Entrevista al autor Juan Albarracín
No todas las personas pertenecen solo a una generación. La edad es un número, pero también un camino para descubrirse y redescubrirse. Niños, jóvenes, adultos, ancianos. ¿Qué más da? Lo importante es querer aprender cada día algo más y estar dispuesto a husmear en el presente, pasado y futuro de las cosas. Porque todo está expuesto al tiempo, pero cada uno de nosotros tenemos la vida entera para utilizarlo. Y eso, sin duda, hace Juan Albarracín, en la pronta y corta edad que tiene a sus espaldas, y la ya dilatada vida como artista y creador.
Nacido en Lorca, Ha publicado, a sus 18 años y con bastante éxito de crítica y público, dos novelas (7 trompetas y La conspiración Médici) más otra más que ya tiene macerando. A día de hoy a puesto pies en polvorosa para seguir creciendo como artista y estudiante en la capital de España, donde estudia la carrera de Comunicación Audiovisual en la Universidad Carlos III.
Y es que con Juan no solo podemos hablar de literatura, sino también de cine. Pero no de forma superficial, sino de forma muy profunda e instructiva. En su haber cuenta con la dirección y estreno de tres cortometrajes (El desencuentro, Bar a las 3:30, El último gran golpe); de modo que nos lo vamos a pasar bien durante casi veinte preguntas que creemos va a responder de forma sincera, porque aún es demasiado joven para mentir.
Pero además de todo eso, queremos saber que piensa, cree y siente Juan Albarracín; de modo, que estáis en el blog perfecto para conocerlo más y mejor.
- La primera pregunta nos vas a permitir que sea algo indiscreta: ¿Cómo te sientes tras abandonar el lecho familiar y emprender tu aventura en Madrid?
Es increíble poder empezar esta nueva etapa de mi vida en un sitio como Madrid; me siento un auténtico privilegiado, sobre todo teniendo en cuenta también aquello a lo que me gustaría dedicarme en un futuro. Pero tampoco puedo reprimir la nostalgia que siento por el sur, por las personas que un día eran mi día a día y que ahora continúan allí sus vidas. A veces me siento como alguien ajeno que mira todo a través de un cristal, unas veces empañado y otras casi etéreo. Uf, empezamos fuertes, ¿eh?
- A los 15 años publicas tu primera novela, a los 17 la segunda. No te diré que estaba yo haciendo a esa edad, para evitar alarmas sociales, pero… ¿Qué estaba pasando en tu cabeza a los 14 años, cuando decides escribir ‘7 trompetas’?
De todo menos algo sensato. Han pasado casi cuatro años desde que aquel momento que cambió mi vida tuvo lugar, y mirándolo con distancia me digo: ¿y esto? A día de hoy sigo aprendiendo innumerables técnicas narrativas, de creación y desarrollo, y siempre llego a la misma conclusión cuando intento responder a la pregunta que me haces: la pasión por contar historias. Otra cosa no, pero hablar, hablo, y si encima me concedéis tiempo para escucharme, entonces me hacéis la persona más feliz del mundo.
- No se tiene tiempo para escribir si no se tiene tiempo para leer. Es uno de esos mandamientos de los escritores, pero cuando alguien con apenas tres lustros de vida publica una obra literaria tan curtida como ‘7 trompetas’ y poco después ‘La conspiración Médici’, es porque ha leído ya mucho y de todo un poco, ¿Me equivoco?
Debería leer mucho más, todo hay que decirlo, pero sí es cierto que algo he leído. No he sido muy crítico a la hora de elegir mis lecturas; no he acudido directamente a los clásicos (que aunque alguno hay, es algo que ya va siendo hora), ni he buscado una lista de Los 100 libros imprescindibles que todo escritor que se considere decente tiene que leer en Google. Para mí leer un libro es emprender un viaje, y escribirlo, una nueva vida.
- Antes de cambiar de tercio, cuéntanos ante qué tipo de novelas se va a enfrentar la gente que aún no te haya leído, que seguro alguno hay.
