EL CARBONCILLO AFILADO: Jesús Tíscar Jandra

17 enero, 2018 Víctor M. Mirete Ramallo

Jesús Tíscar Jandra

«El Planeta te lo dan por listo y el Nobel te lo dan por viejo».

Inauguramos la sección mensual, EL CARBONCILLO AFILADO, con el novelista jienense ganador del XXI premio de novela negra Ciudad de Getafe, don Jesús Tíscar. Un espacio este, destinado a sacar la parte más canalla, socarrona y descarada de la literatura y los escritores. No somos aburridos. Tampoco estamos todo el día bebiendo café, escribiendo o leyendo (también sabemos ver series y el fútbol). Tampoco somos solitarios, huraños o antisociales (bueno, algunos sí). Tampoco vamos vestidos con bata de seda por casa para parecer elitistas (aunque conozco a algunos que sí). No abusamos del tabaco, alcohol o fármacos para inspirarnos (al menos no siempre). Tampoco somos psicópatas que matamos a gente en nuestras novelas como nos gustaría hacer en realidad (o eso espero). En realidad somos personas normales que sufren cuando escuchan reggaeton, que lloran con la cobra de Bisbal a Chenoa y que ríen cuando Mariano Rajoy se traba la lengua. Gente de a pie, salvo cuando estamos sentados, que ya no estamos de pie. Y por todo ello, esta sección será diferente. Un pequeño encuentro ameno y sin censura entre entrevistador y entrevistado, sin armas ni drogas; a pelo.

En esta primera vez para nosotros, queremos desvirgarnos con uno de esos escritores que juegan con la vida y con los que la vida ha jugado. Una de esas personas que no tienen miedo al que dirán, porque él tampoco tiene miedo a decirte nada. Él es, como ya hemos adelantado, Jesús Tíscar, de los Tíscar de toda la vida, de modo, que van a permitir que nos tuteemos.

EQL: Bienvenido Jesús ¿Qué tal estás?

J: Como si me hubiera comido un pavo.

EQL: ¿Has gastado ya el dinero del premio de Getafe Negro?

J: Ah, ese dinero negro… ¿Qué dinero? Ah, ese… Pues no, aún me queda un piquillo para otro pavo que comerme. Es que a mí me gusta mucho el pavo.

EQL: ¿Has conocido alguna japonesa calva desde que publicaste esta novela?

J: Sí. Una camarera, en Madrid, lo que pasa es que no le dije nada porque soy un cobardón y porque, en realidad, detesto relacionarme con las personas. Pero suele ocurrirme que “veo” a mis personajes cuando los he creado y publicado. A Cobriza Pemberton también la vi, en Getafe, cuando el premio.

EQL: ¿Y antes?

J: No. Nunca he ido de japonesas. En todo caso, una achinadilla de Peñamefécit, mi barrio, pero poco más.

EQL: Interesante. Oye, siendo un hombre de recursos, talento y de bien ¿Por qué te dedicaste a escribir pudiendo haber hecho cosas más serias?

J: Porque, pese a los recursos que tengo, lo talentoso que soy y lo bien que me manejo, tengo el problema de la iconoclastia, se me sale sola y termino cachondeándome de lo serio, aunque me dé de comer (pavo). Cuanto más serio, más cachondeo. Y claro, a los serios que se dedican a lo serio no les gustaba y me echaban. Así que opté por este oficio tan ridículo y estupendo de escribir historias.

EQL: Memorias de un gusano, La camarera que me escupía en los chupitos de Whisky, colección de impresentables, La japonesa Calva… ¿Cuándo pones los títulos de tus novelas, estás sobrio?

J: Lo suficiente para no caer en títulos como “La venganza” o “La casa” o “Las tres bodas de Manolita”. Los títulos tienen que saltar a la cara, ya sea para acariciártela o para darte un hostión. Como en las personas, la belleza estará por dentro y todas esas gilipolleces que se dicen, pero por lo que uno empieza es por lo primero que ve.

EQL: Eres un hombre galardonado y reconocido en certámenes de relevancia ¿Te gustaría ganar el Nobel o te basta con el planeta?

J: Primero el Planeta, después el Nobel, no quiero que me pase como a Cela. El Planeta te lo dan por listo y el Nobel te lo dan por viejo. Yo ya cumplo los dos requisitos (el segundo más), así que quiero los dos, los dos, a mí que me den los dos. Yo los quiero todos. Me gusta mucho el dinero. La gloria literaria también, si se tercia; pero el dinero es que me vuelve loco. Es lo único que me importa en esta vida. Lo único que me hace feliz. ¿Tienes diez euros? Es que me estoy poniendo triste. ¿Tienes diez euros?

EQL: los tengo, pero son para pagar el gin tonics que te has tomado. Pasemos ahora a cosas más serias. Imagina un día que no tienes nada mejor que hacer y tienes a mano el debate del congreso de los diputados en la tele o el nuevo libro de Javier Sierra en la mesa ¿Con qué te quedas?

J: A Javier Sierra no lo he leído y debates he visto muchos. Vale, Sierra. Me quedo con Sierra. Hay que saber por dónde va el “enemigo”, ¿no?

EQL: ¿Es el mundo como te lo habías imaginado a los 10 años, o te has enterado ya de qué va la cosa?

