Cómo publicar un libro con autoedición

5 junio, 2020
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5 junio, 2020 Jesús Boluda del Toro

10 Consejos para autoeditar tu novela

¿Y ahora qué?

Has tenido una idea que quedará genial escrita, o te apeteció contar la historia de un familiar, conocido o allegado que crees que debe ser contada. Has trabajado en ello y, tras muchas horas, tienes acabado tu manuscrito. Y entonces llega la gran pregunta: ¿Qué hago con él? Por eso, desde nuestro blog y fruto de nuestra experiencia, queremos darte consejos de autoedición para publicar un libro.

Tienes varias opciones, y aquí te vamos a contar cuáles son:

Editorial

Es la opción más recurrente… y la que más decepciones acarrea. Tanto si no eres nadie dentro del mundo literario, como incluso si ya vas haciéndote hueco, puedes llevarte un disgusto tras otro conforme vayas recibiendo contestaciones de las mismas.

En estos tiempos las grandes editoriales invierten y apuestan por valores seguros. Escritores de los que saben que van a rentabilizar con creces la inversión. No te dejes embaucar por fantásticas historias como la de J. K. Rowling, la escritora del universo Harry Potter, que malvivía mientras desarrollaba la maravillosa historia de la escuela de magos más famosa del mundo.

O la de Stephenie Meyer, la escritora de la saga Crepúsculo, que comenzó a escribir su saga de vampiros adolescentes mientras trabajaba como recepcionista y criaba a sus hijos.

Ninguna de ellas, ni nadie que empieza, sueña con vender más de cien millones de libros. Pero, querido lector, si lo han logrado no ha sido solo por su destreza con la pluma. Una enorme maquinaria de mercadotecnia ruge detrás de toda la parafernalia que envuelve a estas personas.

Si te decantas por una editorial mediana o pequeña, habrás escogido el mismo camino que miles y miles de escritores noveles. Y ahí radica el gran problema. Son tantos y tan diversos los manuscritos que llegan a estas editoriales, y tan ajustado el modo y el personal que trabaja en ellas, que, o bien sufren un amor a primera vista, o pasarás a engrosar el listado de rechazados.

¡Ojo! Ni muchísimo menos es nuestra intención en este artículo quitarte la ilusión. Solamente queremos tirar del hilo que sujeta el globo donde esa ilusión se esconde, buscando el cielo, para que tu experiencia literaria sea lo más satisfactoria posible.

Coedición

Esta opción es un híbrido entre los dos extremos de la publicación, la editorial tradicional y la autopublicación.

Como indica su nombre, es una edición «a medias entre el escritor y una editorial que acepte este tipo de publicación. De esta forma, los gastos que surgen a la hora de publicar son compartidos. El escritor se asegura que su obra tendrá una cierta calidad editorial, tales como portada profesional o revisión profunda del texto (en la mayoría de los casos), y el editor también asegura que el escritor pondrá de su parte en la promoción de la obra, pues, como se diría en el más burdo lenguaje economista le «duele el bolsillo».

Autoedición

Y llegamos a la autoedición, la opción más escogida cuando no optas por llamar a las puertas de las editoriales, cuando sí has llamado pero no han aceptado tu manuscrito, o simplemente porque no quieres que nadie más que tú influya en la obra.

Dentro de este apartado puedes encontrar dos tipos de autoedición, la física y la digital. No están reñidos, incluso llegará el momento en el que caminen de la mano. De todas formas en este artículo lo vamos a separar:

Edición digital

Es la opción más sencilla, la más rápida, pero también la que escogen millones de personas. Buscar una plataforma digital donde subir tu obra, y que ésta se introduzca en el océano literario que compone estas plataformas. Cada día se suben miles y miles de nuevos textos. Está en tu elección ser otra gota más en este océano.

Edición física

La autoedición física puede ser tu mejor opción si lo que buscas es tener en tu mano la idea que un día surgió, que has trabajado y «parido» con muchísimas horas de esfuerzo.

Ahora te toca apoquinar, pues todos los gastos de edición saldrán de tu bolsillo. Para ello, distintas editoriales de autopublicación ofrecen paquetes completos, desde lo más mínimo a casi todo lo que puede aspirar un escritor.

Evidentemente, aquí ya entra en juego don Dinero, las ganas que tengas de invertir y también de promocionar.

Te recomendamos que no te pierdas ninguno de nuestros artículos relacionados con la literatura en nuestra sección de: Noticias sobre el mundo literario.

libros de autoedición

Consejos para una correcta autoedición

Ahora que ya conoces cuáles son todas las opciones, es el momento de que elijas. Y sea cual sea la elección, sí que queremos ofrecerte estos consejos:

  • Deja tu obra reposar. Chejov aconsejaba guardar el manuscrito en un cajón un año entero. Quizá ese tiempo para ti, que has estado conviviendo con ella tanto tiempo, y que ansías que vea la luz, sea demasiado, pero sí es conveniente imprimir una pausa. Dale un tiempo, sal a la vida, disfruta de ella, y pasado esto vuelve a abrir el cajón. Lee como si no la conocieras. Ve corrigiendo lo que no te guste, lo que cambiarías. Este nuevo aire tomado en el periodo de descanso le dará a tu obra una frescura que de otra forma quizá no pueda obtener. También puedes y debes asesorarte con herramientas para creadores, y por suerte en Internet ahora puedes encontrar grandes portales donde poder hacerlo. Aquí te dejamos uno de ellos: monmagan.com/publicar
  • Busca a lectores cero. ¡Ojo! No busques palmeros que alaben tu texto. Rehuye de ellos, pues solo le harán un flaco favor a la obra. Reparte tu obra, y pide el máximo rigor. Y aquí llega uno de los puntos más importantes: Acepta la crítica.
  • Vuelve a corregir. Una vez que has recibido el feedback por parte de tus lectores cero, llega el momento de volver a corregir. Sí, esta palabra debe ser tu obsesión. Corregir, corregir y corregir. Busca y cambia repeticiones, como pueden ser todas las conjugaciones verbales de ciertos verbos: Tener, ser, estar, hacer. Te sorprenderás de la cantidad que pueden llegar a haber, y que en la mayoría de las veces se pueden sustituir por un verbo más acorde. Por ejemplo, quedará mucho más literario, y también mejor a los ojos del lector, sustituir «hacer una casa» por «construir una casa».

Y ya lo tendrás. Ahora te toca a ti elegir alguna de las opciones que te hemos contado, y decidir el futuro de tu «hijo». ¡Animo!

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