Reseña de la novela Dune

Título: Dune

Autor: Frank Herbert

Editorial: DeBolsillo

Páginas: 704

Género: Ciencia-ficción

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Sobre el autor

Frank Herbert (1920-1986) fue uno de los destacados escritores de la ciencia-ficción estadounidense de las décadas de los sesenta-ochenta, siendo célebre su serie de libros conocidos como Las crónicas de Dune, iniciados en el año 1965 con Dune, novela galardonada con los insignes premios Hugo y Nébula. La obra de Herbert, que ya ha visto una adaptación cinematográfica (a ratos fallida, a ratos fascinante) a cargo de David Lynch y un par de miniseries del canal SyFy, volverá próximamente a la gran pantalla de la mano del prestigioso director canadiense Denis Villeneuve (La llegada, Blade Runner 2049), en lo que se espera sea una de las grandes cintas del género fantástico de los próximos años.

Reseña de Dune

El equilibrio en el Imperio galáctico está a punto de romperse. Las dos Grandes Casas principales que forman parte del consejo Landsraad, los Atreides y los Harkonnen, se enfrentan por la supremacía cuando el emperador ordena a los Atreides que se trasladen a Arrakis, un inhóspito planeta conocido como Dune por sus paisajes desérticos, lugar en el que se extrae la codiciada especia Melange. Allí el joven Paul Atreides y su familia, encabezada por el Duque Leto, tendrán que hacer frente a la traición y los intentos de los Harkonnen por eliminar su Casa de la galaxia.

Fascinante, imaginativa, dura, sorprendente e inspiradora. La obra de Frank Herbert tiene muchas virtudes, pero hay una que se alza por encima del resto: posee la capacidad de transportarte a un universo original y rico, único.

Cuando te abandonas a la lectura de Dune viajas a través de las estrellas, de las interminables dunas de Arrakis, sientes el peligro de ser devorado por uno de sus colosales gusanos de arena. Sufres con la caída en desgracia de sus protagonistas, con cada intervención del odioso villano en una enrevesada y clásica trama en la que el poder, la venganza e incluso el progreso se dan la mano en un claro alegato contra las guerras, la explotación y la desunión.

En el fondo Dune es una novela de fantasía y aventuras con una buena cantidad de intrigas palaciegas, insidiosos planes y veladas traiciones, pero hay que advertir que también es una obra densa y extensa que introduce todo un nuevo mundo con decenas de palabras nuevas, conceptos y estilos de vida desconocidos, nuevas especies, humanos evolucionados, una imaginativa y práctica tecnología… Aparte de tratar un amplio abanico de temas tales como la religión, el esclavismo o el feudalismo.

Temas que se conectan y que forman un contexto rico y complejo, sobre todo en lo concerniente a las relaciones entre las diversos grupo que presenta la novela. Un sistema tipo piramidal en el que destaca el Emperador y su familia en la cúspide, a continuación las grandes casas nobles que le deben fidelidad y después el grueso de la población. Es en esta base de la sociedad donde encontramos el interesantísimo grupo de los Fremen, los moradores del desierto, con un estilo de vida tribal y una filosofía que recuerda en mucho a los beduinos.

Es por todo esto que la novela que supuso el punto de arranque de una de las más famosas sagas de ciencia-ficción de la historia de la literatura no puede considerarse como de lectura fácil. No ya por el lenguaje empleado por el autor, que es del todo accesible y narrativamente ejemplar, sino por la yuxtaposición de conceptos nuevos y otros reciclados, por la cantidad de lugares y personajes y la intrincada red de alianzas y traiciones que componen la trama. Eso sí, una vez dentro, si Dune te atrapa, quedarás preso en Arrakis al son de los brutales acontecimientos que se van sucediendo.

Capítulo aparte merecen los personajes, algunos humanos que podríamos calificar como “normales” (o que no poseen capacidades más o menos fantásticas) y otros que entran dentro de diferentes categorías en función a sus habilidades e incluso poderes desarrollados. De esta manera encontramos una serie de órdenes, algunas de tipo místico-monacal como la hermandad Bene Gesserit (a la que pertenece Jessica, la madre del protagonista); los Mentat, una especie de consejeros tan duchos en materia política como en el arte del asesinato; los Sardaukar, el ejército de élite del emperador; o los citados Fremen, ese pueblo cuya existencia en un planeta de lo más hostil les ha llevado a desarrollar un instinto de supervivencia extremo.

En Dune encontramos buenos muy buenos y malos muy malos, y también algún que otro personaje que se mueve entre ambos por determinados intereses. Del primer grupo destacamos a los miembros de la Casa Atreides, el Duque Leto y Paul Atreides, de exquisitos modales, inteligencia superlativa y una férrea ética. De los malos nos quedamos con el Barón Harkonnen y su heredero Feyd-Rautha, los cuales poseen todos los rasgos propios de este tipo de personajes: pérfidos, maquiavélicos, viciosos y profundamente inmorales. En este sentido Herbert nos deja bastante claro con quién podemos empatizar y con quién no.

Dune es una épica space opera con su buena ración de diálogos conspiratorios e intrigas palaciegas, una aventura clásica de búsqueda de uno mismo con ecos mágicos y mesiánicos que construye de forma detallada una de las mitologías más ricas del género. No es de extrañar que sirviera de inspiración al propio George Lucas para la creación de su universo galáctico, varios son los puntos que comparten, aunque Dune tiene definitivamente un tono más oscuro. Una lectura exigente, irregular, pero plenamente satisfactoria que revela uno de los universos más influyentes de la historia de la ciencia-ficción.

Puedes ver el tráiler y saber más sobre la nueva película que el cineasta Denis Villeneuve va a estrenar el 18 de diciembre de 2020 en este enlace de nuestro blog amigo Seriemaniac: Todo lo que necesitar saber de la nueva peli de Dune.