero británico que consigue hundirlas y acabar con casi toda la tripulación. Sandokán, único superviviente del ataque, conseguirá llegar a tierra firme, magullado y herido.
Reseña de Sandokán
Resulta curioso que, después de todos estos años escribiendo reseñas, me toque enfrentarme a, posiblemente, la más difícil de todas. Me explico. Cuando, en esta humilde web, renovamos los votos para seguir dedicando los meses de julio y agosto a la lectura y reseña de libros clásicos (establecemos que estén publicados desde hace ochenta años o más), busqué en mi biblioteca. Encontré varios candidatos (las colecciones que solían salir en los periódicos en época estival dan para mucho), pero, al ver el lomo de este libro, a mi mente volvieron fantásticas sensaciones de la primera vez que lo leí, que tendría menos de quince años. Por aquel entonces, Sandokán me embrujó. Recordaba el escalofrío al acabar el primer capítulo, cómo se presentaba a un héroe en su cabaña en medio de un huracán mientras él estaba tan tranquilo; me sentí un pirata más en contra de la opulencia del colonialismo británico, lo pasé mal cuando le toca sufrir su particular travesía por el desierto…
Sin embargo (y ahora es cuando viene el por qué de mi dificultad para escribir esta reseña), en esta segunda lectura me he sentido frío. Desde el principio hasta el final. Siempre he defendido lo imperecedero de los libros y que la lectura depende mucho de quién la lee, en el momento y en las condiciones en las que la realiza. Tampoco vengo a criticar la obra de Salgari, faltaría más. Es tan básico como que mis expectativas y las sensaciones que guardaba no se han cumplido.
Lectura ágil, pero demasiado simple, un indecente abuso de la adverbialización, en este caso quiero pensar que derivado de la traducción (he contado una media de cinco «-mente» por página), un irreal leitmotiv (oye, Sandokán, que en los aposentos del gobernador, a quien quieres matar por ocupar tus dominios y cuyo sentimiento es recíproco, vive una chica muy guapa, con el pelo del color del oro. ¿Ah, sí? pues para allá que voy, con mis naves, a enfrentarme a todo el que se me ponga por delante para comprobar si es cierto…), la increíble fidelidad de su tropa, hasta el punto de ofrecerse a morir de forma casi gratuita…
Pero claro, es que es un libro juvenil de aventuras y yo ya peino canas. Sin duda, la poca juventud que me quedase, se me ha marchado por el sumidero al releer Sandokán.
Voy a aprovechar este momento de bajón para hacer una pequeña disección de la obra, a ver si de esta forma me recupero…
Es maravillosa la exótica ambientación. La narración se envuelve en unos parajes preciosos, siendo en ocasiones una impenetrable jungla, un mar bravío, el serpenteo del barco bordeando la orilla, la remontada del río para resguardarse del ataque de un crucero de guerra inglés y otras tantas. Aunque Salgari no salió nunca de su Italia natal, tuvo la maestría de dibujar estos lugares en su mente y la capacidad de plasmarlos de una manera espléndida.
El personaje principal, Sandokán, el Tigre de Malasia, es imponente. Traigo aquí una de sus descripciones:
«Era de estatura alta, de musculatura vigorosa, de facciones enérgicas temible, y, al mismo tiempor, de una belleza extraña. Sobre los hombros le caían largos cabellos, y barba negrísima le guarnecía el rostro, de color ligeramente bronceado. Tenía amplia frente, sombreada por un par de cejas enormes; boca pequeña, con dientes de cuña, como los de las fieras, y que brillaban como perlas; ojos muy negros, de fascinadora luz, que aturdían, que obligaban a bajar la vista a quienquiera que los mirase»
¡Vaya descripción! Además, en diferentes puntos de la historia se le atribuye que es de valor indómito y audacia extraordinaria, que se trata del pirata más temido y formidable de todos los mares, que es cruel y despiadado con sus enemigos pero, a la vez, generoso con los que no lo son. ¡Menudo personaje, el Tigre de Malasia!
Si a esto le sumamos el armamento que portaba, pues se nos queda un protagonista icónico:
«su indumentaria de guerra incluye, además de una casaca de terciopelo rojo, el kriss (un puñal de hoja ondulada y envenenada, arma de los pueblos malayos), una carabina india y una cimitarra con puño de oro macizo»
Sobre la trama, una novela de piratas con una previsible historia de amor imposible, regada de traiciones, romanticismo y parajes inigualables.
Hegel, en sus Lecciones de estética, estudió los géneros literarios. Decía que la épica es objetiva, la lírica es subjetiva y la dramática una simbiosis de ambas. Creo que Sandokán y la gran mayoría de las historias de piratas, son una sabrosa mezcla de las tres.
En definitiva, y recuperado ya de mi temporal crisis, he de recomendar la lectura de esta novela, sobre todo a los primeros lectores, a aquellos que comienzan a buscar historias en los libros. Es una interesante puerta que abrir, para convertir la lectura en un hábito. Ya habrá tiempo de releer tiempo después y sacar conclusiones.
Puedes disfrutar de más reseñas como esta en nuestra sección: Los clásicos de El quinto libro.
Sobre el autor
Emilio Salgari fue un escritor y periodista italiano. Se le atribuyen hasta ochenta y cuatro novelas y un incontable número de cuentos. La mayor parte fueron novelas de aventuras ambientadas en lugares como Malasia, el océano Pacífico, el mar de las Antillas, la selva india, el desierto y la selva de África, el oeste de Estados Unidos, las selvas de Australia e incluso los mares árticos, aunque también se prodigó en la ciencia ficción.
Datos de publicación
Título: Sandokán
Autor: Emilio Salgari
Año: 1900
Páginas: 185
Género: Aventuras
Calificación: