Reseña de La mujer del retrato. Concepción Arenal, vida posible de una niña pelirroja
Título: La mujer del retrato. Concepción Arenal, vida posible de una niña pelirroja
Autoras: Mónica Rodríguez (guion) y Teresa Novoa (ilustraciones)
Editorial: Nórdica Libros
Año: 2021
Género: Cómic
Páginas: 213
Calificación:
Sobre las autoras
Mónica Rodríguez (Oviedo, 1969). Es una de las autoras más destacas de la Literatura Infantil y Juvenil española. En 2003 publicó su primer libro infantil y en 2009 dejó el trabajo en dicho centro para dedicarse por entero a la literatura. Tiene publicados más de una treintena de libros. Ha recibido numerosos premios y reconocimientos, como el Ala Delta, el premio Anaya, el premio Alandar y el premio Fundación Cuatrogatos. En 2018 obtuvo el premio Gran Angular por su obra Biografía de un cuerpo, así como el Premio Cervantes Chico por el conjunto de su obra. Esta es su primera novela gráfica.
Teresa Novoa (Madrid, 1955). Estudió en la Escuela Superior de Arquitectura. Durante un tiempo fue profesora de dibujo y colaboró con varios periódicos. A partir de 1990 comenzó a dedicarse a la ilustración de libros, sobre todo infantiles. En ocasiones, escribe sus propios cuentos. En España ha publicado más de cien libros, aunque sus trabajos también se han exportado a países como México, Japón, Corea o Alemania. Ha sido merecedora del Premio A la orilla del viento de álbum ilustrado (1999), del Premio White Ravens (2005), del Premio CCEI de ilustración (2005) y del Invenciones en México (2010). Esta es su primera novela gráfica.
Sinopsis de la obra
En este cómic, las autoras cuentan la infancia y la adolescencia de Concepción Arenal (1820-1893). Una mujer que fue pionera en la lucha por los derechos de las mujeres y de los niños, cronista de guerra, editora, publicista, escritora, poeta, inspectora de prisiones y defensora de la educación. Las autoras se centran en sus primeros años, cuando ya comienza a rebelarse ante las injusticias. Imaginan a una niña soñadora, amante de la naturaleza y de la cultura que se desenvuelve como puede en un mundo que no está hecho a su medida.
Reseña
Nos encontramos ante una obra sólida, comprometida e impecable, por eso no deja de sorprender que se trate de la primera novela gráfica que publican ambas autoras. Sin embargo, estamos ante dos mujeres con una larga y exitosa trayectoria en el campo de la Literatura y la ilustración. Han sabido aunar ambos talentos y han conseguido ofrecernos una historia muy bien contada, a la que nada le falta ni le sobra.
Mónica Rodríguez, un referente en la LIJ española, ha sabido imaginar al personaje, dotarlo de verdad y contar su historia con una sensibilidad y certeza impresionantes. Sé que comenzó escribiendo una novela sobre el personaje, un story detallado, algo demasiado extenso para un cómic, y luego, junto a Teresa Novoa, fueron perfilando el texto. Para ella resultó difícil prescindir de frases que le gustaban mucho, pero lo que se podía contar con imágenes no necesitaba más texto. Por eso la obra atrapa, se lee y se disfruta con una fluidez impecable.
Teresa Novoa es tataranieta de Concepción Arenal, hecho que hace aún más fascinante este cómic. Llevaba tiempo dándole vueltas al proyecto y fue la mismísima Manuela Carmena (autora del prólogo del libro) quien más la animó a llevarlo a cabo. Eligió a Mónica Rodríguez para que se encargara del guion y le contó la idea. La escritora la acogió con ilusión y, como es lógico, con las reservas que supone adentrarse en un género que le resultaba desconocido como autora. Mónica se empapó del personaje: leyó varias biografías de Arenal, se documentó sobre la época, rastreó datos en la hemeroteca para escribir un texto de ficción lo más coherente con la realidad del personaje y los años que vivió. No se trataba de contar la biografía completa de Concepción Arenal, sino de imaginar su infancia y adolescencia, la vida posible de esa niña pelirroja que ya era muy especial.
