Entrevista a Pilar Fernández Senac

3 mayo, 2018 Alfonso Gutiérrez Caro

Entrevista a la escritora Pilar Fernández Senac

Su pluma apunta directa al corazón; sus historias apelan a los sentimientos, traspasan nuestras murallas más íntimas para instalarse en ese lugar al que solo tienen acceso los más privilegiados. Pilar Fernández Senac (Madrid, 1976), ávida lectora y licenciada en Filosofía y Ciencias de la Educación,  irrumpió hace un par de años de forma notable en el mundo literario con Como diente de león, su emotiva ópera prima con la que sedujo a centenares de lectores. En el año 2017 vio la luz su segunda criatura literaria, El domador de nubes, una historia intimista con tintes poéticos en la que la autora se atreve con el género fantástico, enmarcando la trama en un mundo mágico en el que el amor es una de las principales fuerzas motoras.

Sus obras, cataratas de emociones, hablan de muchas cosas, pero hoy en El Quinto Libro  vamos a intentar que Pilar nos hable tanto de los entresijos de las mismas como de su propia persona. Empecemos fuerte:

1-Admítelo, ¿te gusta hacer llorar a la gente?

No, para nada. Lo que sí que me gusta intentar es que la gente se emocione con mis historias. Creo que hemos llegado a un punto donde las emociones han perdido valor y que mostrarlas, muchas veces, parece algo vergonzoso. Yo soy de las que suelta la lagrimilla incluso con un anuncio de la televisión, así que, no es que me guste hacer llorar, sino sentir, tanto si es sonreír como llorar.

2-Debe ser un ejercicio de empatía bastante duro, ¿cómo lo haces para expresar ese drama, esos tormentos personales, por ejemplo el de Diana, esa madre que acaba de quedarse viuda, para que resulten tan reales?

Pues pienso que se basa en eso, en la empatía. Y no es que haga un trabajo consciente para imaginar lo que tiene que sentir un personaje, sino que una vez que estás metida en la historia, tienes clara su personalidad y te has convertido un poco en ellos, pues simplemente lo sientes. Sabes, hoy en día hay una falta de empatía muy grande, a la gente le cuesta mucho ponerse en el lugar de los demás, y me parece que los escritores, que tienen una alta capacidad para ello, deben aprovechar la escritura para presentar otras formas de entender el mundo, la vida, las relaciones…  En las presentaciones, muchas veces la gente me ha preguntado cómo he logrado expresar esa perdida que sufre Diana, y se preguntaban si yo había sufrido algo así. Y no, no soy viuda, pero creo que la perdida de un ser querido sí la hemos sufrido todos y eso te hace ponerte en la piel de Diana, imaginar cómo puede sentirse, mezclando esa parte real de tus vivencias con la personalidad que tú has otorgado al personaje en la historia.

3-Alguien dijo que no hay risa sin llanto, en Como diente de león la esperanza y el optimismo se van abriendo paso a través de la tragedia. ¿Cómo logras para mantener ese complicado equilibrio de fuerzas?

Es la vida ¿no? No todo en la vida es drama, porque entre esas nubes grises de los malos momentos, del dolor y la pena, siempre hay esperanza y pequeños ratos que te sacan una sonrisa. Es esa capacidad la que ha hecho que los seres humanos nos repongamos una y otra vez de las más grandes desgracias, así que, si somos capaces de lograrlo en los momentos más horribles de la historia del mundo, ¿cómo no vamos a hacerlo en las cosas más pequeñas de nuestra vida? Yo quería mostrar una historia real, algo que nos puede ocurrir a cualquiera en un segundo, pero también quería mostrar que tenemos derecho a estar tristes, a hundirnos en la pena, que es algo que tenemos que pasar, pero que podemos salir, que las sonrisas siempre vuelven y las ganas de vivir plenamente. Te confesaré algo, creo que esta filosofía tan actual de la felicidad constante y permanente ha hecho mucho daño, porque los seres humanos también somos tristeza, melancolía, dolor, y con esa obligación de estar siempre contentos hay gente que no se permite mostrar sus instantes de debilidad y eso, no es sano. No podemos valorar una cosa sin conocer la otra.

4- Un aspecto crucial de tus novelas son unos personajes que se sienten tremendamente reales, como si existieran de verdad y pudiésemos cruzarnos con ellos en el ascensor o en la cola del súper. ¿Cómo trabajas la construcción y evolución de personajes? ¿Hay alguno basado en personas de tu entorno?

Aquí, a lo mejor no sueno sincera, pero no soy de trabajar mucho a los personajes. Apenas una ficha en la que, sobre todo, apunto sus datos físicos más relevantes y datos biográficos que debo recordar. Sin embargo, no hago ningún perfil personal sobre ellos, porque conforme se va creando la historia en mi cabeza, para mí se van convirtiendo en mi familia, en mis amigos, y yo conozco a mi familia y a mis amigos, quizá olvidé algún cumpleaños, pero sé cómo son y cómo actúan. Así que el personaje crece al mismo ritmo que la historia, se va convirtiendo en él mismo conforme avanzan las páginas.

Y no me he basado en nadie en concreto para ninguno de los personajes, pero sí que tienen cosas de mucha gente que conozco, incluida yo misma. Es lo mágico de escribir, que coges de aquí y de allí y creas una persona nueva. Además, si hubiera usado una persona real para un personaje, es posible que no te lo dijera, porque quizá esa persona no se identifica con el personaje y la hemos liado.

5-Cambiando de tercio, en El domador de nubes advertimos cierta sensibilidad hacia el ecologismo, ¿crees que las obras de ficción pueden ayudar a concienciar a la gente en temas tan importantes como éste?

Cualquier obra de ficción puede remover conciencias sobre cualquier tema, el que sea, por eso los libros son una herramienta tan importante para la sociedad, por eso son los primeros que se acallan en los modelos dictatoriales o totalitaristas. Para mí, el tema de la naturaleza y la forma en la que la estamos maltratando me parece tan triste, que quería aprovechar esas páginas para patalear un poco y mostrar que hay que hacer las cosas mejor, no solo porque nos afecta directamente, sino porque es una verdadera pena perder tanta belleza en forma de paisajes y/o animales.

6-¿Cómo te documentaste para crear el mundo de Septen? ¿Cuáles son tus influencias, tanto literarias como cinematográficas (o de otra índole) que crees que te han marcado para este libro?

Lo bueno de escribir fantasía es que puedes dejarte ir todo lo que quieras, tienes que ser coherente en el mundo que creas, pero no con el mundo real. “El Domador de Nubes” tiene una fantasía muy light, no es fantasía pura y dura, así que dejé volar la imaginación y salió ese pequeño mundo totalmente inventado pero reconocible, de ahí que no necesitara documentarme nada, solo necesitaba poner a trabajar la cabeza.

Respondiendo a la segunda cuestión, te diré que leo de todo, menos historiar de terror, con eso no puedo, pero por lo demás leo cualquier género literario, así que siempre he leído fantasía. Recuerdo ser pequeña y leer Momo varias veces. Luego he leído a Tolkien, Úrsula K. Le Guin, Patrick Rothfuss, Laura Gallego, Rosa Montero (sí, sus obras “Temblor” e “Historia del Transparente” pueden catalogarse de fantasía) …

7-La imaginación es uno de los puntales básicos, la materia prima de la que se nutre  todo escritor. ¿Has sido siempre así de imaginativa? ¿Crees que necesitamos la fantasía para combatir una realidad en ocasiones demasiado gris?

Sí, siempre he tenido imaginación, creo que por eso he sido, y sigo siendo, una persona muy miedosa. Pero creo que cuando era una adolescente, más que imaginación, lo que tenía era la necesidad de contar cosas que veía, que me afectaban. Recuerdo ir de excursión con la clase y yo necesitar un rato para mí, para poder describir el entorno en el que estábamos, la forma en la que unos compañeros tonteaban o cómo me hacía sentir a mí estar allí.

¿Qué sería de nosotros sino pudiéramos crear nuestro propio mundo? La imaginación es una herramienta muy potente para soportar desde lo más duro a las cosas más pequeñitas pero que nos hacen daño. La fantasía puede ayudar a que nos evadamos de nuestro día a día, la literatura en general logra que vivamos en otros mundos, en otras vidas.

8-¿Qué es lo que te cuesta más a la hora de escribir una historia? ¿Y lo que menos?

Lo que más me cuesta es la disciplina que conlleva hacer realidad esa historia que yo tengo clarísima en mi cabeza, sacar tiempo para sentarme frente a la pantalla y solamente escribir, siempre tengo otras cosas que hacer. Ahora, una vez que arranco y consigo ponerme a ello, cada vez que tengo que separarme del teclado, me cabrea. ¿Y lo que menos? Pues como te dije antes, hacerme con los personajes, y quizá también las descripciones.

9-Háblanos ahora de tus manías como escritora, esos rituales/sacrificios que necesitas para sentarte a escribir.

