Reseña de Un nombre de guerrero
Título: Un nombre de guerrero
Autor: Laura Muñoz
Editorial: Autopublicado (Amazon)
Año: 2020
Páginas: 103
Género: Autobiográfico
Calificación:
Sinopsis de la obra
Un nombre de guerrero nace del apremio de poner palabras a una historia mil veces repetida, pero inexplicablemente silenciada. Nos relata la batalla sin tregua de una mujer cuyo anhelado embarazo de pronto se complica. Una mujer obligada a emprender un viaje contrarreloj donde las dudas, la culpa y el miedo a la pérdida irreparable la empujan hacia adelante en busca de soluciones. Pero la huida tiene una fecha límite que se llama semana 22, esa última frontera en la que una madre deberá afrontar la decisión más difícil de su vida. Un nombre de guerrero nos revela una realidad profundamente triste, pero lo hace mostrando una ternura infinita, una energía visceral y unas ganas de vida que te envuelven, impidiéndote mantenerte al margen.
Reseña de Un nombre de guerrero
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Dolor. Realidad. Generosidad. Estas tres palabras son las que, desde mi más humilde y sincera opinión, definen la obra de Laura Muñoz.
Dolor ante una situación que no puede controlar, y por la que la sociedad pasa casi de puntillas, bien por desconocimiento, bien por desapego o, simplemente, porque la sociedad de hoy día vive la realidad de una forma irreal. Nada va con nadie, vemos crímenes de guerra, pobreza, asesinatos y otras tantas cosas sentados a la mesa mientras comemos. Como si el cristal de la pantalla del televisor o de cualquier dispositivo que emita imágenes nos mantenga a salvo. Todos nos sentimos especiales, pero solo nosotros. La autora cuenta su propia experiencia en un trauma personal al tener que afrontar una de esas realidades: la de elegir entre seguir con un embarazo que se complica o interrumpirlo y perder a su guerrero. Todo este duelo perinatal se queda como poso tras una magnífica prosa de la que muchos escritores incluso de primer nivel querrían presumir. Una escritura limpia, directa y con recursos que me hicieron dudar que la autora fuese novel en estas lides.
Me aterraba la sola idea de perder el control, de que mi vida y la de mi familia dependieran de lo que otras personas «expertas» decidieran por mí.
Realidad y generosidad. Una realidad silenciada, o no tratada como se debería de tratar. Una realidad de la que deberíamos de ser conscientes, para afrontarla de forma correcta y poder evitar actitudes o comentarios que puedan herir aún más los corazones ya desgajados de quienes pasan por una situación así. Y el hecho de hacer de tripas corazón y escribir el relato de lo ocurrido en un libro es un gran acierto. Laura se ha mostrado como una persona generosa al abrir y mostrar la marca indeleble que este trance de la vida le ha provocado en el alma. Mientras avanzaba en la historia me la imaginaba en la penumbra de una habitación, profundizando en su memoria mientras recibía golpes en forma de recuerdos para poder plasmar la realidad de unos días que quedaron grabados para siempre. Los duelos se deben de enfrentar, pero este método ha debido ser una catarsis personal.
Enseguida me di cuenta de que no estaba sola. Los caminos mas inhóspitos ya habían sido transitados en silencio por muchas madres antes que yo
Cierro esta reseña haciendo referencia al título de uno de los capítulos de este libro: No somos superhéroes. Quizá no lo seamos el 99´99% de la humanidad, pero la valentía de atreverse a contar semejante historia personal ha transformado, para mí, a Laura Muñoz en una auténtica heroína.
Si te apetece leerlo, aquí lo puedes encontrar: Un nombre de guerrero.