La adaptación: La llegada

31 enero, 2019 Víctor M. Mirete Ramallo

Reseña de la adaptación cinematográfica del relato ‘La historia de tu vida’, de Ted Chiang

Lo mejor de una adaptación cinematográfica es que tras ver la película leas la obra literaria y sigas quedando igual de asombrado o más con ambas versiones. Ted Chiang y Denis Villeneuve lo consiguen con creces.

El escritor estadounidense de ficción especulativa, Ted Chiang, es de todo menos un hombre que busque la parte banal, material o comercial de lo que piensa y lo que crea. Tampoco es un escritor prolífico. Apenas ha publicado una docena de relatos cortos, pero todos ellos han sido reiteradamente galardonados con prestigiosos premios, lo cual demuestra la meticulosidad y calidad que emplea en sus obras, hasta el punto de rechazar él mismo una nominación a los Premios Hugo por su historia ‘¿Te gusta lo que ves?’ porque la historia, dijo, era apresurada debido a presiones editoriales y no acabó teniendo el resultado que él deseaba. Su exigencia y honradez le avalan, pero también la apuesta de otros visionarios como Eric Heisserer, responsable de varios guiones de remake cinematográficos.

Por casualidad se cruzó en su camino el libro de relatos de Ted Chiang, ‘La historia de tu vida’, una recopilación (Ganadora del Premio Locus en 2002) que incluye el relato homónimo. Tras leerla y analizarla, Erik se refirió a ella del siguiente modo:

“Me ensombrecía durante el día y se cernía sobre mí cuando dormía. Sabía que quería trasladarla a la gran pantalla, pero no tenía idea de cómo, o con quién. Sólo sabía que tenía que encontrar una manera”

De modo que puso en práctica su deseo, y tras encontrar a los productores Daniel Cohen y Dan Levine, y posteriormente al director canadiense Denis Villeneuve (Prisoners, Sicario o Blade Runner 2049), logró que el proyecto se materializó en lo que fue el lanzamiento de ‘La llegada’ en 2016, película protagonizada por Amy Adams, Jeremy Renner y Forest Whitaker. Un metraje de sci-fi que muchos empiezan a encuadrar ya entre las cinco mejores del género de todos los tiempos. Yo soy uno de ellos, creo que podría combatir perféctamente con otros grandes títulos como ‘Metrópolis’, ‘Encuentros en la tercera fase’, ‘Alien’, ‘Interstellar’ o ‘2001 odyssey’, sin olvidarme del gran Méliés con ‘Viaje a la luna’.

El libro, ‘La historia de tu vida’.

Ted se defiende como pocos con la palabra, con la estructura de la prosa y con la forma en que plasma sus pensamientos y cómo los hace llegar al lector; y Denis trató de hacer lo propio con su película. Y sí, lo consiguió.

La película

Título: Arrival (La llegada)

País: Estados Unidos

Director: Denis Villeneuve

Guión: Eric Heisserer (Relato: Ted Chiang)

Duración: 116 minutos

Fotografía: Bradford Young

Música: Jóhann Jóhannsson

Calificación:

Nuestra puntuación

Crítica de la película, por Víctor Mirete.

¿Quiénes son? ¿De dónde vienen? ¿Cómo han llegado? Pero por encima de todas ellas radica la pregunta… ¿Qué sucedería si vida extraterrestre llega a nuestro planeta, vendrán en son de paz o en son de guerra? Esta duda es la primera que suelen plantear los filmes de invasiones extraterrestres, pero es obviamente la que desencadena el devenir de todos los acontecimientos. En La llegada es así, pero lo es de una forma bella, poética, sesuda emocional, y desemboca en un final a caballo entre lo reflexivamente esperanzador y lo anímicamente inquietante.