Creo que ante todo van a pasárselo bien. Tanto ‘Siete Trompetas’ como ‘La Conspiración Médici’ suponen el viaje de un protagonista hacia un destino que parece de todo menos seguro. En la primera novela, la idea de si sería posible trasladar las siete trompetas del Apocalipsis al París del 2009 me quitaba el sueño. Y lo que era más importante, preguntarme si era posible descifrarlas y detenerlas me impedía quitarme aquella historia de la cabeza. Poco después, la familia Médici tocó a mi puerta y, como siempre, todo empezó con una pregunta: ¿hasta qué punto un secreto que aparentemente quedó enterrado en el tiempo podría tener consecuencias terriblemente desastrosas en la actualidad? Y bajo este pretexto, creí que si conseguía unir una vieja leyenda de la familia Médici con un atentado terrorista al Parlamento Europeo, podía conseguir una buena historia.
- Volvamos a Madrid ¿Qué querías encontrar allí que no tuvieses en Lorca, o Murcia?
Cine, cine y cine. Estoy un poco obsesionado, lo sé, pero qué le vamos a hacer.
- ¿Lo has encontrado? ¿Estás satisfecho con tu decisión?
Completamente. Gracias al maestro y director de cine Dany Campos he tenido el privilegio de poder escribir y dirigir mi primer cortometraje allí tan solo tres meses después de llegar, con dos enormes actrices de la Escuela de Actores Madrid, Lydia López y Malva Vela, y el aún mayor privilegio de que la propia escuela lo produjera. Además he conocido a gente increíble que comparte mi misma pasión, tanto por los libros como por la pantalla, y una ciudad que cada día me parece más bonita.
- No solo eres escritor, ya casi podemos decir que eres un cineasta en ciernes. Has rodado cortos como director y sin duda la pasión del cine es algo que llevas muy en boga ¿Con qué disciplina ten encuentras más cómodo y en cual aparece el Juan más Albarracín?
Bueno, no corramos… Pues no sabría qué decirte. Son dos mundos completamente diferentes y cada uno ofrece experiencias únicas. Todo hay que decirlo, escribir es más cómodo que rodar, pero tener la opción de llevar a la pantalla historias que tú mismo has creado sobre el papel (aunque sean pequeñitas), no tiene precio. Honestamente, espero que el Juan más Albarracín aparezca en los dos.
- No solo eres un gran conocedor del cine y su técnica, sino de su historia. Desde los clásicos hasta el cine de nuestros días ¿De dónde te viene esa vertiente cinéfila?
Si te soy sincero, no sé cuándo fue la primera vez que pisé un cine, y eso me encanta. El amor por las películas ha sido algo que me ha acompañado toda la vida, y que supongo que está directamente relacionado con lo que me llevó también a escribir, es decir: la pasión por contar historias. Aunque, como en los libros, fueron mis padres los que me llevaron por primera vez a sentarme en una butaca de cine.
- Vamos a entrar más en materia delicada. ¿Cómo ves el cine actual y su industria?
Hace unas semanas escuché decir a un director de cine que admiro mucho que hablar de industria y cine en España era poco menos que una contradicción. Bueno, no sé si estoy del todo de acuerdo. Es cierto que la situación está mal, pero lo ha estado siempre. Personalmente creo que en España se está haciendo un cine excepcional últimamente, y que precisamente, el cine independiente ha dado un golpe sobre la mesa este año (Verano 1993, No sé decir adiós…).No habrá industria, pero sí un intento porque la haya. Y hablando de algo que si sé de primera mano, te garantizo que los que de verdad queremos dedicarnos a esto estamos preparados para enfrentarnos a lo que sea.
- Estamos viendo una larga lista de adaptaciones cinematográficas de corte negro que no están ni de lejos a la altura de la obra literaria en la que están basadas. Véase las obras de Dolores Redondo, Paula Hawkins, Nesbo, Silva, etc… ¿A qué crees que acontece todo esto?
‘La chica del tren’ me gustó, ‘El muñeco de nieve’ me pareció una basura. No lo sé, la verdad. Hay guionistas excepcionales en este país, y aunque tendría que leer ‘El Móvil’ para estar seguro, el trabajo de Alejandro Hernández y Manuel Martín Cuenca en el guión de “El Autor” (basada en el libro de Javier Cercas) me pareció brutal. En EEUU, por otra parte, Aaron Sorkin es un auténtico animal. Supongo que todo dependerá de lo que haya detrás, si el auténtico deseo de contar bien una historia, o la mera motivación de ganar billetes.
- ¿Qué sueños has alcanzado ya, y hacia qué sueños has puesto el visor de tu rifle?
Publicar un libro y llevar una historia propia a la pantalla (aunque sea a la pequeña). Respecto a mi visor: rodar mi primer largometraje. Algo para lo que no tengo prisa y que quiero aprender todo lo que pueda antes de cumplir.
- Háblanos de tu proceso creativo. ¿Qué necesitas para sentir ganas de crear, para empezar a construir magia, sea en forma de letra o imagen?
Una buena historia, algo que me quite el sueño o me haga estar en las nubes durante semanas. Y para que esta venga, no sabría decirte muy bien cómo hacerlo. A veces viene de una fotografía en una revista, del claxon de un coche que no llego a ver nunca o de una canción que, por alguna razón, suena distinta a las otras veces en las que la he escuchado.
- No queremos olvidarnos de tu familia, de Fran J. Marber y de tus amigos ¿Qué significado tienen cada una de esas cosas en tu vida?
Para mí la familia es algo intocable. Todas las personas que me han hecho avanzar hasta ahora no son conscientes del respeto, la admiración y el agradecimiento que les debo. Intento hacérselo saber, y siempre me dicen que doy demasiado las gracias. Pero seguiré haciéndolo. He tenido la fortuna de que no solo escritores, sino personas excepcionales se cruzaran en mi camino cuando empecé una nueva etapa en mi vida con ‘Siete Trompetas’ bajo el brazo, y a día de hoy, sus consejos siguen flotando en mi cabeza cuando me tengo que enfrentar a una situación nueva para mí.
- En Lorca el sol debe ser para los artistas como para superman la fuerza. En los últimos años se está destapando una ?
Se ve que nos dio envidia el meteorito de Molina y pensamos que a nosotros sol no nos faltaba… Ya en serio; yo pensaba que llegué en pleno auge literario al grupo de escritores que había en Lorca, o más bien en un auge avanzado, pero me parece increíble la cantidad de autores que continúan publicando y los que se suman, muchos de ellos gracias a Tres Columnas, a cuyos editores tengo la suerte de conocer y considerar mis amigos.
- Antes de acabar, cuéntanos que proyectos futuros tienes en ciernes.
Pues dentro de poco (espero) verá la luz ‘El Hombre Rígido’, mi tercera novela, en la que llevo trabajando casi tres años y humildemente creo que supone un punto de inflexión en lo que he escrito hasta ahora. Estoy escribiendo una historia a cuatro manos con otro autor, Raúl Lobera, y en octubre me gustaría rodar un cortometraje del que ya he escrito el primer borrador. Más allá de esto, existe una cuarta novela casi estructurada y un proyecto de largometraje, pero ponerles fecha sería casi un atrevimiento. Probablemente la novela llegue antes, pero quiero terminar todos los proyectos literarios que tengo para sentarme con ella. Y si todo sigue según lo previsto, será mi primera incursión en el mundo de la novela negra.
- Y ahora sí, acabamos con nuestra pregunta fija: ¿Qué te hace reír y qué te hace llorar cada día?
La ilusión y el tiempo.
Cortometrajes
Bar a las 3:30
El (DES)encuentro
Novelas
La encuesta rápida de ‘EL QUINTO LIBRO’
Película preferida: La La Land, de Damien Chazelle.
Libro preferido: La Sombra del Viento, del maestro Carlos Ruiz Zafón.
Comida preferida: La pasta.
Color preferido: Azul.
Lugar preferido: El sur.
¿Nos cuentas un chiste?
– ¿Te sabes el chiste nocturno?
+ No
– Che.
(Por favor, no me matéis.)
Datos de contacto Juan Albarracín
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