Reseña de El demonio escondido, de José A. Jiménez-Barbero.

Título: El demonio escondido

Autor: José A. Jiménez-Barbero

Editorial: Dokusou

Páginas: 263

Género: Thriller psicológico

Calificación:

Nuestra puntuación

Sobre el autor

Nació en Barcelona en 1975, aunque actualmente reside en Murcia. Tras varios años como agente de policía, y después enfermero especialista en salud mental, actualmente ejerce como profesor en la Facultad de Enfermería de la Universidad de Murcia. Obtuvo el doctorado en 2013 con una tesis sobre la violencia escolar y los problemas de conducta en adolescentes, y dirige varias líneas de investigación sobre el tema.

Basadas en la amplia experiencia profesional y académica atesorada a lo largo de esos años, sus obras de ficción abordan la psicología infantil y juvenil desde una visión cruda y realista de su problemática.

– “El niño que no quiso llorar” (2015).

– “Confesiones de un psicópata adolescente” (2016).

– “El rostro de la locura” (2016) (Continuación de la anterior)

– “Los viajes de Ariadna” (2017).

Así mismo ha realizado incursiones en el mundo del humor autobiográfico (“Desventuras de un padre novato”, 2017), y el terror (“Cuentos Oscuros”, 2015).

Sobre la obra

El aparente suicidio de un adolescente problemático. Una presencia malvada, hambrienta, acechando entre los centenarios muros de un estricto colegio religioso. Una conspiración de silencio. Y el miedo, siempre el miedo, que se palpa, que se huele…

Augusto Salas, veterano inspector de policía de carácter huraño y solitario, deberá colaborar esta vez con Carmen Reverte, joven y tenaz oficial experta en psicología infantil, a fin de desentrañar los secretos que alberga el siniestro edificio y poner fin a su maldición antes de que se cobre más víctimas.

Pero a medida que avanzan en su investigación, descubrirán que la verdad que se esconde en el interior del colegio es mucho más siniestra de lo que imaginaban y que el mal puede presentarse bajo las formas más perversas y crueles.

Reseña

No me quemo si digo que la prosa de José A. Jiménez-Barbero es de las más gráciles y agradecidas del panorama literario actual de la Región de Murcia. Puede que hasta me quede corto. Lo cierto es que no hay párrafo, pasaje, diálogo, descripción o escena que no resulte convincente para la imaginación y comprensión del lector. En esta obra no sólo vamos a encontrar una depurada semántica y léxico, sino también una exquisita utilización de los diálogos, las descripciones de los espacios y las sensaciones anímicas de los personajes. José Antonio sabe orientar al lector durante todo momento para crear visualmente una escena vivida de todo cuando sucede. Además, consigue que los personajes crezcan durante toda la narración, encontrando en su recorrido una evolución lógica y nada lineal de sus estados de ánimo y circunstancias. El perfil estudiado de cada uno de ellos le permite relacionarlos con fluidez y descaro; y así es como se recubre de credibilidad y naturalidad una novela. El inspector Augusto Salas, la oficial Carmen Reverte y el comisario Escobar encabezan el sobrio reparto de la obra, en el que secundarios como Laura, Alejandro o Marcos Guillén entre otros, también juegan un importante papel en el transcurso de los acontecimientos

El autor, acostumbrado a profundizar e indagar en la psique humana, en la conciencia y en la crítica social, destapa con esta novela el tintero del género negro, aunando con sentido y soltura esas dos vertientes. De ese modo, se adentra en las fórmulas policíacas clásicas sin perder de vista sus raíces literarias con la concienzuda disertación sobre temas como el acoso escolar o la presencia del mal en los seres humanos.

Y es ahí donde encontramos la esencia de esta obra: en la búsqueda y aparición de la maldad en sus múltiples formas en todos y cada uno de nosotros, en cada lugar y en cada tiempo.

Con esos mimbres, Barbero entrega una obra granjeada de variantes, en donde el lector nunca cesa en su interés por avanzar, ni en su necesidad de ir descubriendo a dónde conduce la cascada de información que te va presentando si que te des cuenta.

Si algo caracteriza el carácter regio de está novela es la parte empírica de la que hace gala el autor al conformar un escenario criminal y un proceso de investigación perfectamente diseñado, en el que convergen casi todos los estamentos regionales en materia de seguridad, y lo hacen con educada meticulosidad.

Otro aspecto vital en la obra es la disección de la corrosiva alma humana que va jalonado la obra con la presencia de pequeños pasajes en los que nos muestra los asuntos de otros policías.

‘Con la iglesia hemos topado’ (parafraseando uno de los títulos de capítulo). Como sabéis, en este blog no somos muy dados a desgranar la trama, pero sí he de decir que el aroma a oscurantismo y a miedo que desprende la novela te sumerge de lleno en un misterio inquietante y sombrío ambientado en un colegio religioso de la capital murciana, en donde el reino del silencio se apodera de los pasillos y del lector, atrapándote por completo desde la primera página.

Así pues, El demonio escondido es una obra merecedora de ostentar la vitola de ganador del segundo certamen de novela Palin (2018) y de ocupar un hueco en vuestras lúgubres estanterías.