En casa de Teresa se conservan retratos de su antepasada, donde aparece como una mujer mayor, seria y vestida de negro. Pero la tataranieta deseaba ofrecer otra visión de ella, más acorde con la realidad, más viva, más alegre, más joven, más revolucionaria.
Imaginan a una niña aficionada a la lectura, inteligente, sensible y un tanto inadaptada: no le interesa lo mismo que a las chicas de su edad, no desea vestir para agradar, ama la naturaleza, se da cuenta de las injusticias y se rebela contra lo establecido. Y el lector queda fascinado por la jovencita pelirroja que quiere enfrentase al mundo, que echa de menos a su padre y que se siente en su casa cuando llega a las montañas cántabras, de donde no desea marchar. La presentan de una manera tan cercana que este cómic resultará interesante y recomendable para los jóvenes lectores, siempre necesitados de referentes como ella: mujeres valientes capaces de cambiar la realidad.
Cuenta Mónica que “cuando Concepción Arenal, los 14 años, llega a Madrid con su madre y su hermana, asiste a un colegio de señoritas donde la educación de las jóvenes dejaba mucho que desear. Ella decía que la educación de las niñas era el arte de perder el tiempo. Concepción leía y estudiaba por su cuenta, estaba atenta al mundo, reflexionaba y escribía. Más adelante asistió como oyente a la universidad», disfrazada de hombre porque las mujeres no podían ir a la universidad. La joven tuvo una difícil relación con su madre, que se plasma con detalle en el cómic, una mujer muy tradicionalista como la mayoría en su época. Concepción no se conformaba con el papel de esposa y madre que la sociedad del siglo XIX le marcaba. Ella deseaba saber, intervenir, reflexionar, aprender, participar. Y se da cuenta, a su corta edad, de las injusticias sociales, del desamparo de los desfavorecidos y los presos. La lectura y la reflexión hacen que comprenda lo esencial: lo importante es cultivar nuestro jardín. Como asegura Cándido, el protagonista de la obra de Voltaire que Concepción lee y comprende siendo adolescente.
Teresa Novoa ha sabido dar vida a los escenarios donde transcurre la historia: las montañas cántabras, las calles de Madrid, sus cafés, teatros y periódicos. Y confiesa: “La mujer del retrato es mi primer cómic. Así que planteé una estructura muy sencilla y muy poco color, algo de verde y su pelo rojo. Los fondos van cambiando en cada capítulo dependiendo de dónde y en qué época del año suceda. Me preocupaba mucho más cómo contar la historia que el estilo».
La gama cromática escueta que utiliza otorga a la obra equilibrio, fluidez y expresividad. Hay páginas de pura poesía visual, como las que dibujan la despedida de las montañas y la llegada a la ciudad, el descubrimiento del amor o la búsqueda de su propia identidad.
Conocemos en profundidad a los personajes a través de las palabras que Mónica les otorga y de los dibujos donde Teresa consigue extraer la esencia de cada uno. La sencillez de trazo de los rostros no impide que trasmitan un sinfín de sentimientos. La joven que imaginan, estoy convencida, debió de parecerse mucho a la que vivió hace 150 años. Quienes se acerquen a este cómic se enamorarán de ella.
Me he quedado con ganas de más, con el deseo de disfrutar de una continuación, una segunda parte donde se nos cuente el resto de la biografía de esta mujer excepcional, tan moderna que parece del siglo XXI. Esperemos que las autoras lo tengan en mente. Hasta entonces, disfruten de la vida posible de una adolescente con inquietudes semejantes a las de muchas mujeres de ahora que supo anticiparse a los tiempos y nos dejó un legado único. Mónica y Teresa han sabido contarlo.
La mujer del retrato en Nórdica libros
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Concepción Díaz de Aguilar
Estupenda y muy justa ésta crítica
Es un cuento visual que narra mucho
Qué gusto que os celebren vuestro trabajo.
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