J: Empecé a enterarme de qué iba la cosa hasta que apareció internet y todo mi conocimiento se fue a la mierda. Internet ha hecho y hace mucho daño. Lo digo en serio. No me gusta mi época, la aborrezco.

EQL: Si te tuviese que hacer el prólogo de una obra algún presidente de gobierno, ¿a quien elegirías?

J: Don Manuel Azaña, que escribía y era feo, como yo.

EQL: Sí, sois bastante feos ambos, pero el caso es que eres un escritor y showman rompedor, huyes de lo convencional en tus puestas en escena literarias, por eso queremos saber en boca de un maestro ¿qué hay que hacer para divertirse con la literatura?

J: Lo de showman me lo vas a decir luego en la calle y te vas a enterar de cómo manejo el nunchaku. Respecto a resultar rompedor en mis puestas en escena, sí, suelo hacerlo, pero te prometo que no lo planeo ni lo ensayo. Le miro la jeta al público y ésta me dice cómo hay que comportarse, normalmente mal. Será que me he aburrido mucho en actos literarios y presentaciones y recitales. Me espanta aburrir. Para divertirse con la literatura, uno mismo, hay que escribir. Para no aburrir, hay que romper, incluso acercándote mucho al límite del respeto. La gente, en principio, se asombra y hasta hay quien tuerce el gesto; pero después lo agradece.

EQL: Me he merendado a muchos expertos del nunchaku. Hablando de meriendas: ¿Crees que serás más conocido una vez hayas fallecido que en vida?

J: Claro. Haz el favor de no hacer preguntas tan tontas. ¿Para esto cuatro años de Periodismo o de lo que sea la mierda que hayas estudiado, para preguntar si creo que seré más conocido muerto que vivo? Venga ya. ¡Yo seré un muertazo memorable!

EQL: Voy a tratar de subir el nivel de las preguntas, a ver qué te parece esta… ¿De Cuál de tus obras te gustaría que hiciesen una película?

J: De “Memorias de un gusano”, porque no habría huevos. A ver quién es el valiente que lleva eso al cine. Nadie. Y quien se atreva, que se prepare, pero antes que me pague los derechos. Es que a mí el dinero me gusta mucho, ¿lo he dicho ya? Perdona.

EQL: ¿A qué dedicas el tiempo libre? Si es algo delictivo, también puedes decirlo.

J: A pescar, a refunfuñar y a ver The Big Bang Theory, que es la única serie buena que existe entre tanta chominá. Sheldon Cooper es mi ídolo. Quiero ser Sheldon Cooper.

EQL: Os dais un aire, la verdad. Por cierto, Cuando veo tus post en redes sociales, sin duda me viene a la cabeza la famosa frase televisiva de: ¿tiene usted pelos en la lengua? Al hilo de eso, ¿Crees que vivimos en un mundo impostado en donde contadas veces la gente actúa como quiere actuar o dice lo que quiere decir?

J: Ufff… Me tocas una llaga del tamaño de La Condomina (yo ya es que soy muy murciano), y como no me gustan las respuestas largas, te diré que las redes sociales se han convertido en nidos de mierda, nidos de los que volaron las convicciones, las coherencias, las valentías, el sentido del humor, la inteligencia…, y quedaron las cacas que cagaron. No siempre, claro, pero es lo que más abunda y lo que más apesta. Eso digo, nada más. ¿Es Condomina o es Nueva Condomina? No me gusta el fútbol, soy una persona normal, y a lo mejor tampoco soy tan murciano. ¡Responde!

EQL: Es lo que hay al lado del Thader.  Hasta que no te comas diez paparajotes de una sentada no serás un buen murciano. Otra cosa, t voy a hacer tres preguntas muy rápidas que posiblemente te definan más como persona y escritor que todas las anteriores ¿Te atreves a responderlas? Si es que no me vas a joder la entrevista, así que tú sabrás.

J: Echa.

EQL: ¿Un buen polvo o un buen libro? ¿Participarías en una mesa redonda literaria con Belén Esteban o con Pérez Reverte? ¿Qué libro le regalarías a alguien que te cae mal: la Biblia o la Constitución española?

J: Un buen libro (ya te he dicho que detesto las relaciones).

No hay placeres excluyentes, con ambos tiene que ser una risa…

La Biblia, sin duda. (Pero El Quijote también, ¿eh? Menudo coñazo.)

EQL: Me parecen respuestas acertadas. Las únicas de toda la entrevista, creo. Pues ya hemos acabado Jesús ¿Cómo lo has visto?

J: Lo he visto muy bien, pese a mis gafotas.

EQL: Después de esto entenderemos que no quieras saber nada más de nosotros, por lo tanto, te deseamos lo mejor, no sin antes decirnos cómo encontrar tus novelas, aunque sea en el top manta. El caso es que se vendan libros.

J: Muchas gracias, muchas gracias, has sido muy amable y yo no. Mi novela última, “La japonesa calva”, la encontraréis en las principales librerías de cada sitio, cortingleses, fenaces, etcétera, también online. Para el resto de mis obras, entrad en mi web y ahí están las instrucciones: jesustiscar.wixsite.com/escritor.

Ganadora de XXI certamen de novela Getafe Negro

Víctor M. Mirete Ramallo

Escritor murciano nacido en 1982, Autor de la “Saga de Ficción Histórica de Frédéric Poison” y cuyo lema es: «La vida no consiste en vivir de ilusiones, sino en vivir ilusionado.

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