La única cosa que podría considerarse manía podría ser que necesito música de fondo. Pero porque yo me pongo música para todo, y escribir no iba a ser menos. Y de un tiempo a esta parte, estoy intentando dejarme olvidado el móvil en otra habitación, ojos que no ven…

10-Para muchos autores es casi una experiencia religiosa. ¿Qué sientes en esos momentos previos a poner el punto final a tus novelas?

Pues yo no me identifico con esa experiencia mística, para mí es una sensación más de orgullo. De haber logrado acabar algo que solo estaba en tu cabeza, de haber sacado esos miles de palabras de tu interior y contar algo que, al menos, tiene sentido. Para mí, tiene más que ver con la satisfacción de haber hecho un trabajo en el que te has esforzado al máximo.

11- Es algo muy manido preguntar cuáles son tus referentes literarios, tus autores de cabecera y demás, así que le daremos un poco la vuelta a la cuestión. ¿Hay algún libro, género concreto o incluso autor al que nunca leerías?

Pues mira, no te diré ni libros ni autores, pero sí género. Ya te lo comenté antes, nunca leería un libro de miedo, de terror, porque soy muy sugestionable y realmente miedica. Leer para pasarlo mal y perder el sueño durante una larga temporada, no, gracias.

12-Si tu vida fuese una novela, ¿dentro de que género literario la encuadrarías y por qué?

Uy, qué pegunta más difícil… Pues mira, voy a decirte que sería de aventuras, porque he tenido mis malvados particulares, mis viajes asombrosos, mis seres fantásticos y porque no hay mayor riesgo ni aventura que vivir cada día sin saber qué llegará mañana ¿no crees?

13-Absolutamente. Dejemos un libro un momento. El equipo de investigación de El Quinto Libro (que lo tenemos) ha descubierto que, aparte de las letras, tienes otra gran afición en el célebre arte marcial de la Capoeira. ¿Qué te aporta ese lado deportivo que no lo hace la literatura?

El deporte es fabuloso en un montón de aspectos que no hace falta que enumere porque son de sobra conocidos. Pero para mí, practicar la capoeira me hace ser más exigente conmigo misma, porque hay cosas que pensé que nunca lograría dominar y lo hice, así que ahora intento no rendirme sin haberlo intentado al máximo. Además, en la capoeira la música es uno con la parte física, de ahí que también tenga los beneficios de la educación musical. Para mí, es una forma de desconectar, de concentración y de esfuerzo, una forma de resetear la mente para poder funcionar mejor. Descubrí este arte brasileño hace cinco años y solo puedo hablar maravillas de él, porque no solo es deporte, es una forma de expresión cultural muy antigua, con sus ritos y particular forma de hacer las cosas.

14-Queremos exclusiva, Pilar. ¿Puedes contarnos algo de tu próxima novela, algún avance? ¿Para cuándo crees que estaría a la venta?

Ojalá pudiera decirte alguna fecha, pero aún no está acabada, ni siquiera llevo la mitad, así que imposible. Me he propuesto acabarla antes de verano, pero no sé si lo lograré. Quiero hacerlo bien porque creo que la historia lo merece. Te puedo adelantar que será del tono de “Como diente de león”, una historia reconocible llena de emociones. Me siento cómoda narrando vidas comunes, pero no por ello menos especiales.

15-Para ir cerrando, nuestra pregunta fija: ¿Qué te hace reír y llorar cada día?

Algunos de los Chismiretes me producen ambas cosas a la vez, ¿eso cuenta? No, en serio, pues río con cualquier tontería de mis hijos, que tienen la capacidad de asombrarme y hacerme sonreír al mismo tiempo. Y llorar, ya te dije que lo hago con mucha facilidad, pero cuando en las redes veo imágenes de la situación Siria, por ejemplo, el corazón se me aprieta. Y cualquier gesto de solidaridad, de afecto o de ternura, también logra que la lagrimilla se afloje.

LA ENCUESTA RÁPIDA DE EL QUINTO LIBRO:

Aquí me gustaría aclarar que no soy de favoritos, porque me gustan demasiadas cosas para quedarme solo con una, para mí es imposible, pero a cualquier nivel, no podría elegir un solo libro, o canción, o momento o lo que sea. Aun así, voy a hacer un esfuerzo y elegiré uno entre todo lo que me gusta, que no favorito.

Libro favorito: Crónica de Muerte Anunciada, de Gabriel García Márquez

Película preferida: El Último Mohicano

Comida preferida: Las lentejas

Color favorito: El azul

Lugar preferido: mi casa

¿Nos cuentas un chiste?: ¿Así en frío? Creo que eso es mejor dejárselo a Víctor…

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Alfonso Gutiérrez Caro

Devorando historias.

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