Es incomparable. Es insustituible. Es inmortal.
Desde que empezó la era digital mucho se ha estado especulando con la desaparición del papel. Es cierto que el sector que procesa del papel como producto de primer uso (imprentas de libros, prensa escrita, el amplio mundo de la literatura, empresas de papelería, el cómic o incluso la fotografía) ha sufrido y se ha debido readaptar a las circunstancias del nuevo siglo y sus métodos. Sin embargo, hay algo de arraigo en su ADN que lo convierte en un objeto de culto eterno.
Los seres humanos somos sensitivos por naturaleza. Tenemos cinco sentidos para usarlos y exprimirlos al cien por cien; y un libro en papel te la posibilidad de tocar, ver, oler e incluso escuchar y saborear si tu imaginación se esmera. A mí modo de ver no ocurre lo mismo ni con la misma intensidad con los distintos formatos digitales que podamos encontrar en el mercado.
Además, el libro posee determinados ingredientes inherentes al objeto y a su historia que le infunden un carácter mágico. La nostalgia, la capacidad para evocar recuerdos, emociones o ese sentimiento de paz y relajación que supone tenerlo en las manos, pasar sus páginas y cerrarlo con una profunda respiración cuando lo acabas de leer.
Ojo, con ello no digo que lo uno sea mejor que lo otro, sino que ambos usos deben coexistir para dar riqueza y diversidad a la palabra escrita. Por ello, para combatir en esa guerra en la que la reinvención y la innovación debe estar al servicio de lo de siempre y de lo nuevo, surgen servicios como las imprentas de libros online como masquelibros.
Te podemos decir lo bien que trabajamos, que somos buenos haciendo lo que nos gusta, que todo saldrá a pedir de boca. Conócenos y sabrás que somos tu imprenta.
¿Qué significa imprimir libros online?
Empecemos por el principio de todo, enfocando el motivo del articulo en las editoriales y la relación que estas establecen con la imprenta como consecuencia de las condiciones de mercado y negocio que se han ido dando en los últimos tiempos.
Vivimos en el siglo XXI, lo cual conlleva que todas nuestras ideas acaban en el mundo virtual, digitalizadas e informatizadas. Pero, como decía al principio, necesitamos ser humanos y necesitamos ver nuestras ideas en un papel.
Pero además, vivimos en un mundo tremendamente saturado de todo y todos, y en el que la competencia es nuestro pan de cada día. Todo gira a un ritmo vertiginoso, todo necesita inmediatez, especialización y calidad final.
Desde que una idea sale de la cabeza de alguien hasta que llega a plasmarse en un libro, ocurren muchas cosas y de diversa índole que requieren de profesionales y especialistas en multitud de disciplinas. A día de hoy, y gracias a nuevas formulas empresariales, los autores y editores tienen a su disposición herramientas como las imprentas para profesionales.
Gracias a este tipo de servicios puedes controlar la gestión de tus publicaciones e impresiones de principio a fin, desde cualquier lugar. Es por tanto una solución online desde donde poder imprimir tus libros desde cualquier dispositivo, sin necesidad de mandar el arte final. Se eliminan así pérdidas de tiempo como la preparación del libro (diseño, maquetación, encuadernación…), envío a imprenta y comprobaciones innecesarias, distribución del producto, etc… agilizando las relaciones laborales entre las editoriales y consumidor final.
‘Hay tres cosas que cada persona debería hacer durante su vida: plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro’. José Martí
Con todo lo que tenemos a nuestro alcance hoy día, me niego a pensar que el libro en su formato físico pueda desaparecer. No me imagino una estantería sin libros. De alguna forma traslada una sensación de vacío, pobreza, tristeza y deshumanización. El libro es algo que no caduca, no tiene fecha, podemos usarlo siempre, no necesita de electricidad ni pilas, ni baterías para funcionar, para darnos y contarnos historias. Solo necesita de nosotros y nuestra voluntad para tomarlo y abrirlo… a partir de ahí, todo es posible.
