Reseña de Las Alegres, de Ginés Sánchez
Sinopsis
Un adolescente que monta guardia por las noches mientras espera que vuelva el asesino de su madre. Dos niños obsesionados con el porno que llevan a cabo un acto innombrable. Una adolescente que se venda los pechos para no llamar la atención de los hombres. Una mujer que se queda ciega cuando su marido le arroja lejía en la cara. En una sociedad donde la violencia contra las mujeres es estructural y las agresiones suceden a diario, surge un movimiento de protesta cada vez más numeroso que quiere hacer visible la situación. Formado por mujeres de todas las condiciones e inicialmente pacífico, algunas de sus líderes pronto se radicalizan y reclaman pasar a la acción.
Mi opinión sobre Las Alegres
El que espere leer algo de lírica en Las Alegres, que de un paso atrás, porque no lo va a encontrar. Si acaso un relato descarnado y a ratos abominable que pone a prueba nuestros instintos. Y lo digo como halago. Es probable que la pluma de Ginés Sánchez sea una de las lecturas más punzantes y con más ritmo que he leído en mucho tiempo, al menos tanto como mi cada vez más agotada memoria me deja recuperar.
‘-La muy perra -dice-. Que bien que notaba que me estaba poniendo y bien que se reía’.
La literatura de este escritor murciano, y sin embargo internacional, se clava. Por su técnica, por su lenguaje y por su denuncia. No estamos hablando de una prosa emocionalmente dura o amarga, sino potente y contundente. Tiene algo que pocas ficciones tienen, y es un término que a riesgo de estar ya acuñado, voy a atribuirme. ‘Rigor ficticio’.
Rigor ficticio.
Tengo que reconocer que he buscado muchísimos datos, nombres y conceptos que aparecen en esta novela en internet, porque todo parecía tan veraz y preciso que es difícil pensar que aquello que relata y describe el autor no hubiese ocurrido realmente.
Todo está escrito y estructurado de tal forma que parece provenir de una documentación previa y no de la imaginación de un escritor que ha construido una época, unas gentes y un lugar que podríamos colocar sin remordimientos en una novela histórica.
Esa premisa con la que parte esta novela la hace no solo gigante, sino excelsa. Me parece por ello tan lógico y necesario el texto que cierra el libro (Agradecimientos y advertencia).
[…El autor quiere indicar que la presente obra es ficción y que de ningún modo anda enalteciendo, defendiendo o alabando ningún tipo de conducta violenta ni pretendiendo su difusión. Tampoco intenta despreciar, menospreciar o humillar a ningún tipo de víctima]
Cheetah es el Macondo de Ginés. Las mujeres el vehículo narrativo que conduce la obra. Una obra fragmentada y sincopada que recurre con maestría al uso de documentos policiales, académicos, sociológicos, históricos y periodísticos que se intercalan en medio de la intensa y precisa prosa dialéctica del autor.
Con todo ello, el autor accede a nuestro subconsciente para extraer la realidad que vamos a colocar en su ficción y completar así una lectura cuasi perfecta para una novela intensa y cruda.
La mujer no es sino un insecto más en la ciudad de veinte millones de almas
Ginés nos habla de tiempos de lucha (como si algún tiempo fuese de paz), y lo hace desde la perspectiva individual y colectiva. Nos traslada a momentos de revuelta, de huelgas, de clandestinidad, de violencia, de cambios… Aunque los tiempos no cambian, al menos no tanto como pensamos.
La valentía del escritor nos transporta inexorablemente a una novela obviamente comprometida y controvertida, que advierte y genera críticas no infundadas sino descontextualizadas. No es un panfleto, no es un Mein Kampf, no es una protesta. Es literatura, de esa que hace cuestionar el buen uso del intelecto humano. Es explosiva por su fondo y su forma, y quizá, por ello sea tan difícil de entender como de digerir.
‘Es curioso lo que nos sucede a los viejos con los muertos. Porque entre la vida y la muerte, a veces lo pienso, lo que hay es una pared.’
La fina línea que perfila Las Alegres es su latente intencionalidad y objetividad en todos los aspectos políticos y sociales de que se vale. Esa fluctuación entre la repulsa y la comprensión hace que se cree un terreno en blanco en dónde el lector debe colocar sus divagaciones y sus principios.
Ginés, con una técnica narrativa impecable, lo que hace es colocar, con un manejo escalofriante de los hechos, las herramientas para que el lector sea juez y parte en muchas ocasiones de la moral.
Sin embargo, al ver cómo determinados literatos se separan de la línea de la corrección narrativa para buscar nuevos mecanismos de subversión literaria, es cuando descubrimos la literatura que convive cordial y simultáneamente con el miedo, con la ética y con la historia, en este caso con la que narra la lucha de la mujer en una sociedad que nunca será suya.
Una guerra no declarada, si se quiere, pero guerra
Este libro nos plantea conflictos, su polémica es la realidad, su contexto la ficción. Esta novela nos sumerge en una callada violencia de género que quiere expresarse a gritos. Nos traslada a la mayor de las injusticias de la humanidad y que ha sido tratada probablemente con evasiva y alarmante desidia. Con el sarcasmo que el título precede, Las Alegres nos sitúa con meridiana complejidad en la tristeza de una sociedad abocada a la lucha, a veces callada, a veces no declarada.
Leer a Ginés es no caer en la indiferencia, es probablemente vivir una de esas experiencias literarias que te activan la virtud de la lectura como aprendizaje vital para construir tu propio pensamiento.
Sobre el autor
Ginés Sánchez, (Murcia, 1967) Abogado y escritor, con Los gatos pardos el IX Premio Tusquets Editores de Novela, cuyo jurado destacó «el vigor narrativo de tres historias contundentes que se entrecruzan en una misma noche de verano, contadas con vértigo creciente»
Ficha técnica
Editorial: Tusquets editores
Año: 2021
Páginas: 309
Género: Drama social