No obstante, trataré de no decir nada al respecto de la trama. Únicamente  aludiré al hecho de que este metraje nos orienta hacia una cuarta dimensión inexplorada e incomprensible para el ser humano: El tiempo. Un concepto extremadamente complicado en la física si nos abstraemos de su linealidad tal cual la conocemos. El futuro, el pasado, el presente. Un palíndromo temporal en el que surge otra pregunta tan metafísica como inquietante: ¿Cambiarías las decisiones de tu vida si supieses que ocurrirá en el futuro?

Bien, estamos ante una de esas películas que deben y merecen verse varias veces para poder llegar a entenderla con claridad y en su máximo detalle y esplendor (sobre todo si no eres o científico o no tienes demasiados conocimientos en esa materia, o si no tienes un coeficiente intelectual muy alto, como es mi caso). Denis nos envía un atrevido, estético, inteligente y racional Sci-fi humanista. Al verla, me daba cuenta de lo difícil que es hacer un cine aguerrido sin necesidad de guerra, o un cine de acción sin necesidad de violencia, o un cine de tensión sin necesidad de sorpresas.

La llegada es una cinta elegante que utiliza los silencios, la gestualidad, así como un discurso muy medido y nada farragoso para adentrarnos en una atmósfera pedagógica.

Me fascina la dualidad que han creado entre el lenguaje y la matemática para demostrar que ambos son pilares ineludibles de la humanidad. Me encanta la forma en que focaliza gran parte de la trama en el estudio de la lingüística como primer vehículo comunicativo, como pegamento para el entendimiento entre especies y culturas, pero también cómo esta se pone al servicio de la ciencia para construir hipótesis y parámetros universales. Pero, sobre todo, me parece maravillosa esa dicotomía final que surge ante una situación de incertidumbre, y que te explica casi todo lo que has intentado digerir hasta ese momento, además de lanzarnos un mensaje sobre la condición humana y el devenir de la misma.

¿Nos autodestruimos o nos autodestruirán?

Por todo ello, esta película en mi más humilde limitación cerebral, me conduce a aseverar que hay conceptos, preguntas y respuestas que sólo están al alcance de unos pocos. Tal vez el guionista, el director o el creador del relato. Lo que también nos confiere La Llegada, como así lo hacen otras películas como Interstellar, K-pax, Origen, Mars Attacks, Encuentros en la tercera fase o tantas otras, es la voluntad para querer saber más sobre una materia en concreto, y para apreciar el conocimiento como algo primigenio para evolucionar. Pero amén de eso, es un filme que nos incita a pensar y a estrujarnos el cerebro durante más de 100 minutos para tratar de comprender todo lo que nuestros sentidos perciben y no perciben.

Para toda esa producción, Villeneuve ha prescindido de grandes efectos visuales, de testosterona o adrenalina a todo pistón y de espectacularidad técnica. Se ha limitado a crear un bello paisaje fotográfico con una carga emocional, reflexiva e intrusiva que comulga a la perfección con esa interpretación pausada y sincera del reparto actoral. En ese aspecto cabe mencionar el genial papel de Amy Adams (una de mis actrices fetiche) en la piel de la protagonista. Sinceramente creo que es una de las actrices que mejor manejan los silencios, las miradas y la complicidad para poder crear escenas cotidianas, decorarlas con delicadeza y reflexividad. Bien acompañado su personaje, aunque sin alardes, con los interpretados por Jeremy Renner y Forest Whitaker.

Como único pero a esta película, decir, que en ocasiones el ritmo narrativo es demasiado pausado. Hay que estar bien descansado y receptivo para mantenerse firme ante una película tan detallista, compleja y profunda si tenemos en cuenta esas bajadas de tensión. ¡Pero qué demonios, para este tipo de metrajes no hay prisa que valga!

Lo importante no es llegar rápido, sino llegar: La Llegada.

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Víctor M. Mirete Ramallo

Escritor murciano nacido en 1982, Autor de la “Saga de Ficción Histórica de Frédéric Poison” y cuyo lema es: «La vida no consiste en vivir de ilusiones, sino en vivir ilusionado.

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