Reseña de Epitafio en la arena

Título: Epitafio en la arena

Autor: Antonio Cano Gómez

Editorial: Malbec

Año: 2017

Páginas: 212

Género: Policíaco

Calificación: 

Sobre el autor

Antonio Cano Gómez (Alcantarilla, 1981) es licenciado en Derecho y trabaja como secretario en un ayuntamiento. Se considera a sí mismo como un gran aficionado a las novelas policíacas y a las históricas encuadradas dentro de la época de la Guerra Civil española y el periodo de postguerra. De la unión de ambos géneros nace Epitafio en la arena, su primera novela con la que hace acto de presencia en el panorama literario relatando un extraño crimen que tiene lugar en una playa de Mazarrón en el año 1956.

Sinopsis de Epitafio en la arena

De hecho, el punto de arranque de la novela es un suceso real: el conocido como caso o misterio de las tres copas de Mazarrón, acontecimiento que inspira al autor para elaborar alrededor del mismo una trama de ficción policiaca en la que los personajes y los entornos mostrados tienen mucho peso. Así tenemos la figura de dos investigadores: el comisario Isidoro Gutiérrez (es la primera vez que me topo con que el protagonista de una novela policaca comparte mi apellido, buen detalle de inicio) y el juez Vicente Seguí, ambos inscritos a la policía judicial de Totana (Murcia), que tendrán que desentrañar el caso de un doble asesinato de unos hermanos encontrados en la playa mazarronera de Nares junto a tres copas y una botella de sidra.

Reseña de Epitafio en la arena

Antonio Cano construye en su ópera prima una obra sólida y alejada de estridencias. No es Epitafio en la arena la típica novela policial con varios giros sorprendentes de guión, acción sin descanso y una resolución que, casi por azares del destino, coloca al mayordomo de turno como autor del crimen. Nada de eso. La trama se va cocinando desde el principio a fuego a lento, con el rigor policial que merece, atendiendo a los métodos de trabajo de la época. Es en esta investigación pausada donde Antonio Cano coloca el foco sobre unos personajes bien desarrollados, que se sienten muy humanos y reales. Pone especial mimo en los personajes principales, pero nunca deja de lado la caracterización de los secundarios, esas gentes del pueblo “llano” con los que los agentes se entrevistan, con sus costumbres y sus manías, que ayudan a redondear la historia.

Punto capital de la novela es la localización, tanto en el tiempo como en el espacio. Nos encontramos con una trama que tiene lugar en la región de Murcia y en el Madrid de mediados de los años cincuenta, en un país con las heridas de la contienda civil aún frescas que intenta salir adelante como bien puede bajo el yugo de la dictadura franquista. Este contexto está bien plasmado en la novela, se siente que la historia pertenece a esa época y no podría darse nada más que allí, saliendo a la palestra numerosos trazos costumbristas que van enriqueciendo la lectura conforme nos adentramos en ella.

Epitafio en la arena es una obra que se siente auténtica, tanto que por momentos es casi como si estuviésemos leyendo la crónica de unos hechos que realmente sucedieron. Su lectura, siempre interesante, adolece de cierta falta de ritmo en algunos tramos cosa que, al menos para mí, impide crear una adicción voraz para acabar el libro de una sentada. La obra de Antonio Cano deja otro poso, es de lectura tranquila, paladeando una prosa cuidada que te va llevando hasta su negro final.

No hay demasiada acción, apenas violencia ni «fantasmadas» estilo Hollywood en esta novela, Epitafio en la arena juega a otra cosa, desarrollando sin prisa ni pausa una intriga que saca a flote algunas miserias de las que somos capaces los seres humanos. Una ópera prima firme y con personalidad que coloca a su autor en el nutrido grupo de autores de novela negra del sureste a seguir.

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