Reseña de Los reyes de la casa, de Delphine de Vigan
Sinopsis de Los reyes de la casa
Mélanie Claux ha participado en un reality show televisivo y es seguidora de sus sucesivas ediciones. Cuando se convierte en madre de un niño y una niña, Sammy y Kimmy, empieza a grabar su día a día y cuelga los vídeos en YouTube. Crecen en visitas y seguidores, llegan los patrocinadores, Mélanie crea su propio canal y el dinero fluye. Lo que al principio consistía sin más en grabar de tanto en tanto las andanzas cotidianas de sus hijos se profesionaliza y, tras la fachada de este canal familiar tierno y edulcorado, hay rodajes interminables con los niños y retos absurdos para generar material. Hasta que un día Kimmy, la hija de corta edad, desaparece. Alguien la ha secuestrado y empieza a enviar extrañas peticiones. La policía Clara Roussel se hará cargo del caso.
Escaparates sociales
No voy a ocultar mi admiración por Delphine de Vigan. He leído con entusiasmo todas sus novelas publicadas en España y ninguna me ha dejado indiferente. Desde Las gratitudes, una deliciosa de obra donde la sensibilidad se percibe a flor de piel y donde la autora francesa reflexiona sobre la vejez, la soledad y la importancia de las palabras; pasando por No y yo, un retrato adolescente donde la desigualdad, la injusticia y la rebeldía llenan las páginas; hasta Los parentescos, una novela poliédrica que presenta las heridas de los adolescentes y su entrono cuando nada funciona a como debiera. De Vigan ha escrito sobre los desórdenes alimenticios (Días sin hambre), la salud mental (Nada se opone a la noche) o el cuidado de los mayores (Las gratitudes).
En Los reyes de la casa, De Vigan da un paso más y nos presenta una trama de personajes diversos y profundos, para transformarla también en una novela policíaca y en un texto de denuncia, donde presenta una realidad lamentable y descarnada que podemos identificar con facilidad. Y mantiene la misma sensibilidad que en sus obras anteriores.
Es un retrato lúcido, agrio y necesario de nuestra sociedad, donde las redes sociales han convertido las vidas de muchos en un mero escaparate. Las consecuencias de esta exhibición pueden ser nefastas. Sobre todo cuando son los niños los que se exponen a la vista de todos. Melanie, la madre que crea ese canal de YouTube donde graba el día a día de sus hijos, piensa más en los beneficios económicos que en las consecuencias y cree firmemente que lo está haciendo por el bien de los niños. Quizá eso sea lo más aterrador, la convicción de que todo vale con tal de poseer fama y riquezas. Cuestiona así el presente y, sobre todo, el futuro: ¿adónde nos lleva esta sobreexposición? ¿De verdad queremos ser famosos en las redes? La reflexión resulta especialmente interesante en este país donde la mayoría de los adolescentes quieren ser influencers, signifique lo que signifique ese anglicismo barato.
La novela avanza como han de hacerlo los buenos libros de detectives: secuestro, mensaje del secuestrador, interrogatorios, estancamiento del caso, vuelta a la escena del crimen e inesperado giro dramático.
La narración se desarrolla desde varios enfoques. El narrador omnisciente nos va contado los hechos desde distintos puntos de vista: el de la madre, el de la policía, el del psicólogo, el de los hijos…
Melanie Claux, la madre de la niña desparecida, “solo quería que la mirasen, que la siguiesen, que la adorasen, su familia era su obra, la culminación de su proyecto, y sus hijos una prolongación de sí misma. La avalancha de emojis que recibía cada vez que colgaba una imagen llenaba sin duda un vacío, una carencia.”
Clara Roussel, la policía de la Brigada Criminal encargada del caso, también es un personaje complejo, con luces y sombras, entregada, humana y que arrastra su propia historia personal. Solitaria y sin apenas vida personal, vive por y para el trabajo.
El psicólogo Santiago Valdo estudia las patologías cada vez más frecuentes en los jóvenes derivadas de la sobreexposición a las redes. Ello les crea una adicción que puede llevar al consumo de drogas cuando el sujeto advierte que su audiencia disminuye.
Presenta De Vigan una realidad tan cercana que nos parece un reality de los que inundan las pantallas. Muchos quisieran protagonizar un programa semejante pero, ¿qué puede ocurrir después?
La intriga está profusamente documentada. La autora sabe de lo que habla, cita casos reales y otros de ficción que muy bien podrían serlo. Impresiona su modo de cuestionar el presente y el futuro con una trama que apasiona y aterra. La investigación del caso mantiene en vilo al lector y, sobre todo, le invita a la reflexión. La novela se extiende a la existencia posterior de esos niños explotados. De Vigan ha escrito una novela demoledora sobre la alienación contemporánea, la explotación de la intimidad y la falsa felicidad que vemos en las pantallas. La conclusión es que en el siglo XXI conoceremos el alcance de esta adicción a las redes, igual que en el XX acabamos sabiendo las consecuencias del tabaquismo y del consumo de drogas.
Una novela que invita a la reflexión profunda sobre la realidad que vivimos y que nos atenaza. ¿Quién no vive prisionero de su teléfono móvil?
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Sobre la autora
Delphine de Vigan (Boulogne-Billancourt, 1966) vive en París. Es escritora, guionista y directora. En Anagrama ha publicado, desde 2012, varias novelas: Días sin hambre, No y yo (su primer gran éxito), Las horas subterráneas y Nada se opone a la noche, que la consagró dentro y fuera de su país. Esta novela ha vendido en Francia más de ochocientos mil ejemplares y ha sido publicada por una veintena de editoriales extranjeras. Basada en hechos reales, narra la historia de su propia familia, que hubo de hacer frente al desorden bipolar que sufría su madre. Fue galardonada con varios premios y llevada al cine por Roman Polanski. Otros títulos de la autora son: Las lealtades y Las gratitudes.
Ficha técnica de Los reyes de la casa
Título: Los reyes de la casa
Autor: Delphine de Vigan
Editorial: Anagrama
Año: 2023
Páginas: 339
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