Reseña de Fuera de ángulo, de Beatriz Ros Nieto

2 abril, 2018 Víctor M. Mirete Ramallo

Reseña de Fuera de ángulo, novela ganadora premio Palin 2017

Título:Fuera de ángulo

Autor: Beatriz Ros Nieto

Editorial: Ediciones Dokusou

Año: 2017

Paginas: 156

Género: Novela negra

Calificación: 

Nuestra puntuación

Bio autora

Beatriz Ros Nieto nace en Sabadell, Barcelona, en 1974. Cursa estudios de Relaciones Laborales en la UAB y posteriormente cursa Ciencias del Trabajo y Empresariales en la UOC. Trabaja durante años en el ámbito privado en Barcelona y también como Agente de Empleo en Teruel. En la actualidad trabaja para el Servicio de Valoración a la Discapacidad de una comarca gerundense. Su gran afición es, desde hace años, escribir relatos.

Sinopsis

Osvaldo Cruseido, el mejor jugador de fútbol del mundo, es encontrado muerto. ¿Suicidio? ¿Asesinato? Sí, no hay dudas. Alguien terminó con su vida. Pero, ¿Quién pudo burlar la seguridad y matarlo sin piedad? Ese será el misterio a resolver por parte de dos detectives que harán lo que sea necesario para encontrar al culpable.

Crítica de Fuera de ángulo

El mejor futbolista del momento asesinado (Osvaldo Cruseido), una gran ciudad conmocionada por el suceso (Madrid), una recién trasladada inspectora de policía de Barcelona y un oscuro pasado amoroso son las claves de la obra ganadora del Premio Palin de novela 2017.
Será defecto de lector, pero a mi parecer, las bandas honoríficas, las etiquetas y los sellos de novelas ganadoras de concursos o certámenes literarios en los libros son un factor condicionante para el lector. Un matiz que no tiene por qué ser bueno, ni malo, ni todo lo contrario. Lo que sí sucede, durante gran parte de la lectura, es que intentas buscarle razón a esa distinción, y puede llegar a apartarte de la subjetividad y el juicio personal sobre la obra. Ahora bien, en cuanto te evades de esa lacra comparativa, es cuando empiezas a disfrutar de la novela sin premisas ni cortapisas. ¿Cuánto ha durado esa sensación en mí al leer Fuera de ángulo? Pues no mucho, porque la novela va directa al ajo, vulgarmente hablando.

En el primer párrafo ya te encuentras un cadáver y en la primera página te presentan a la protagonista y la meten en faena. Esta situación, a priori precipitada, lleva consigo el riesgo de dejar falta de profundidad y de detalle a la obra. Aún así, la autora procura saldar ese escollo salpicando el desarrollo de los acontecimientos con la paulatina descripción y presentación de la protagonista, Ana Ferrer. Una inspectora de policía estereotipada con el género. Ruda, fría, sobria, ‘cafeinómana’, huraña y con un pasado turbio del que quiere escapar. No obstante, la reivindicación femenina que transporta el personaje en un sector predominantemente masculino hace más atractiva esa parte del relato, además de arrastrar consigo esa lucha de igualdad laboral y social tan vigente en la actualidad. De este modo pocos personajes más parecen acercarse al peso argumental de la obra de la forma en la que lo hace Ana, pero queda a mi satisfacción la peculiar y entrañable relación entre ella y su ayudante, Alejandro Guzmán (Álex), a quien podemos llegar a conocer muy bien sobre todo a través de los diálogos, usados con gran acierto y mesura por la autora. Esta estrecha relación que se postula desde el comienzo de la novela, revela un claro contraste en el carácter de Ana con respecto al resto del mundo. No ve una amenaza en él, sino a un confidente, hermano pequeño y amigo. Es ahí donde la autora aprovecha para cincelar la obra con toques de humor que sirven para destensar la solemnidad de la trama criminal y para avivar la complicidad entre lector y escritor.

Otro factor clave es la habilidad de la autora para enviar subliminalmente pistas al receptor de la obra. No reviste escenarios, ni escenas, ni personajes, ni situaciones con demasiada descripción o esmero, pero sí que juega al cluedo con el lector, convirtiéndolo en un pequeño detective durante las ciento cincuenta y seis páginas en donde va depositando sus pistas y donde se van entrecruzando poco a poco dos misterios de una forma tal vez convencional ya que la propia protagonista está involucrada de forma personal y directa con el crimen. Ese recurso es muy recurrente en la novela negra contemporánea, pero sigue siendo muy efectivo y pragmático. Del mismo modo, encontramos rasgos muy característicos de este tipo de novelas: una pareja holmesiana, un criminal metódico, un crimen que se resuelve con buenas dosis de azar, un pasado que resurge para dar dramatismo personal a la trama. Demasiados estereotipos y tópicos, pero bien hilvanados.

Con todo ese planteamiento, la escritora novel gerundense se estrena con un género en auge, un género que ha sufrido una catarsis: la novela negra. Y lo hace con una obra muy asequible y mimada. No ha dejado de lado la oportunidad de jalonar el escenario de su crimen con un ambiente crítico a ciertos aspectos de la sociedad actual como las redes sociales, la popularidad o la trata de blancas. Así mismo apela durante toda la obra a un lenguaje sencillo y directo. Sin recovecos o excesivos recursos literarios, sin alardes ni florituras. Una prosa juvenil que te permite leer de forma muy acelerada y relajada a la vez. Su narrativa te transporta a un panorama muy actual, reconocible y popular. Una prosa salpicada, además, de tópicos y modismos que consiguen la cercanía y empatía de cualquier lector. Aún más ágil hace la lectura las escasas páginas que encontramos por capítulo. Apenas cuatro en cada uno de ellos, de un total de cincuenta y dos capítulos en ciento cincuenta y seis páginas. Resumiendo, no te vas a dormir dejando un capítulo a medio, porque además, te los bebes en dos atardeceres.

Quizás por todo ello, la novela sea trepidante, pero falta de peso narrativo, lo cual no es negativo porque llega a un espectro muy amplio de público y es capaz de entretener de forma muy efectiva. Es como si tuviésemos delante nuestra una temporada entera de la última serie de policías de televisión y un fin de semana de sofá, palomitas y manta calentita.

Por tanto, una obra recomendable, entretenida y que te deja con ganas de saber si esta autora guarda algún misterio más en su cajón.

 

Booktrailer promocional

Puedes adquirir la obra en ediciones dokusou

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Víctor M. Mirete Ramallo

Escritor murciano nacido en 1982, Autor de la “Saga de Ficción Histórica de Frédéric Poison” y cuyo lema es: «La vida no consiste en vivir de ilusiones, sino en vivir ilusionado.

Comment (1)

  1. Asensio

    Excelente reseña en la que estoy de acuerdo con matices. Enhorabuena a Beatriz y a vosotros

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